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Maratón 3/3 "Nuestro pecado"

Cuando mamá y Dakho salen de casa, Jungkook me coge de la muñeca y me hace subir al piso de arriba. Por poco no puedo seguir sus largos y rápidos pasos.

―¡Jungkook! ―grito en tono bajo para no despertar a mi pequeña hermana de su profundo sueño.

Abre la puerta de su habitación y me mete dentro de un solo tirón. Cuando pienso despotricar contra él por haberme abordado de aquella manera, coge mi rostro entre sus manos y pega sus labios a los míos. Me rindo ante él, abriendo mis labios para dejar entrar a su dulce lengua, la cual me trae un rastro de sabor a alcohol. Le muerdo el labio inferior y me separo de él. Coge el dobladillo de mi camiseta y me la quita.

―¿Vas borracho? ―inquiero, quitando también su camiseta, dejando a la vista su torso marcado y sus hombros musculosos, cubiertos por esa piel aterciopelada y bronceada.

Muerde mi mandíbula, haciéndome jadear.

―Hace una hora que he dejado de estarlo ―murmura ahora contra mi cuello, me coge de las caderas y me lanza contra la cama.

Reboto contra el colchón y pronto lo tengo sobre mí, con sus rodillas a ambos lados de mis caderas y sus manos a los lados de mi cabeza, encerrándome. Se inclina y vuelve a besarme, pero pronto deja mis labios para posarlos sobre la piel sensible de mi cuello y ponerse manos a la obra en hacerme un chupetón, lo sé por la forma de pasar su lengua y morder mi piel. Como si no tuviese suficiente con eso, baja hacia mis pechos, justo donde mis pechos sobresalían por encima del sujetador y posa sus labios ahí, donde comienza a hacer lo mismo que había hecho anteriormente en mi cuello. Suelto un pequeño gemido.

Se que luego voy a arrepentirme de las marcas, pero se siente demasiado bien.

Mientras sigue con su labor en uno de mis pechos, lleva su mano a mis costillas, luego a mi vientre y después baja lentamente, poniendo mi piel de gallina. Muerdo mi labio inferior, sintiendo como recorre la cinturilla de mis pantalones de chándal, para luego colarse dentro y...

La puerta se abre de golpe, haciéndonos saltar da la cama y caer al suelo.

―¡Joder! ―gritamos a la vez cuando el dolor se extiende por nuestros traseros y espaldas.

―Ajá, lo sabía ―suelta una vocecita. Nos miramos con los ojos como platos y nos levantamos de la cama, encontrándonos con mi hermana pequeña en la puerta.

Mi jodida hermana nos acababa de pillar, y de lleno.

―Soo-An, ¿no te han dicho que entrar en las habitaciones ajenas sin llamar es de mala educación? ―acata Jungkook con una de sus cejas enarcadas, lanzando cuchillas por sus ojos.

La  rebeldía de mi hermana sale a flote, mirando de la misma manera a Jungkook. Verdaderamente, ella podría hacerse pasar más por su hermana que la mía.

―Ya, no me vengas hablando de educación bonito, porque si no os habéis dado cuenta; se que os estáis enrollando.

Las palabras de mi hermana me sorprendieron de sobremanera.

―¡Soo! ―exclamo, escandalizada.

Se encoge de hombros y rueda sus ojos, soltando unas pequeñas risitas al final. No iba a mentir, mi hermana siempre a sido bastante astuta y espabilada que yo, tenía carácter y bastante hazaña, pero jamás creí que pudiese ser así de descarada. A quien engaño, mi hermana pequeña siempre lo ha sido, básicamente, a sido creada para corromper a la sociedad.

―¿Qué? Pienso guardarlo en secreto si me hacéis unos pequeños favores ―declara mientras se miraba las uñas.

Tanto Jungkook como yo nos miramos a la misma vez, en nuestros ojos se reflejaba un brillo de esperanza porque mi hermana tuviese una pizca de compasión por nosotros.

Wicked»  j.jungkook (Saga Bad Guys #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora