Capítulo 1: Persecución

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-¡Vamos!, dinos en dónde está él y te dejaremos ir- su voz se tornó llena de irritación y de ira. 

-Jamás se los diré -Estaba tan concentrada en no quedar inconsciente, que sin previo aviso el hombre con bigote me golpeó en el abdomen haciendo que soltara todo el aire de mis pulmones.

-¡No juegues con nosotros niña!- gritó lleno de ira.

-Prefiero morir... a que ser un soplón -digo esas palabras con el poco aire que recolecté en mis pulmones. Estaba decidida a no venderlo, no iba a dejar que lo mataran.

-Bien, entonces morirás- una sonrisa malévola apareció en sus labios.

-Cuando el hombre pronunció esas palabras, su compañero me agarro de los pelos y me arrastro por el frío suelo, para posteriormente alzarme con brusquedad y atarme las muñecas a una soga, la cual se encontraba sujeta de un gancho que estaba colgado del techo. El hombre se acercó a mí con una cara de psicópata, me empezó a golpear en el rostro sin parar como si su vida dependiera de ello , cuando ya se cansó de esto su compañero se acercó con un látigo y me empezó a golpear en la espalda con él , luego de eso me llevaron a una sala, me esposaron a una silla, me amordazaron y me colocaron una toalla en la cara; mientras su amigo inclinaba la silla para atrás el otro hombre empezó a tirarme agua helada a la cara, esto duró como 5 minutos pero para mí parecieron horas, luego de eso me volvieron a colocar en la anterior sala donde me desvistieron dejándome solo en ropa interior, me colgaron del techo nuevamente; me mojaron y me dieron descargas eléctricas con la picana, para ese entonces mis muñecas estaban sangrando de lo fuerte que me habían apretado las esposas y la soga, mientras aquel sujeto hacía eso, mire al hombre que estaba enfrente mío que se reía sin un poco de remordimiento por lo que me estaban haciendo, mis párpados comenzaron a volverse pesados, haciendo que cerrar mis ojos lentamente y luego de eso quede en la oscuridad absoluta...

Me desperté abruptamente de aquel horrible sueño, mi espalda estaba empapada en sudor, un escalofrío recorrió toda mi espina dorsal. Me senté a la orilla de mi cama mientras trataba de tranquilizarme, me giro para ver el reloj el cual marcaba las  4:16 a.m, me levanté aún procesando lo que acababa de soñar y me dirigí hacia la cocina para servirme un vaso de agua fresca, pero al acercarme al lavabo se comenzó a oír el ruido de la sirena de la  ambulancia, la cual pasó a toda velocidad por la calle. 

▲Ese mismo día▲

-Luego de aquella pesadilla logré dormir un par de horas, mi cuerpo se sentía un poco agotado, con todo el cansancio del mundo me dirigí lentamente hacia la cocina para prepararme mi desayuno, encendí la televisión y vi en las noticias que habían matado a un hombre de aproximadamente 47 años en un callejón- Debería ayudar... pero a mi estilo- Mágicamente todo el cansancio que tenía fue reemplazado por adrenalina la cual me subió rápidamente el ánimo. Me dirigí hacia mi habitación para ponerme mi ropa, un abrigo, una bufanda y mi gorro, ya que estaba comenzando a helar; cerré la puerta de mi departamento con llave y me dirigí hacia aquel callejón que decían en las noticias, pero al llegar me encontré con mi primer problema, un par de policías vigilando el área; espere pacientemente y al cabo de unos minutos ambos policías se tomaron un descanso el cual aproveche al máximo; rápidamente me coloque mi capucha y me dirigí a la escena del crimen, cuando llegué comencé a buscar cualquier tipo de pista, mire hacia arriba y localice una cámara de vigilancia que estaba en un poste hecha pedazos, pero no sería tan difícil hackearla, mire el área y pude recolectar algunas pistas, me puse en cuclillas y examine donde anteriormente se encontraba el cadáver; cuando estaba por examinar aquella área vi como dos sujetos se comenzaban a acercar hacia donde me encontraba. 

-¡Oye tú! ¿Qué estás haciendo?- la mirada de aquel sujeto representaba preocupación al verme en ese lugar. Cuando vi que comenzaban a dirigirse hacia mi dirección salí corriendo rápidamente, en reiteradas ocasiones dirigía mi mirada hacia atrás para corroborar de que no me seguían, pero al parecer no me querían dejar ir porque en ningún momento bajaron su velocidad, lo cual era lógico ya que es muy sospechoso ver a un civil dentro de la escena del crimen.

Mi detective favorito (Sherlock holmes y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora