La vie •An• •L•

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Después de esa despedida, Yanan no volvería a Estrusburgo.

Prefirió ir a Estados Unidos en su año más emocionante, los felices años veinte.

Ahí se quedó un buen tiempo, aprendió bastantes cosas. Incluso llegó a vivir relaciones ajenas, llorar por decepción ajena y eso lo hizo estar más familiarizado con sus sentimientos. Volverse una persona emocional.

Había recorrido tanto, había visto tantas cosas hasta que en un momento pasó algo que nunca hubiese imaginado.

Fue en 1915.

Yanan estaba sentado frente a un lago mientras trataba de jugar con el agua, ya de lejos había observado a un chico que llamó su atención pero lo dejó pasar. Después de pasar ese agradable rato iba regresar a otro punto mientras que asombrosamente sintió una mano sobre su hombro.

-¿Qué esta sensación?

Había susurrado Yanan para si mismo y si, era calor humano después de tanto tiempo.

Yanan volteó asombrado para ver lo que pasaba y era ese mismo chico.

-Tú.. ¿Puedes verme?

-¿Y tú puedes verme a mi?

Cuando Yanan escuchó la respuesta simplemente no supo ni que decir.

-Dime algo por favor, sé que me estás escuchando. Al fin hablo con alguien después de años..

-Yo.. He olvidado hasta como hablar también..

-¿Como te llamas? ¿Quien te ha enviado?

-Soy.. Yanan.. ¿Tú?

-Me llamo Launcelot.

Yanan no podía creer lo que acababa de escuchar. Pero no podía acomodar los tiempos,
¿No era que Launcelot estaba perdido? De todas formas Yanan se siguió haciendo el desentendido porque no quería causar más problemas sin saber lo que ocurría.

-¡¿ME DIRÁS QUIEN TE ENVÍO?!

Los ojos del chico se llenaban de lágrimas y Yanan no se explicaba lo que estaba sucediendo.

-E..Es un error ni siquiera sé porque estoy aquí..

-¿Tú no puedes matarme? Vamos, eres como yo. Seguro entre nosotros podemos hacerlo, mátame ya.

-¿Qué?

-¡Todo este maldito tiempo solo! No se que puta utilidad tengo, ¿No te parece absurdo? ¿No me matarás?

-¿Y tú crees que yo también quiero vivir así? ¡No puedes morir idiota! ¡NO PUEDES!

Yanan miró a Launcelot con coraje debido a su tan cambiante estado, era cierto que ninguno de los dos podía matarse, eso era imposible.

Launcelot empezó a reír como si estuviera loco y tomó por los hombros a Yanan.

-Que feliz pareces estar.

Yanan empujó a Launcelot y éste había caído al suelo enseguida debido a que era más bajo.

¿De que estás hablando?! No sabes todo lo que he tenido que pasar en todo este tiempo. Pero si no sigo avanzando entonces me quedaré aquí y no quiero, no quiero quedarme.

Launcelot se levantó y comenzó a caminar lejos de Yanan tan rápido como pudo.

-¿Ahora te vas? Haha, lo imaginé.

AVENIR: 1913 [PENTAGON] [YANAN X E'DAWN.] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora