12. Besuqueándose.

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—¿Qué haces aquí? —Le preguntó a Kuroo al verlo apoyarse cómodamente en el umbral de la puerta de su oficina.

—Trabajo, amor mio. —Contesta el mayor con una sonrisa ladina.

Aquel día daba la casualidad que eligieron a Kuroo para ser representante de la empresa en la que trabaja, para que presenciara las reuniones de comunicación y negocios con empresas del rubro. Casualidad que se ese día en que lo eligieron a él para visitar la empresa donde trabaja Keiji. Es entonces que decidió aprovechar la visita una vez sus responsabilidades terminaron.

Akaashi enarco una ceja cruzándose de brazos al escucharlo, haciendo uso de su escritorio como principal fuente de apoyo. Kuroo pasó a la oficina sin mas que decir no sin antes olvidar cerrar bien la puerta, con cerrojo incluido.

—No vamos a hacerlo en mi oficina, Tetsurou. —Dijo Akaashi con voz firme.

—¿Porque no? ¿No me extrañas como yo te extraño a ti? —Kuroo susurra con voz grave, acercándose al cuerpo del menor, abrazándolo por la cadera, juntando ambos cuerpos.

—Porque mi asistente cada 17 minutos con sus irrelevantes reportes.

—¿Eh? ¿No quieres que ella se entere que ya estás ocupado?

—No, pero los rumores son molestos.

Kuroo frunció los labios en una señal de enojo infantil o capricho, Akaashi soltó un suspiro. A él también le molestaba tener que ocultar su relación de los demás, pero no tenía elección, le gustaba su tranquilidad en el trabajo.

Miró la hora en su reloj de pulsera, su asistente se aparecería en 7 minutos. Asi que decidió contentar a su pareja, al menos un poco.

—7 minutos, Tetsurou.

Kuroo sonrió, eso era más que suficiente. Fijó su vista a la azulada mirada del menor y acabó con la distancia que los separaba juntando sus labios. Primero de forma lenta, como si estuviera saboreando la boca ajena por primera vez.

Keiji llevó sus brazos para abrazarlo por la nuca y Kuroo no resistió en profundizar el beso un poco más. Sus lenguas se encontraban una y otra vez en un intenso frenesí de contactos bucales.

Tetsurou acarició la espalda baja del menor y llevó una mano a uno de los glúteos de Akaashi, apretandolo con fuerza. Keiji jadeo en la boca del mayor, así que Kuroo aprovechó para adentrarse un poco más.

Recorrió cada pequeño espacio, debajo de la lengua o detrás de los dientes; y Keiji no se quedó atrás. Kuroo tomó por completo el trasero de su pareja con ambas manos, y apretó de nuevo.

Keiji jadeó nuevamente y finalizó el cruce de sus bocas con un sonoro beso. Abrió los ojos para encontrarse con la ambarina mirada de su pareja aún demasiado cerca, aún demasiado provocativa. Le dio un empujoncito, separando sus cuerpos que casi parecían uno solo. Debía ser fuerte.

—Esos no fueron mis 7 minutos Keiji. —Kuroo se acercó a él nuevamente.

—No, pero no podemos ir más allá.

El mayor soltó un suspiro y le besó los labios nuevamente, esta vez, en un contacto casi efímero, separando sus cuerpos.

—Entonces te espero en casa. —Kuroo sonrió de medio lado y se dirigió a la salida de la oficina. —Fue un gusto visitarlo Akaashi-saaan. —Saludó con voz elevada y se marchó con una risa contenida.

—Estúpido Tetsurou... —Se dijo a sí mismo, tapando su boca con una de sus manos.

30 day OTP ChallengeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora