28. Haciendo algo ridículo.

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Sin duda alguna, el porte serio de Akaashi era una cosa imperturbable. Siempre perfecto pulcro y con la palabra justa. Ni siquiera Bokuto podía perturbar su juicio, siempre se anticipaba en todo como si leyera las acciones y pensamientos de todos, como un libro abierto. Pero ¿era imposible, entonces, perturbar su calma? La respuesta es no. Era difícil pero no imposible.

La respuesta sobre el cómo era posible algo así. La obtuvieron una noche, como tantas otras. Un sábado por la noche, Bokuto es quien puso su casa para pasar la madrugada entre tanta juventud masculina. Incluso Tsukishima se encontraba presente, que había viajado hasta Tokyo el día anterior.

—Todavía no me acostumbro a esto. —Dijo Yaku mirando a Bokuto abrazar tiernamente a Tsukishima, mientras el último intentaba alejarlo con sus manos.

—¿El hecho de que Bokuto tire para el otro lado? —Inquirió Konoha

—No, que Tsukishima lo soporte.

—Ahhh si. Es verdad

La noche siguió su curso tranquilamente, o bueno, tranquilo dentro de los parámetros que podía haber en una casa llena de juveniles medio tomados. Es justo en ese momento que a Bokuto se le ocurrió la maravillosa idea de jugar algo con las simples reglas del que el que pierde, toma. Y entre risas, burlas, retos y preguntas, muchos de ellos ya estaban en un estado que daba vergüenza ajena... y Akaashi no era bueno con el alcohol.

—Heeey bonito, —Kuroo le quitó el vaso medio vacío que Akaashi estaba a punto de terminar. —Creo que es suficiente por hoy. —Claro que al verlo con los ojos vidriosos y ligeramente sonrojado, se le fue difícil ser firme en la negativa de devolverle el vaso.

—Solo... un poco. —Susurró, arrastrando las palabras de manera chistosa. Pero Kuroo estaba más preocupado que cualquier otra cosa, ya que nunca lo habia visto asi.

Así que lo acomodó en un borde del amplio sillón, el menor se movía con movimientos erráticos y se aferraba al brazo de su pareja para no caer.

"Bueno" Pensó Kuroo. "No está tan mal" Claramente estaba siendo optimista, o, lo intentaba. Sin embargo, una vez acomodó a Keiji en el sillón se dirigió a la cocina en busca de una considerable cantidad de agua.

Akaashi largó un suspiro profundo, miró a Konoha, pidiendole algo de beber, solo comunicándose con la mirada, como si fuera un partido.

—Lo siento, Akaashi. Pero Kuroo tiene razón, mejor descansa.

Estaba claramente ofendido, ¿cómo es que sus propios compañeros de equipo se hayan puesto en su contra? —¿Bokuto-san? —Buscó a su rematador estrella con la mirada. Hasta que finalmente lo encontró aislado del grupo, claramente acompañado por Tsukishima.

De pronto la conversación de un pequeño grupo fue tomando relevancia debido a la cuestión. Akaashi no pudo evitar prestar atención.

—¿Que como fue que accedí?—Se escuchó la voz suave de Tsukishima. —Bueno, dije que sí y ya.

—¡¡Tsukki quedó anonadado de mi grandioso poder de remate!! —Completó Bokuto sonriendo ampliamente, como si aquella fuera la verdad absoluta.

—Claro que sí...—susurró Yaku. —Espera, ¿como puede ser que los dos chicos más callados y aparentemente inteligentes estén saliendo con los dos idiotas mas grandes del universo?

—A quien le dices idiota. —Dijo Kuroo llegando de la cocina con varias botellitas de agua.

Akaashi sonrió con sus mejillas tiñendose de rojo un poco más. Los presentes se sorprendieron un poco. El alcohol lo había afectado gravemente.

—Kuroo-san... él se esforzó mucho. —Recordó, pensando en voz alta.

—¿oh? ¿de verdad?

—¡Yo quiero saber como!

—Bueno con frases químicas.

Kuroo en ese momento había ido rápido hacia Akaashi para que no diga nada. Sin embargo, claramente ya era tarde.

—Espera. -Dijo Yaku al borde la risa. —¿Cómo es realmente eso?

—Yaku...—Susurró Kuroo. —Aprovecharte que Akaashi está en este estado...

—Un compuesto. —Dijo firmemente Akaashi. —Un compuesto de TEluro, porque afecta el sistema nervioso; de AMericio, porque es difícil de encontrar; y de Oxigeno, porque es necesario para seguir vivos.

Se hizo de un leve silencio.

—Increible, Kuroo-san. —Dijo Tsukishima, antes de reír por lo bajo. En comparación de otros como Yaku que si lo hacían en voz alta.

Kuroo empezó a desearles a todos los dioses que conocía que, por favor, se lo tragara la tierra de una vez por todas.

—No lo entiendo. —dijo Bokuto.

—Kuroo tomó los símbolos de esos elementos para formar una palabra y luego las características de los mismos para completar. En realidad si es muy ingenioso. —Explicó Tsukishima. —Felicidades Kuroo-san. Brad Pitt estará llamandote para que le enseñes algunos trucos de seducción.

—Callate Tsukki. —Dijo Kuroo con un leve tono de enojo en su voz.

—Bueno claro que fue ingenioso.—-Keiji todavía hablaba con las palabras arrastradas y el volumen de su voz ligeramente bajo. —Ami me conmovió por completo —dijo sonriendo con total sinceridad en sus palabras.

Kuroo lo abrazó fuertemente. —Ayy bonito, me llevaste a la ruina y luego al cielo en solo un par de segundos. —Decía mientras se sentía tan inmensamente feliz por lo dicho por Akaashi, e inmensamente absurdo por todas las toneladas de burlas que recibirá a partir de ese día. 

30 day OTP ChallengeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora