𝑽𝒆𝒊𝒏𝒕𝒊𝒄𝒖𝒂𝒕𝒓𝒐 𝒄𝒂𝒓𝒕𝒂𝒔, 𝒏𝒐𝒗𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒑𝒐𝒆𝒎𝒂𝒔.

𝑪𝒂𝒓𝒕𝒂 12. ✉

23 Abril, 2018.

Eres lo que todos llamaban "incorrecto", eres la jugada maestra que tomé para demostrar que no me rendiría.

Cada segundo, minuto, hora, día, semana, ha valido la pena totalmente. Me permites ser feliz, tú me haces sentirme así. Agradezco cada sonrisa que en mí has provocado, cada carcajada que acompañaste con la mía, cada bello gesto que haces.

Tú compañía es primordial, tu presencia me es necesaria. 

Tengas buenos o malos momentos, jamás te dejaría solo. Siempre contarás con mi apoyo. No puedo dejar algo que amo sinceramente y con tanta intensidad. Si tú estás bien yo también lo estaré.
Cada parte de ti me gusta a más no poder.

Deseo mucho tocar cada poro de tu piel y abrazarte millones de veces, me gustaría amanecer a tu lado y procurar no despertarte mientras te observo descansar plácidamente hundido en un sueño. Te deseo.

Quiero repartir miles de besos en cada parte de tu rostro, provocarte una sonrisa y morder tu labio de forma inesperada. Observarte mientras estás distraído y sonreír tontamente por lo hermoso que te vez.

Tocar tu cuerpo y sentir la confianza de que no cometeré ningún error. Sentir la seguridad de que no me arrepentiré de cualquier cosa que haga a tu lado. Tocar tus puntos débiles y saber que lo único que siento es curiosidad, timidez y deseo, pero jamás asco.

Quiero tenerte, te quiero a ti. Cómo jamás quise a alguien, sin arrepentimiento, sin miedo. 

Inundas mi mente, en cada lectura que hago, en cada canción que escucho, únicamente existes tú.  

L.