La verdad es que ver como sacaban el mobiliario de casa desde la acera de enfrente, no fue para nada agradable para mi, y menos con una madre que cada puñetero día te llevaba a las mejores tiendas de Busan para el vestuario de su dichosa boda este fin de semana. Ni siquiera la reconozco; antes debíamos tener cuidado con que comprábamos, y solo de muy de vez en cuando... Ahora a cada tienda que entrabamos, 1.251.204,00 Wons (1000 euros) era lo mínimo que gastábamos.
Y eso no me gustaba para nada.
Ya tenía asumido que me mudaría y me relacionaría con personas de mucho dinero. Pero no que iría al Elit, y más si me iban a hacer la vida imposible. Antes la oportunidad de ir allí a base de una beca, me parecía una simple pesadilla bastante inalcanzable, y ahora solo la tenía rozándola con los dedos.
Hara, mi mejor amiga, no sabía nada. Quería decírselo bien y sin prisas, por eso había quedado con ella el domingo y hablar las cosas.
A Soo-An le daba bastante igual el tema, ella estaba mal porque yo lo estaba. Pero por su parte le gustaba ir de compras y le encantaba el prometido de mamá; este le había comprado unos cuantos instrumentos para ir practicando, ya sea la guitarra o un jodido piano. Por mi parte, aceptaba sus regalos amablemente, pero luego no me tomaba el tiempo en siquiera mirarlos por muy mal y algo curiosa que me sintiese.
Pero no me iba a convertir en uno de ellos. Mamá era feliz y Soo igual, dos contra una.
Esta noche teníamos una cena con el próximo marido de mamá: Jeon Dakho, y su hijo. Ni Soo, ni yo conocíamos al pequeño, pero seguro que se llevarían bien entre ellos. Yo por mi lado tenía que intentar librarme de ir a ese estúpido instituto/castillo.
―¡Jae! ¡Salimos en media hora! ¿Cuanto te queda? ―vocifero mi madre al otro lado de la puerta del lavabo.
Aun no nos habíamos mudado, lo hacíamos el miércoles, ya que mañana era la dichosa boda, y básicamente habían mujeres al rededor de mi madre todo el tiempo.
―No, en seguida salgo.
Me revuelvo el pelo, dejándolo en hondas naturales, aun húmedas por la ducha. El maquillaje era leve, mamá había insistido en que una de sus chicas me ayudase, y joder: solo era una cena "familiar". Llevaba unas sombras claras, con una ralla bastante inexistente sobre mis pestañas bañadas en mascara de pestañas, dejándolas largas y rizadas. Un leve rubor en mis mejillas, gracias a mi piel pálida (notese el sarcasmo) y un brillo en mis labios.
A mi me gustaban los vestidos y maquillarme, aunque la mayoría de veces iba sin maquillaje por que, en cierto modo, me molestaba. Pero me gustaba darme ese toque para cenas o eventos especiales.
Por otra parte, llevaba un vestido ajustado hasta las rodillas de color negro marcando mis curvas, con una linea gruesa a cada lado de este de color blanco roto. El vestido era de tirante ancho, sin escote, pero aun así realzando mis pechos, los cuales no eran pequeños y de eso estaba bastante segura, cuando los chicos me miraban estos mismos y no mi cara. Podría decirse que aquí en Corea, no eran muy comunes los pechos medianamente grandes.
Por ultimo llevaba un tacón negro atado a mis tobillos.
Decente. Bastante decente.
Salgo del baño y me dirijo a la habitación ya medio vacía para coger un bolso más grande y así meter mis bailarinas planas. Mamá me las había comprado sabiendo lo mal que se pasaba con los benditos tacones.
Me encuentro con mi madre y mi hermana en el salón, y al verme, mamá no puede evitar sonreír orgullosa de lo que ve.
―Estas preciosa cariño. ―Le sonrío ante el alago.
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Wicked» j.jungkook (Saga Bad Guys #1)
Fanfiction«Serás mi pasatiempo, Jae. Yo juego contigo y tú, te dejas... Claro esta, sino quieres que tu vida sea el completo infierno» Sin duda, Jeon Jungkook, era la reencarnación del diablo. °Inicio: 2018. °Finalizada: 2019. 2018⇒[Smokedange...