Wicked» j.jungkook (Saga Bad Guys #1)

pt1: 022

[Este capítulo contiene lenguaje vulgar y escenas subidas de tono. Si no te gusta este tipo de contenido, en vez de denunciar; vete. Dejando esto claro puedes continuar a leer]

Trago saliva.

―¿Es por eso... ―comienzo a decir, pero sus palabras cortan las mías.

―Si, es por eso que lo único que quieres es follar y calmarte.

Cómo si este momento serio no hubiese pasado, y se me hubiese olvidado que estoy drogada, solo me centro en sus palabras. Me acerco a él y me tiro a su cuello, rodeándolo. Él me mira como si me faltase un tornillo. Pero ahora mismo es como si mi cuerpo se hubiese desconectado de mi cerebro.

―¿Y tú lo harás? ¿Me follaras Jungkookie? ―pregunto, con voz inocente.

Su cara se contrae en una mueca de placer, pero la disimula con un ceño fruncido, enfadado. Hago morritos; siempre está enfadado.

―Joder, se te esta yendo la pinza. ―Suspira como si necesitase calmarse un momento, como si no quisiera gritarme o empotrarme contra un árbol―.No voy a follarte, Jae, al menos no hoy y por muchas ganas que tenga ―contesta, con voz grave.

Suelto un jadeo sollozante. Quería llorar, y no porque Jungkook básicamente hubiese rechazado una oferta que yo desde un principio no pensaba darle, sino por la tortura entre mis piernas, ya no se sentía placentero, ahora dolía.

―Jungkook, esto duele, duele mucho ―sollozo, apegándome a su pecho.

Siento como me rodea con sus brazos y me acaricia la cabeza. Dios mío, ya no es sólo él, simplemente necesito tacto ahí abajo.

Ahora también era mi boca seca y mis temblores repentinos. Tengo miedo de lo que pueda pasarme esta noche, porque si no me muero de una sobredosis, mi madre será la encargada de matarme.

Escucho como Jungkook suspira, me coge de los hombros con delicadeza y me separa un poco de él. Miro hacia arriba, encontrándome con sus apasionantes ojos oscuros, mirándome de una forma que no sabría descifrar muy bien, pero sé que no es malo, no por el recorrido placentero que me corroe.

―Se una forma, pero no sé si...

Me agarro a su chaqueta, desesperada y aprieto la tela de cuero entre mis manos, mirándole con mis ojos llenos de lágrimas. Acabo de cortar sus palabras, pero sé que es lo que iba a decir.

―Jungkook, mientras eso me vaya ha ayudar, me da igual ―confieso con la voz rota, juntando mis piernas cuando el dolor se acentúa.

Veo como su nuez de mueve, por lo que acaba de tragar saliva. Mira la moto, y luego a mi.

―Entonces, ¿Estás diciendo que aunque no lo diga? ¿Estás dispuesta?

Bufo cuando veo su sonrisa divertida. Para mí esto no estaba siendo nada divertido, pero sin embargo, me entran ganas de reír, aunque me las aguanto solo porque este a punto, y literalmente, de morir de la excitación.

―Sí ―concluyo, dando por hecho, que tiene permiso de hacer con mi cuerpo lo que quiera.

En un abrir y cerrar de ojos estoy subida en la moto tras él, con mis brazos al rededor de su cintura. Arranca esta y salimos disparados hacia las calles oscuras, iluminadas por tenues farolas. A medida que avanzamos me pongo aún más nerviosa, sin saber exactamente qué es lo que tiene planeado Jungkook. Aunque la idea ya ronde por mi mente.

Cuando la moto para, ni siquiera siento que tenga los pies sobre la tierra, es como si levitase, enserio.

Noto como las manos de Jungkook se posan en mi cintura, dándome la vuelta y, a la vez que me pegaba a su pecho, posa sus labios contra los míos de una forma voraz y hambrienta. Gimo en su boca y dejo que me empotre contra la pared del garaje, a oscuras y haciendo el ambiente muchísimo más erótico.