Está historia está basada en la serie de Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle interpretado por el actor Benedict Cumberbatch, tratará de una chica hacker con un pasado oscuro que ayudará a Sherlock y se enamoraran en cada una de sus aventura( para...
-Creo que esto podría funcionar- me dije a mi misma mientras veía la ropa que había elegido para salir- se está haciendo tarde- dije mientras me dirigía a la puerta para salir.
-¿A dónde vas?- preguntó una voz familiar.
-¿Sherlock?- dije incrédula al ver quien se encontraba del otro lado de la puerta.
-No has respondido mi pregunta- dije serio mientras cruzaba los brazos y me impedía el brazo.
-¿A qué vienes?- pregunté con un suspiro.
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-Solo venia para avisarte de que ya no busques al sr. Bigotes, alguien más lo encontró y se quedó con la recompensa- dijo serio.
-Eso es bueno- dije con una sonrisa-como sea, nos vemos después.
-Espera- dijo Sherlock mientras sujetaba mi muñeca e impedía que me fuera- No me has dicho a dónde vas tan arreglada.
-Solo me iba a juntar con Ji...- estaba a punto de decirle, pero por alguna extraña razón decidí mentirle- me voy a juntar con Matt.
-¿Qué acaso no lo viste ayer?- preguntó con una ceja arqueada.
-Así es, pero él se quería que comiéramos juntos- dije con una sonrisa nerviosa.
-¿Y porque no comen aquí?- preguntó Sherlock como si fuera lo más obvio del mundo.
-No lo sé, son cosas de él; como sea, me tengo que ir, nos vemos luego- dije rápidamente, para luego zafarme de su agarre y salir rápidamente.
***
-Hola, lamento llegar tarde, es que tuve un pequeño inconveniente con un... "amigo"- dije avergonzada mientras me disculpaba con Jim el cual ya se encontraba fuera del bar.
-Tranquila, está bien, si tu amigo te retraso, seguro fue por una buena razón- dijo Jim con una sonrisa, la cual dejaba ver su perfecta dentadura.
-Nunca creí que llegaría tarde a una cita- dije inconscientemente, pero me arrepentí rápidamente de mis palabras.
-Conque una cita- dijo Jim con una ceja arqueada y con una sonrisa.
-Yo no quería...- dije avergonzada.
-Tranquila, está bien- dijo con una risa que lo hacía parecer un niño pequeño mientras colocaba una mano en mi cabeza- podemos dejarlo como una salida de amigos.
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