Let yourself go (Editando)

Capítulo 30

Veo niebla a mi alrededor. Parece ser un cementerio ¿Dónde mierda estoy?

Camino y camino, sin destino aparente. Se siente un vacío en el aire, como si algo faltase dentro de esto. Miro a mis pies, buscando quién sabe qué, encontrándome descalza.

El camino cada vez se vuelve más rocoso y difícil de transitar. A lo lejos veo una cabellera conocida ¿De quién se trata? Mi respiración se acelera, el nerviosismo aumenta y comienzo a correr, desesperada.

Al ir acercándome, descubro quién es el desconocido. Mi padre me espera sentado, bajo un árbol y con un lindo bebé en los brazos. ¿Será Mía, nuestra hija? Hace unos minutos juré estar en la ambulancia, luchando por no perder al ser tan preciado en mi vientre, y ahora está aquí.

Me acerco, sorprendida de verlo frente a mi. Esto es lo que he deseado por años. Mi padre.

-Acércate, Tn__ -Dice mi padre. Está cambiado, se ha dejado crecer algo de barba y lleva ropa cómoda, pero su mirada sigue siendo la misma. Llena de ternura y amor.

-Te he extrañado tanto, papá -Intento abrazarlo, pero la bebé entre nosotros lo dificulta un poco. -¿Q-Quién es esta preciosura?

Instantaneamente me sentí estúpida preguntado aquello. Nunca ví una bebé así. De unos grandes e imponentes ojos verdes, como los de Billie. Su tono de piel es algo más oscuro que el mío, y su cabello es de un castaño oscuro, casi negro. Es muy parecida a Billie, los rasgos y gestos son iguales a los de él. Definitivamente es nuestra hija, lo presiento.

-Es tu hija, Tn__. La he cuidado mientras tú salias... Tómala -Me entrega a la bebé y un fuerte miedo me invade ¿Y si se cae por mi culpa?

-Tranquila -Susurra él- Nunca dejaré que ella o tú caigan. Siempre estaré cuidando de ambas, desde aquí.

-¿De q-qué hablas? Nos iremos a casa, los tres... -Un largo silencio se interpuso. Me sentí desesperada, buscando y buscando excusas por las que mi padre no debería dejarme aquí, o yo no dejarlo.- Debes conocer a Billie, es un novio espectacular y no dudo que como padre tambien lo sea.

-Lo conozco, pequeña. Sólo quiero que sepas que siempre te estaré cuidando, sea donde sea. Tienes una familia hermosa así que cuídala.

-Te extraño tanto, Papá -Susurro, repitiendo aquella frase que hasta el día de hoy, no dejaba de decir antes de dormir o ver algo que me recordara a él. Si él estuviera aquí, tendría su apoyo y eso sería un alivio para mi, mi madre no habría sido una mierda conmigo y seriamos una familia, como siempre intenté que fueramos. Sin él mi vida fue una mierda, literalmente, hasta que conocí a Billie y todo volvió a ser tan tranquilo. Creo que Billie y mi padre son lo más parecido a modelos a seguir. Ellos nunca me abandonaron y eso es algo que siempre valoré.

-Ya es hora de que tú y Mía vuelvan a donde pertenecen, Tn__. Dile a Andy que nunca estuve enojado con él y que lo amo profundamente. Debes saber que tu madre ha estado preocupada de ti, todo este tiempo. No guardes rencor y dale una oportunidad, que sabes que la merece. -Lanza una mirada. Dándome todo el cariño y amor que tanto esperaba desde que murió -No olvides que estoy orgulloso de tí, pequeña.

Sentí como todo se volvía cada vez más borroso. La vista se fue nublando, ya casi ni distinguía a mi alrededor, Mía ya no estaba en mis brazos. Eso comenzo a preocuparme ¿Qué está ocurriendo?

Un destello de luz aparece frente a mi de la nada y me alarmo, pero luego todo vuelve a lo de hace un momento.

-Recuerda que te amo y, que desde aquí te estaré vigilando -Suelta una carcajada, tan característica de él y luego nada. Un destello de luz vuelve a aparecer, y luego un fondo negro. Todo estaba callado, parecía como si de pronto algo se hubiera tragado la neblina, a mi padre y con ello todo el dolor que trajo consigo su muerte. La terrible duda de si me quería, si estaba orgulloso de mí, todo aquello desapareció con un simple gesto, una simple mirada suya transmitiendo lo que de verdad siente y cree. Con él nunca hicieron falta las palabras, y esta no fue la excepción.