Let yourself go (Green Day Fanfic)

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Eran las siete treinta de la mañana y el despertador sonaba cada dos minutos para despertarme y anunciarme que era hora de comenzar un nuevo día. Sólo trataba de ignorarlo y seguir durmiendo. Todo estaba perfecto hasta que mamá comenzó a gritar como loca para que despertara. Era raro... ¿Mi madre despertándome? ¿Cómo es posible? No le dijo a nadie que lo hiciera, lo hizo ella, cuando normalmente sólo piensa en compras y más compras.

-¡Tn__, por dios! Entras en menos de una hora y media -Grita, haciendo que sus pasos se escuchen fuertes a medida que llega a mi habitación. Vale, simplemente esto no cuadra. ¿No que hizo lo imposible por quitarme de la escuela? ¿Qué cambió ahora, eh? Oh! No me digan que estoy en el mundo de Coraline y la puerta secreta.

-¡Ya me levanté! Deja de gritar -Digo, mientras me pongo una almohada en la cabeza para disminuir el volumen de su molesta voz.

-Te estoy mirando y estás acostada -Le escucho, y por lo suave que suena su voz, sé que en cualquier momento gritará sin contenerse.

-Ya... -Murmuro, levantándome con toda la pereza que un primer día puede traerte.

-Es tu primer día y vas a llegar tarde -Gruñe, con ambas manos en sus caderas, regañándome como hace años que no hacía.

-Lo sé, me iré a bañar -Digo, observándola con curiosidad.

-Mejor apúrate -Sonríe y da media vuelta, en dirección a quién sabe dónde.

Me levanto rápidamente, metiéndome a la ducha. En media hora y ya más relajada, voy hacia mi armario en busca de ropa. Saco la camiseta de The Ramones que en un pasado fue de mi difunto hermano, unos leggins rojos con negro y mis viejas converse negras.

Cuando me revisé por segunda vez en el espejo, y vi que todo parecía en orden, bajo las escaleras dando saltitos.

-Te ves hermosa -Dice mamá, con una de sus tantas sonrisas falsas que sólo quienes la conocen bien, pueden diferenciar.

-Lo dices sólo porque eres mi madre -Espeto, sólo para no armar un drama sobre esto, ya que voy atrasada.

-Es enserio, aunque con un vestido te verias mejor -Me examina una última vez, haciendo una mueca al ver mis converse. Vuelve a sonreír, como si nada hubiera pasado y se acerca a mi con la intención de besar mi mejilla.

-Mejor me voy -Murmuro, alejándome lo más posible de la bruja de mi madre.

-Cuídate hija, te amo -Me lanza un beso, pero volteo la cara antes de que pueda terminar de ver el gesto. Qué repugnancia.

-Yo igual mamá -Miento, para luego ponerme la chaqueta y mi mochila al hombro. Y antes de que mi madre suelte otro discurso porque aún ocupo la chaqueta de cuero que me regaló mi hermano, me pongo los audífonos, subiendo el volumen de la música al máximo.

Pese a tener autos a mi disposición y licencia de conducir, nunca quise irme en uno sola. Así que la mejor opción siempre sería el autobús.

Saco el libro de poemas de mi mochila, retomando la lectura que había dejado inconclusa, mientras espero en la parada por el único autobús que pasaba a dos cuadras de donde se encuentra mi casa.

Y en una de las tantas veces que eché un vistazo por la calle, mi vista sólo se fijó en el chico de cabello perfectamente desordenado que caminaba con una guitarra en la espalda y varios libros en la mano. Noté cierto parecido a alguien, algo en su rostro me parecía familiar. Pero rápidamente deseché esa idea. ¿A quién voy a conocer yo, si no es a mis padres?

Cruzamos miradas, haciendo que ambos sonrieramos instantaneamente. Pude ver sus labios moverse, pero el volumen de la música no me dejaba oír nada excepto la dulce melodía que salía de mis audífonos.

Vuelvo a verlo, esta vez moviendo su mano en señal de saludo. Me quito un audífono, esperando no haber cometido un error y pensar que a quien le habla es a mi.

-¿Hola? -Pegunto, dudosa.

-Hey! -Saluda, aunque sus dedos siguiendo el ritmo de la canción que reproducía mi móvil en ese momento, me resultó más importante- ¿Puedo hacerte una pregunta?

-Ya hiciste una -Me encojo de hombros, haciendo que él suelte una carcajada donde más de algún libro amenazó con caerse en el proceso.

-Estoy hablando en serio -Dice, poniendose serio abruptamente.

-Pues, suéltalo -Sonrío, teclando un par de cosas en mi móvil para que la música deje de sonar.

-No ha pasado el autobús... ¿Cierto? -Pregunta, mirándome impaciente.

-No... ¿Sigo aquí, verdad? -Contesto, divertida. Él asiente, sonriendo al darse cuenta de lo estúpida que fue su pregunta- Si quieres hablar sólo hazlo.

El chico suelta otra carcajada, esta vez más corta y menos estruendosa.

-Oh! Gracias, chica sarcasmo  -Nos miramos por unos segundos, para luego largarnos a reír.

Cerca de dos o tres minutos estuvimos callados, yo pensando en lo rápido que fue entablar conversación con alguien y él, en quizá qué cosas.

-¿Te gusta The Ramones? -Pregunta, haciendo que suelte un suspiro. Al fin, odio la incomodidad.

-Sí, son buenos... -Respondo, tomando con la punta de los dedos la desteñida camiseta.

-¿Y cómo supiste de ellos? -Desvío la mirada, pues las lágrimas amenazarán con salir en cualquier momento.

-Mi hermano -Murmuro, respirando hondo.

- ¿Cómo te llamas? -Pregunta y yo agradezco mentalmente por el repentino cambio de tema.

-Me llamo Tn__ -Sonrío, volviendo a mirarlo- ¿Y tú?

-Mi nombre es Mike Dirnt, mucho gusto -Nos damos las manos, como si recién nos hubieras conocido ni cruzado palabras hace segundos.

-Oh, ahí viene el autobús -Digo, alegre de no llegar tan tarde después de todo.

-Y... ¿A dónde vas? -Subimos al primer escalón, observando cómo la puerta se cierra, para luego terminar se subir y pagar las monedas al conductor.

-Al instituto y voy bastante atrasada por la culpa de este jodido autobús -Susurro esto último, entre dientes- ¿Y tú, donde tu novia?

- También... Las dos cosas -Dice, riendo- No, no donde mi novia. Es que venía de la casa de un viejo amigo que guardaba a esta preciosura.

Apunta hacia la guitarra en su espalda. Sonrío, y luego camino hacia los últimos asientos para poder sentarnos juntos.

-¿A cuál vas? -Pregunto, deseando que al menos esté cerca del instituto que he elegido. Vuelvo a mirarlo, esperando respuesta.

- Al que queda cerca de la avenida Flours, se llama Brown Stouck.

-¿Enserio? -Mike asiente, dejándome sorpredida- Yo igual, aunque soy nueva.

-Bueno, entonces vamos a ir juntos ¡Bienvenida! -Sonrío por la amabilidad con la que este chico me trata.

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Primera vez que escribo aca ;-; tengo miedo jaja quiza nadie la lea:I pero si alguien lo hace agradeceria sus comentarios^^

Let yourself go (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora