Lumière. •An• •L•

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¿Vamos a disfrutar?

Así fue.
Yanan tomaba la mano de Launcelot y lo llevaba a lugares que jamás había conocido.

-Yanan..

-¿Como es que estabas encerrado en Estados Unidos? Te perdías de mucho.

-Gracias..

Yanan se hizo cargo de Launcelot como una madre y veía por Launcelot como un padre.

Uno de los lugares favoritos de Yanan era Zagreb y automáticamente se volvió también el favorito de Launcelot.

Ahí pasaron momentos que sus memorias jamás borrarían. Independientemente de que Yanan haya pasado tanto tiempo recorriendo lo que él quería visitar, seguía estando solo en ese entonces. Ahora con la compañía de Launcelot se sentía diferente, ya no se sentía tan abandonado, tan castigado por la vida.

-¿Estás seguro que no me conoces desde antes?

Hyojong habló y Yanan recordó lo que había olvidado hace algunos días. Era cierto, estaba mintiéndole a Launcelot pero tampoco quería que supiera lo bien que lo conocía, aunque primera vez personalmente.

-¿Eh? Estoy seguro, nunca había escuchado ese nombre tan feo.

Hyojong frunció el ceño y de manera avergonzada le dio un empujón suave a YanAn.

-Que dices idiota.. Lo preguntaba porque yo sé que eso debió de haber sido noticia

-Haha, jamás. Algo tan irrelevante como tu desaparición no creo que logre ser noticia en ningún lado.

-¿Eres así de pesado siempre?

-Veamos.. Dime en que año fuiste enviado acá.

-En 1913..

-Increíble. Ni siquiera había nacido, Launcelot. ¿Te imaginas? Si nos hubiéramos conocido antes tú serías casi un anciano, hahaha.

-Tienes razón.. Perdóname.

Yanan se quedó en silencio un momento y después alborotó el cabello del más bajo con las manos.

-Tú realmente no puedes negar tus raíces.

-¿De que hablas?

-Solamente mira tu cara.. Tus facciones son tan marcadas, y ese cabello tan rizado.. Sonará extraño pero eres un hombre lindo.

Launcelot se ruborizó pero disimuladamente mordió su lengua lo más fuerte que pudo. No se había dado cuenta del dolor hasta que probó el sangrado propio pero sanó enseguida.

-Eso sonó tan raro. ¿No deberías decirle eso a una chica?

-¿Ves a alguna por aquí?

-No...

-Preséntame a una y le digo tantos halagos como pueda.

Launcelot extrañamente sintió como ardía por dentro y prefirió no responder.

-Bueno..

-Yanan, vamos a un bosque.

-¿Te quieres ir de aquí?

-Quiero ir a un bosque..

-Vamos ahí.

Yanan llevó a Launcelot pero al llegar tuvo que soltar rápidamente su mano porque Launcelot había corrido y Yanan no entendía la razón. Trató de perseguirlo pero al ver como estaba escondido entre las ramas prefirió solo mirarlo de lejos.

Launcelot amaba la naturaleza, con sus fuerzas. Disfrutaba estar rodeado de área verde y de silencio. A diferencia de Yanan, Launcelot sabía apreciar ese tipo de belleza y sentía que sería más hermoso vivir como un árbol.

Yanan solo veía que estaba sentado y pensó que no quería ser molestado así que prefirió irse un rato.

Launcelot si sabía que estaba siendo observado pero igual al ver a YanAn alejarse se acercó hasta donde iba Yanan y soltó un suspiro.

-Esto es tan extraño.

Launcelot pensaba en la amabilidad de Yanan, sus sentimientos empezaban a revolverse hasta este punto porque que sabía que cuando volviera, su corazón se alteraría y no lo iba poder evitar. Pero tampoco estaba seguro, él no quería sentir eso por él.

Yanan volvería unas horas después y vio a Launcelot en una banca, se acercó con él y lo tomó por los brazos de forma brusca.

-Ya vámonos.

Launcelot se sorprendió por el repentino trato y apartó sus brazos inmediatamente.

-No quiero.

-Te llevaré a un lugar, vamos.

-Vamos..

Yanan lo tomó y lo regresó a Estados Unidos pero entraron en un callejón oscuro hasta llegar a un extraño lugar, Launcelot lo describiría como una fiesta. Pero al entrar supo de lo que se trataba.

-No quiero estar aquí.

-Vamos a ver, ¿nunca has venido?

Ese club nocturno estaba repleto de gente y Launcelot sentía su corazón retorcerse y enfurecido intentó salir.

-Basta, suéltame.

-¿Que te sucede?

-¡Quédate tú! ¡Déjame ya!

Yanan lo soltó pero se fue tras él.

-Regresa ahí.

-¿Que te pasa?

-Estos lugares no me gustan.

-Tienes razón, te traje aquí sin considerar tus gustos.. ¿Te van mal las niñas?

Launcelot se enfureció al escuchar lo que Yanan le decía y solo se acercó aceleradamente a él mientras estiraba de su camisa con brusquedad.

-¿Oh? ¿Te gusta esto? -Apuntaba a su camisa.-

-Eres un jodido idiota.

-No peleemos.. He presenciado hasta de lo que no tienes idea.

-Eso a mi no me interesa. En realidad Yanan, no me agradas..  Pero tenemos que convivir, no hay de otra.

-Nadie te obliga enano estúpido. Fue una sugerencia pero viéndolo bien eres un malagradecido y también ya me estás hartando.

-Entonces vamos a volver como antes, ni tú a mi ni yo a ti.

-Que dramático.. Déjate de tonterías.

-Tú si vas a llegar Yanan, dime que tan lejos puedes llegar.. No quiero estar aquí ya.

-Te refieres.. ¿Al futuro?

-Sí..

-Hahaha..

-¿que? ¿Ahora qué?

-Lo único que te importa.

AVENIR: 1913 [PENTAGON] [YANAN X E'DAWN.] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora