𝑪𝒂𝒓𝒕𝒂 22. ✉

25 3 5
                                    

10 de Diciembre, 2019.

Hace tiempo que no te escribo una carta bello ángel, quisiera decir que era porque estaba ocupada, sin embargo no es así. No lo olvidé, simplemente no podía escribir más. Tuvimos una semana difícil en la que me dejé llevar por cosas del pasado, cuestionándome si de verdad nuestro amor es real.
Pasamos por mucho y por fin abrí los ojos.
¿Porqué jamás dejaste que me fuera? Estabas rodeado de muchas personas y siempre volvías a mí, noté que jamás caía en tu red de seducción, me hacía la difícil, pero siendo sincera siempre caía rendida a tus pies. Eres totalmente irresistible.
Siempre te preocuparon mis sentimientos aún cuando no debías, jamás avanzaste por miedo a cómo me harías sentir. Yo jamás me atreví a tratar de olvidarte, porque tampoco quería herirte, para ser alguien que le gusta el romance, contigo y nuestra historia es más que sólo eso, más que simple romance, es amor, amistad, felicidad, dolor. Somos todo, tú y yo, nadie más.
Volví a ti siempre que pude, siempre que me lo pedías, me robaste el corazón sin darme cuenta, me enamoré profundamente de ti.
El miedo a perdernos es mutuo, mereces a alguien que te ame con la misma intensidad que tú, creo que yo ya lo encontré, eres tú.

¿Porqué te quedaste?
Ya eras feliz con muchos otros

¿Porqué me besaste?
"¿Porqué será?" respondiste.
Me amabas, y yo también lo hacía, todo el mundo entero lo sabía pero ninguno de los dos se atrevía a creerlo. Me equivoqué al pensar que después me dejarías de nuevo, ya ha pasado 1 año y seis meses y sigues aquí. Yo sigo aquí.

El 8 de diciembre fue un perfecto día, me llenaste el alma con esa sonrisa y esa risa tan hermosa que te invadió el día entero, estabas feliz, más feliz que nunca, tomamos un poco, te conocí aún más y cómo si fuese posible me enamoré todavía más de ti.

Leímos nuestro libro favorito juntos, ese libro nos describe perfectamente que es extraño, es extraño ver nuestra historia ya escrita como si alguien hubiese predicho nuestro futuro.

Te volviste mi Kryptonita, mi punto débil, el amor de mi vida y mi mejor amigo. Eres perfecto, estás hecho para mí, de haber sabido que serías tú el amor de mi vida, te habría buscado hace ya mucho tiempo, pero creo que ambos estamos de acuerdo en que éste fue nuestro momento, el mejor momento de todos.

Quisiera besarte ahora mismo y susurrarte al oído que ésto es real, me sentí tan patética por haber llorado al creer que no era lo suficientemente buena para ti. A quién engaño, somos perfectos el uno para el otro.

Ni siquiera sé porqué te abracé el primer día que nos hablamos, quería protegerte de algo que ni yo misma sabía que era, tal vez quería protegerte de todo ese sufrimiento que cargabas en esos tiempos de lamentos. Me alegra haber sido tan dulce contigo, tan comprensiva, preocupona, y curiosa como siempre. Siempre me carcome la curiosidad y más al querer conocerte y saber de ti, pero jamás creí que el gato en lugar de morir por la curiosidad terminaría enamorándose de ella.

Te volviste completamente irresistible para mí, y lo sigues siendo. Feliz cumpleaños, feliz mesiversario, aunque ya han pasado unos cuántos días, jamás me cansaré de celebrar todo lo que se trate de ti. Te amo cómo no tienes idea, soy tuya, siempre fue así y no quise verlo.

Eres todo lo que siempre soñé tener a mi lado...

L.

𝑽𝒆𝒊𝒏𝒕𝒊𝒄𝒖𝒂𝒕𝒓𝒐 𝒄𝒂𝒓𝒕𝒂𝒔, 𝒏𝒐𝒗𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒑𝒐𝒆𝒎𝒂𝒔.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora