Narra Julieta
El resto del fin de semana fue tranquilo, nos quedamos en casa viendo pelis y comiendo todo tipo de cosas y ninguna sana. Preparamos las clases para la siguiente semana y disfrutamos de la compañía de la otra. Es increíble como podía estar con Violeta sin hacer nada, incluso en silencio y que el tiempo volara, con ella no me aburría nunca.
Ya era lunes y estábamos listas para ir de nuevo al instituto. Subimos al coche y Violeta se dirigió hasta allí, estacionó y sacó las llaves del coche para cerrarlo.
- Es la primera vez que venimos al trabajo siendo novias oficiales – me dijo Viole con una sonrisa en su cara.
- Justina va a hacer una fiesta cuando se entere – le contesté yo.
- Tampoco creo que le sorprenda mucho, ella ya sabía mis intenciones desde el principio y yo siempre consigo lo que quiero... - me dijo ella coqueta.
- Uyyy que subidito señorita Urtizberea – le dije yo mientras me acercaba a ella, me moría por besarla en este momento pero me di cuenta de en el sitio que estábamos y no era conveniente que alguno de los alumnos nos viera.
- Juli, Juli... ¿quieres besarme? – me preguntó mientras pasaba su lengua por sus labios y luego se mordía el labio inferior provocándome y lo estaba consiguiendo.
- Muero por besarte así que para de jugar conmigo y vamos para adentro – le dije yo mientras me encaminaba a la entrada del edificio.
Violeta me siguió y pronto estábamos con Justina y Juan en la sala de profesores. Estuvimos charlando un rato y de repente Viole le soltó la noticia a Jus que gritó y todos los profesores se giraron y empezaron a mirarnos.
- Justina, cálmate – le dije yo.
- No puedo, por fin Urtizbealvo es real oficialmente – me contestó ella emocionada.
- Sí y esperamos que por mucho tiempo – contestó Violeta mirándome con una cara de amor que me derritió completamente.
No pude contenerme y le di un breve abrazo por detrás y ella sonrió. Cada uno nos dirigimos a nuestras clases y por suerte el día pasó muy rápido. Había quedado con Violeta en el coche porque yo tenía que pasar a recoger unos libros de la biblioteca y cuando salí vi que estaba hablando acaloradamente con Jorgelina así que me apresuré a ver qué pasaba.
- Cariño, ¿todo bien? – le dije mientras pasaba mi brazo por su cintura de manera protectora.
- Sí, Jorgelina ya ha encontrado nuestro instituto. Estoy segura de que pasará a visitarnos a menudo – dijo ella con ironía.
- Vendré cada día hasta que consiga que vuelvas conmigo – dijo la estúpida esa.
- Pues le voy a decir a Gonzalo, el conserje, que te saque una sillita porque te vas a morir esperando a que eso pase. Ahora que Violeta es mía, no la voy a dejar escapar... - dije yo con soberbia.
- ¿Ahora que Violeta es tuya...? – repitió ella como procesando la información.
- Sí, Jorgelina. Julieta es mi novia y nosotras no vamos a tener nunca nada más así que es mejor que dejes de perder tu tiempo y vuelvas a tu vida en NY – le contestó Violeta.
- Eso ya veremos – dijo ella, dándose la vuelta y yéndose.
Viole y yo subimos al coche y nos pusimos de camino a casa.
- ¿No se va a cansar nunca? – le pregunté.
- No lo sé, espero que sí – dijo ella con un tono cansado – solo espero que no sea como en Nueva York porque yo no puedo vivir así, Julieta... -
- No te preocupes, no voy a dejar que te moleste – le contesté yo segura.
- Pero porque me tienen que pasar estas cosas a mí, no puede entender que lo nuestro acabó y seguir con su vida... - me dijo ella frustrada.
- Yo la entiendo, si tú ahora me dejaras me volvería una loca como ella y te perseguiría a todas partes... eres adictiva Violeta – le contesté yo.
- Que miedo Calvo, aunque eso no va a pasar porque no te voy a dejar jamás, ahora que te he encontrado no pienso dejarte ir... - me dijo ella mientras estacionaba el coche.
- Vamos rápido a casa que me muero por besarte – le respondí yo con ansias.
Salimos del coche y yo ya tenía las llaves preparadas, abrí la puerta de casa y entramos a nuestro piso. En cuanto Violeta entró, la empujé contra la pared y empecé a besarla con todas las ganas acumuladas del día. Para mí era un sufrimiento verla por el instituto y no poder besarla. Además, habíamos entrado en un juego mutuo de provocaciones que se estaba convirtiendo en una completa tortura. Seguimos besándonos con hambre y nuestras manos viajaban libres por el cuerpo de la otra.
- Tú crees que me puedes provocar así en el trabajo y luego salirte de rositas – le dije yo en un susurro para dirigirme después a su cuello.
- Yo no he hecho nada de eso profesora Calvo – me contestó ella con una cara inocente que me estaba matando.
Violeta sabía jugar muy bien, me sorprendía su rapidez mental muchas veces.
- ¿Ah no? Encima me miente señorita Urtizberea, creo que voy a tener que castigarla – le dije mientras agarraba sus manos para inmovilizarla por encima de su cabeza y viajaba de nuevo a su boca para besarla.
- Si este es el castigo, creo que voy a ser una niña mala durante mucho tiempo – me dijo ella pícaramente.
Intentó liberar sus manos pero yo la sujeté más fuerte.
- No intentes escapar de tu castigo – le susurré yo.
- ¿Le gusta dominar profesora Calvo? –me preguntó ella - ¿Le gustaría tenerme inmovilizada y desnuda para que pueda hacer conmigo todo lo que quiera?
Las palabras de Violeta me estaban matando, estaba ya completamente excitada solo de imaginarme la situación.
- ¿Le gusta ser dominada señorita Urtizberea? – le devolví la pregunta.
- Normalmente no, pero por usted profesora haría lo que fuera – me dijo de nuevo poniendo una cara inocente y mordiéndose el labio.
Sus palabras terminaron con la poca razón que me quedaba y acabamos en la habitación. Violeta desnuda y atada para mí, nunca había hecho este tipo de cosas antes. Había sido increíble poder torturar un poco a Violeta y hacerla sufrir, para luego darle todo el placer y el amor que ella se merece. Mi vida sexual había sido muy triste pero Violeta me estaba enseñando cosas y sacando partes de mí que ni yo misma sabía que existían y estaré agradecida con ella para siempre.

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Profesoras
ФанфикJulieta es profesora de literatura en uno de los institutos de Buenos Aires, lleva tres años casada con Octavio y ambos hacen la pareja perfecta de cara al público. Ambos son guapos y exitosos en su trabajo ¿pero su relación es tan perfecta cómo par...