Capítulo 11 "Recuerdos del pasado"

2K 222 10
                                    

Estaba triste y molesta a la vez. Sequé mis lágrimas y me abracé al tronco donde me había sentado. En lo más alto del árbol.

- ¡Carlota baja de ahí!---gritó mi hermano preocupado.

- ¡No quiero!--grité volviendo a llorar

- ¡Por dios Carlota!---gritó mi hermano aún más preocupado--- ¡Te puedes romper una pierna y después no podrás bailar más!

- ¡No me importa! ¡Ellos lo prometieron Cris!--exclamé furiosa-- ahora se retractan. Yo quería ir---volví a llorar.

- No llores Caro Caro---dijo con voz comprensiva---yo hablaré con ellos. Verás que serás la bailarina más bella.

- Ellos te dirán que no, como a mí---repetí terca

- Car...-- pero escucho como se interrumpe. Lo observo curiosa y noto que se sujeta fuertemente el pecho.

- ¿Cris?---pregunté preocupada, pero él no me respondió--- ¿Cristian sucede algo?--pregunté de nuevo, pero al ver que tampoco respondía, bajé rápido del árbol. Cuando pisé la grama, corrí hasta donde estaba él y le toqué el hombro--- ¿Cris?

- ¡AJA!---me sorprendió jalándome la oreja izquierda---debería darte unas buenas nalgadas por hacerme preocupar

- ¡Ay! ¡Suéltame Cris!---exclamé tratando de quitar su mano--- eso me duele

- Te lo mereces---respondió sonriendo. Luego me soltó y me dio un abrazo---no lo vuelvas a hacer. No quiero que subas al árbol. Tú eres lo único que tengo.

- Lo siento---me separé un poco para verlo a los ojos---te prometo que no volveré a subir al árbol---noté su rostro pálido y perlado por el sudor. La comisura de sus labios estaban tensos---Cristian ¿te sientes bien? ¿Te sucede algo? estás pálido

- No es nada--respondió con una sonrisa que no le llegó a los ojos---solo estaba preocupado. Ahora anda a entrenar que yo me ocuparé de mis padres--- me guiñó un ojo. Suspiré y lo abracé.

- Gracias Cris, eres el mejor hermano que una chica puede tener---besé su mejilla

- Menos mal que lo admites---dijo con voz socarrona--- ya era hora. Jamás tendrás a alguien como yo. Así que nunca lo olvides.

- Que modestia---comenté girando los ojos, pero sonreí traviesamente---oye ¿y cuando me vas a presentar tus amigos universitarios?

- ¡Olvídalo!---exclamó Cristian simulando escalofríos

- ¡Oh vamos Cris! Ya tengo 15 años--dije riendo. Sabía muy bien que se alteraba cuando le decía eso.

- Aunque tengas 30 años no lo haré--comentó achicando sus ojos--- ¡ahora vamos! Camina a la casa jovencita--- me empujó hacia la casa. Reí para mis adentros. Con Cristian siempre era así. Lo quería.

Me desperté desorientada. Me dolía la cabeza. Era como si tuviera un taladro abriéndome un agujero en el cerebro. No quería abrir los ojos.

- Buenos días Carlota---escuché la voz de Damien--- ¿Cómo te sientes?---imágenes de lo que había pasado inundan mis pensamientos. Por primera vez en diez años, perdí los estribos y tuve una crisis de nervios. No me lo podía creer. Todo esto es tan... irreal--- ¿Carlota?

- Me siento bien---respondí seca--- pido disculpas por ese arranque de histeria. No volverá a pasar--- comenté sin emoción.

- ¡Oh por favor Carlota!---exclamó Damien frustrado---No te vuelvas a encerrar en esa cascara. Si quieres llorar, llora. Si quieres gritar, grita, pero no pongas esa odiosa cara de "no me importa nada"---Damien se acercó y se sentó a mi lado

La Oscuridad de mi CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora