𝟏𝟕. 𝐓𝐀𝐋𝐊𝐈𝐍𝐆 𝐓𝐎 𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐎𝐎𝐍

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Su destello se apreciaba desde mi ventana.
en su totalidad era una perla
blanca, resplandeciente.
Iluminaba mi rostro y me abrazaba con su brillo.

Le pedí que me acompañara en la oscuridad, respondió que estaría a mi lado.
Le confesé mi admiración hacia su luz
dijo que jamás se apagaría.
Intenté tocarla, pero la distancia era demasiada.

A pesar de su lejanía, no dejé de quererla
aunque por las mañanas desapareciera,
esperaba el atardecer para encontrarme de nuevo con ella.

Me encuentro hablando con la luna,
le dije que extrañaba cerrar los ojos cuando ella se encontraba en mi ventana,
porque ahora todas las noches no dejo de admirarla.

Quería que se quedara por más tiempo,
se negó, ella debía irse llegando el amanecer.
Debía cederle su lugar al sol.
Se desvanecería en cualquier momento.

Las noches son aprovechadas por algunos para caer dormidos con los murmullos de su luz.
En mis noches, sólo dejo que su brillo me ilumine, dejo que invada mi habitación.
Dejo que me seduzca su presencia y me quedo despierta, hablando con ella.
Hablando con la luna.

 Hablando con la luna

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𝑽𝒆𝒊𝒏𝒕𝒊𝒄𝒖𝒂𝒕𝒓𝒐 𝒄𝒂𝒓𝒕𝒂𝒔, 𝒏𝒐𝒗𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒑𝒐𝒆𝒎𝒂𝒔.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora