Wicked» j.jungkook (Saga Bad Guys #1)

018

No me sentía nada segura en aquel lugar. Lleno de chicos fumando, chicas refregandose contra ellos y la música excesivamente alta. Jungkook iba saludando a la mayoría de gente que se encontraba allí, y luego me miraban de arriba abajo, como si no encajase con él.

Y es que era así. Yo no encajaba ni con él ni con nadie que se encontrara aquí. 

Como dijo Jungkook, camino pegada a él como si la vida me fuese en ello. Tengo la sensación de que todos me observan. Y no me gusta un pelo. Jungkook camina hasta un espacio vacío, lejos de la multitud que estaba concentrada donde se encontraba la música.

―Vale Jae, es sencillo: una carrera de tres vueltas, cogemos el dinero cuando gane y nos largamos a casa ―explica.

Me cruzo de brazos, y elevo una de mis cejas.

―Vale, y dime genio. ¿Qué pasa si no ganas? ―inquiero señalando donde varias motos se estaban posicionando en una recta de salida.

Trago saliva cuando las chicas se subían en la parte delantera de la moto, de espaldas al manillas y rodeando el torso del chico por delante, pasando sus muslos por encima de los de ellos y dejando reposar su cabeza en sus pechos. Tiene que ser una broma, una jodida broma. ¡¿No ven que se pueden matar?!

―Siempre gano. ―Se encoge de hombros y después de revisar la moto, se sube, y hace una seña con su cabeza, justo detrás de él.

Muerdo mi labio inferior, acercándome a la moto. Elevo mi pierna, pero al instante la bajo, separándome unos cuantos centímetros. Miro a Jungkook, el cual me mira sin gracia alguna, algo así como incrédulo.

―¿En serio? ¿Otra vez? ―pregunta como si fuera una broma.

Bufo.

―No eres tú el que se va a subir de espaldas a un manillar abrazado a una persona que te odia y sin protección alguna. ¿Dime que posibilidades hay de que mueras? ¡Casi ninguna! En cambio yo tengo muchas ―acato señalando la pista, donde se encontraba la gente justo detrás de las motos, ansiosas por lo que se venía.

Siento como me coge de la muñeca y me tira hacia sí, dejándome a escasos centímetros de él. Podía sentir su respiración en mi mejilla y como sus dedos amarraban mi mano.

―Escúchame bien y con atención, Jae ―susurra en mi oído―.Puedes estar cien por cien segura de que conmigo no te pasará nada. Te lo juro.

―¿Me lo juras? ―repito.

Suelta una risa nasal y cuando asiente las hebras de su cabello rozan mi rostro, haciéndome cosquillas. Mi corazón y mi cuerpo están tranquilos, gracias a la suavidad de sus palabras y la promesa reflejada en ella.

―Solo he jurado dos cosas en mi vida, y esta es una de ellas ―murmura acariciando mi muñeca con su pulgar, haciendo círculos.

Muerdo mi labio, sintiendo un cosquilleo placentero por toda mi piel.

―Más te vale, Jeon ―aclaro con la voz ronca, soltando una risita al final, acompañada de la de él.

―Me ha quedado claro, Kim... Ahora que ya estas lo suficiente relajada; sube, hay una carrera que ganar. ―Suelta mi mano y la lleva a manillar, junto a la otra.

Suelto una profunda bocanada de aire y al fin me subo tras él, rodeándole con mis brazos, dándome cuenta de algo que me hace sonreír: En otros momentos Jungkook me hubiera mandado a la mierda, pero esta vez ha hecho lo posible por hacerme sentir tranquila y quitarme el miedo.

¡Jae! No pienses así, es un egoísta que lo único que quiere es ganar respetos cuando no se lo merece. Recuerda que esto lo haces para tenerle lejos.