Sus nudillos palidecían,
sus ojos expulsaban fuego,
su cuerpo estaba tenso,
el miedo alimentaba su ego.Todo mundo le teme,
pues cuando quiere explotar
ruegan por que aparezca
aquello que lo detiene.Enojado y con ganas de guerra,
apunta con su dedo a los condenados.
Sonriente y paciente observa
cómo el mundo cae rendido a sus manos.Amenazarlo es el peor error de tu existencia.
Retarlo, tu condena de muerte.
Amarlo, mi hermoso pecado.
Derrotarlo, un dejavú nunca antes soñado.
ESTÁS LEYENDO
𝑽𝒆𝒊𝒏𝒕𝒊𝒄𝒖𝒂𝒕𝒓𝒐 𝒄𝒂𝒓𝒕𝒂𝒔, 𝒏𝒐𝒗𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒑𝒐𝒆𝒎𝒂𝒔.
PoesíaHay tantas palabras que me gustarían usar, empecemos con un "Te amo" Quiero amarte Pienso conquistarte Con palabras y letras Con fotografías y cartas Con recuerdos y poemas Con versos y estrofas con veinticuatro cartas y noventa poemas 𝙏𝙊𝘿�...