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Saboreo el gofre que me he pedido en la heladería del centro comercial. No iba a comerme un helado para desayunar, y menos a las once de la mañana, pero sí me moría de hambre y necesitaba comer algo. Jungkook y Soo-An se habían pedido un helado, aun siendo tan temprano. Ni siquiera sé porque no me sorprendí cuando ambos se pidieron el sabor a menta con chispas de chocolate.

Malditos genes.

Termino de comer, llevándome la nata con el dedo a la boca, puedo sentir la mirada de Jungkook sobre mí, pero no soy capaz de devolvérsela, a lo mejor si Soo-An no estuviese aquí podría encontrar el valor para hacerlo. Sin embargo, hay que bajar a la realidad, y la realidad es que ahora compartimos una hermana y las cosas han cambiado.

—Creo... Que el sabor de cereza es el peor de todos —puntualiza Soo, disfrutando de cada lengüetazo que le daba a su helado.

Hago una mueca.

—¡Eh! Ese es uno de mis sabores favoritos, a parte del chocolate, claro.

Los dos se miraron con cara de "¿pero de que va?". Yo por mi parte me cruzo de brazos, observando las similitudes entre ambos. Similitudes que jamás he compartido con mi hermana pequeña, y ahora lo entiendo todo.

—La cereza el peor sabor y el chocolate el más simple, tu paladar no vale una mierd... un pimiento —se rectifica Jungkook mirando de reojo a mi hermana, quiero decir, nuestra hermana.

Jungkook me mira atentamente y sabe lo que estoy pensando en estos momentos, aprieta la mandíbula y endurece su mirada, como si me reprochase que pensase en eso. Inspiro hondo y sonrío, para quitarle hierro al asunto.

—Soy una niña de doce, no de seis. Seguro que incluso tendría que ser yo la que no dijese palabrotas delante de ti —le suelta mi hermana, haciendo que Jungkook elevase las cejas, sorprendido y yo soltase una carcajada.

Sin duda mi hermana se las arreglaba bastante bien.

—Algún día probaré todos los sabores que haya y entonces dejaréis de meteros conmigo —agrego con indignación fingida.

—Tienes que probar el de menta con pepitas de chocolate —me recuerda Soo-An, tendiéndome el helado color verde, hago una mueca de asco.

Jungkook nos miraba expectante, divertido.

—Vamos Jae, suéltate el pelo —presiona Jungkook, poniéndose de lado de Soo.

Gruño, viendo cómo se echan una mirada de complicidad. Niego con la cabeza, dándoles un no rotundo.

—Lo siento, voy a serle fiel a mi ética y mis gustos. Odio la menta.

—Menta no. Menta con pepitas de chocolate —corrige Soo, apuntándome con un dedo, pudiendo ver el pintauñas rojo medio quitado.

—Exacto, la gente siempre lo confunde.

—¡Que no voy a... —El helado impactando contra mi boca me impide seguir hablando.

El sabor mentolado cubrió mis papilas gustativas, pero cuando creí que sería como la pasta de dientes o un chicle, fue más bien como una oleada de frescor mezclado con el dulce sabor del chocolate, dando como fruto un sabor bastante explosivo. No estaba bueno, pero si adictivo, algo que podrías estar comiendo durante un buen rato, algo parecido a las pipas. Quise seguir saboreando el helado, pero Jungkook lo quito de entre mis labios, dejando el añorante frescor en mi boca.

Abro mis ojos a punto de protestar, pero cuando veo sus sonrisas de superioridad por tener razón. Finjo una arcada.

—Iugh, peor de lo que pensé —miento, pero relamo mi labio superior, para quedarme con los restos.

Wicked»  j.jungkook (Saga Bad Guys #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora