Toqué la puerta desesperado, pero nadie abría. Así que rompí la cerradura. El vestíbulo olía a encierro. Miré a mí alrededor y caminé entre los pasillos. La cocina estaba intacta. Nada indicaba que alguien vivía allí. Seguí caminando, subí las escaleras. Revisé las habitaciones. Todas estaban vacías. Me iba a rendir hasta que escuché un vidrio romperse. Corrí hasta donde me pareció provenía el ruido. Abrí las puertas desesperado. Sé que algo le pasó a Carlota y lo comprobé al abrir la última puerta de ese pasillo. Estaba completamente destruido. En el piso había restos de adornos de vidrios, trozos de ropa y rellenos de almohadas. Busqué a Carlota y la vi tirada en el suelo.
- ¡CARLOTA!---grité aterrado. Corrí hasta ella, pero lo único que escuché de ella fue una frase que me dejó helado. "Cristian viniste por mí". Revisé sus signos vitales y estaban más lentos de lo normal. La alcé en mis brazos y corrí con ella hasta mi auto---no dejaré que mueras Carlota, te lo prometo. Así que trata de vivir. Hazlo por los niños y por mí. Te lo suplico---la apreté contra mí y besé su frente. Arrugué el ceño al oler el alcohol que emanaba su cuerpo, pero ¿por qué sus signos vitales estaban lentos? Abrí la puerta trasera del auto y la acosté en el mueble. Luego corrí hasta el asiento conductor y encendí el auto velozmente y salí como si me persiguiera el diablo. En la autopista iba a más de 120 Km/h, pero no me importaba incumplir con las normas. Que me pusieran las multas que quisieran. En mi desespero llamé a Phil, mi médico de cabecera. Llevaría a Carlota a su clínica privada. Solo tardé media hora en llegar. En emergencia ya me esperaba Phil con dos enfermeras. Me estacioné y la saqué del auto para luego acostarla en una camilla.
- ¿Qué sucedió Damien?---preguntó Phil revisando el pulso de Carlota.
- No sé Phil, la encontré así. Haz algo por favor. Sálvala---le rogué
- Trataré Damien---Phil se dirigió al resto---Annie preparen una sala de UCI, los signos vitales están débiles---mientras hablaban corrían por los pasillos de la clínica. Yo los seguí con el corazón desbocado---Damien necesito saber que ingirió.
- De inmediato---busqué mi teléfono y marqué a Thomas.
- Debes quedarte aquí---exclamó Phil deteniéndome---la salvaremos Damien---las puertas de la UCI se cerraron tras él. Mi corazón se encogió de temor.
- ¿Damien? ¿Estás ahí?---escuché la voz de Thomas y salí de mi estupor.
- Conseguí a Carlota moribunda. No sé si se salvará Thomas. Necesito que vayas a la mansión Montenegro. Anda con Pedro Cardosi, él sabe dónde queda. Dile que te lleve a la habitación de Carlota y registra todo. Busca algo que haya podido consumir en exceso. Phil necesita saberlo.
- Enseguida Damien---colgó el teléfono. Yo me quedé observando las puertas cerradas y recé para que ella se pudiera salvar.
****
Las horas fueron pasando y aun no sabía nada de Carlota. Ni Phil, ni las enfermeras salían. Solo una que me preguntó por lo que consumió y le dije que habían conseguido un frasco de somníferos y botellas de varios tipos de alcohol, y con eso volvió a entrar a la UCI, y no salió más.
Aun no podía creer lo que me había dicho Thomas. Él había encontrado al menos ocho botellas de alcohol. Además de adornos rotos esparcidos por toda la habitación, ropa hecha jirones, sangre en el piso y muchas cartas regadas por la cama y el suelo. Él me hizo el favor de recoger las cartas porque eran de Cristian. Ahora solo quedaba esperar con impaciencia el estado de Carlota. Phil salió veinte minutos después. Estaba serio. Me levanté de mi asiento y lo alcancé.
- ¿Qué sucedió Phil? ¿Cómo está Carlota?
- Ahorita está fuera de peligro, pero la tuvo difícil. Tuvimos que actuar rápido para contra restar los efectos de los somníferos con la mezcla de alcohol. Tuvo suerte que la encontraras a tiempo. Hubieses tardado una media hora más y pudo haber muerto---respiró hondo---sin embargo, ya está fuera de peligro. Presentó un cuadro de sobredosis. Perdió mucho peso, está desnutrida. Se ve que no ha comido nada. La vamos a tener hospitalizada aquí dos días y luego te la podrás llevar a tu casa. Allí tienes que estar pendiente de su alimentación y de su medicina.
ESTÁS LEYENDO
La Oscuridad de mi Corazón
RomanceCarlota Montenegro es una arpía sin corazón, todo el mundo lo sabe, incluso ella está orgullosa de serlo. Su lema es "sin compasión, vivirás en la gloria", pero, ¿qué pasaría si la muerte de su hermano exiliado, cambia su estilo de vida contra su vo...