Capítulo 31

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Ya quedaba una semana para que Mía naciera. Todo parecía estar tranquilo. La escuela estaba por terminar y con eso venía la graduación. No pude terminar mi último año, debido al embarazo, por lo que tendría que repetirlo el año que viene, sin Billie, ni Mike, ni Tré y menos Britt, lo que significaba que estaría sola.

En tres días más, Billie saldría de la escuela y se dedicaría de lleno a la música y por supuesto, a nosotras.

Estaba esperando a mi madre, sí, mi madre vendría a verme luego de todos estos meses sin hacerlo. Me dolía el hecho de que ni siquiera preguntara por mi.

-Es aquella puerta -Escucho una voz acercarse a la habitación. Ollie.

-Gracias -Responde la que claramente distingo como mi madre. Las manos me sudan y mi respiración se acelera de acuerdo a los segundos que pasan.

-Hola -Susurro cuando la veo apoyarse en el marco de la puerta. Me escanea lentamente. Comienza por mi cabello, por lo que niega con la cabeza reprobatoriamente, al verlo despeinado supongo. Mi cara sin maquillaje, mi pijama y finalmente mi vientre. Su mirada se suaviza y de un momento a otro le veo acercarse a mi, con la vista fija en mi abultada remera.

¿Cómo te has sentido? -Pregunta sentandose frente a mi. Me dedico a mirarla. Se ve como una persona tranquila, sin problemas y realmente sencilla. ¿Qué ha ocurrido para que exista un cambio tan grande?

-Sobreviviendo -Suelto una pequeña carcajada. A pesar de estar todos los días acostada, sin poder hacer nada, lo he sabido llevar mejor de lo que pensaba, mucho mejor.

-¿Y tú? -Añadí- ¿Qué ha sido de tu vida en todos estos meses?

-Pues, nada interesante. Te he extrañado mucho estos meses, Tn__ -Responde sincerandose conmigo. No esperaba esto en absoluto. Noto el arrepentimiento en su mirada y la forma en la que actúa.

-Y yo a ti -Se acerca a mi y nos fundimos en un cálido abrazo. Luego de unos minutos, me separo para secar las lágrimas que caen por mis mejillas. Ella mira mi vientre y me lanza una mirada esperando mi aprobación. Asiento y ella coloca su mano, acariciandolo.

-Quiero pedirte perdón -Digo cuando ella ha dejado de acariciar a Mía.

-¿Por qué? -Pregunta extrañada. Quizá no entienda, pero es momento de decirle toda la verdad, esa que ha estado atormentandome durante todo este tiempo. Nunca pude confesarle a nadie sobre esto ya que no confiaba ni en un puto cuaderno para escribirlo. En Billie confío, sí, pero si se lo decía, todo esto acabaría y el saldría dañado más o incluso igual que yo.

-Debo decirte algo importante -Mis manos vuelven a sudar. Estoy nerviosa.

-Puedes contarme, cariño -Toma mis manos, logrando darme esa tranquilidad que nunca antes había sentido junto a ella.

-Bueno... Cuando llegué a la escuela -Le dedico una última mirada, suplicando porque lo que diga ahora no la haga enfadar-  Sólo me acerqué a Billie para fastidiarte y así poder chantajearte. Al ver que era tan parecido a Andrew, encontré la oportunidad perfecta.

Veo como intenta calmarse y luego fija su vista en mi. No había ni enojo ni impotencia en su mirada, sólo cierto desconcierto.

-Dime algo, no me hagas sentir incómoda -Digo al ver que se formaba un largo silencio.

-¿Te arrepientes de estar embarazada de Billie? -Pregunta y yo comienzo a recordar cada momento junto a él, las risas, los besos, los abrazos, las caricias y de algo estoy segura. No cambiaría nada de lo que ocurrió.

-No, no estoy arrepentida. Lo amo como nunca amé a nadie, sin él nada de esto estaría pasando y yo agradezco que apareciera en mi vida.

-Entonces no importa lo demás... Mía tendrá una linda familia -Dice mi madre y caigo en cuenta que ha dicho el nombre de mi futura hija. ¿Qué mierda?

Let yourself go (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora