024

13.4K 1.1K 121
                                    


Minho aparca el coche delante de mi casa y nos quedamos unos segundos en silencio, hasta que me digno ha hablar.

―En serio, gracias. Hacía tiempo que no estaba a gusto con alguien. ―Me giro hacia él y le sonrío.

Las comisuras de sus labios se elevan, regalándome una sonrisa reconfortante. Y le había dicho la verdad, me encantaba estar con Bae y EunBi, pero a veces sentía que no estaba del todo en mi sitio en ese instituto, y menos ayer en la fiesta. Sin embargo con Minho había podido reírme libremente y hablar sin tapujos.

Y estaba muy agradecida.

―No es nada, ni siquiera pienses en darme las gracias. No ha sido ningún favor; yo he querido pasar la tarde contigo ―dice señalándome con el dedo.

Suelto una risita nasal y miro a mi regazo, sin poder sostenerle la mirada unos minutos mas. Sin saber que hacer, llevo mi mano a la manilla para abrir la puerta.

―Entonces espero que pueda considerarte un amigo ―murmuro con la cabeza gacha por la vergüenza.

¿Y si se reía? ¿Y si me decía que simplemente era para agregar puntos extra a su nota?

Oigo la risa, y me tenso. Lo sabía.

―Pensaba que ya lo éramos ―acata, sorprendiéndome.

Le miro sobre mi hombro con los ojos muy abiertos y una gran felicidad expandiéndose en mi pecho. Había tenido pocos amigos chicos desde lo sucedido hacía dos años, desarrollé un tipo de trauma que me alejaba de ellos. Bueno, hasta que mi vida, dio un giro de 180 grados.

Sin aguantarlo, me giro sobre mi asiento y le rodeo el cuello con mis brazos, abrazándolo fuertemente. Se que está sorprendido, ya que se queda durante unos instantes paralizado, pero con el rato, se relaja y pasa sus manos por mi cintura, devolviéndome el abrazo. Nos quedamos así unos instantes, hasta que me separo y le doy un efusivo beso en la mejilla. Le sonrío y abro la puerta del coche para salir. Puedo observar como sus mejillas adquieren un tono de color.

―Nos vemos mañana en el instituto ―me despido y cierro la puerta.

Me dice adiós con la mano y arranca el coche para irse calle abajo. Muerdo mi labio inferior y voy hacia la puerta de casa dando pequeños saltos, aunque mis pies paran en seguida, a menos de veinte centímetros de la puerta.

No llevo llaves.

Y llevo desaparecida casi cinco horas, sin móvil o algo para que pudiesen localizarme. Ni siquiera me he preocupado.

Ahora doy saltos de preocupación y comienzo a morderme las uñas por el nerviosismo. Mamá me va a matar, lo mejor sería fugarme ahora y cambiar de nombre... Pero luego quiero reírme por lo idiota que parezco, solo había estado fuera unas pocas horas, con un amigo, en su casa.

Vale, no creo que le hiciera mucha gracia a mi madre escuchar eso.

Cuando estoy por dar la vuelta e intentar colarme por la terraza trasera, la puerta se abre de golpe, el corazón se me para por una milésimas de segundo, hasta que veo a mi pequeña hermana, cruzada de brazos y mirándome como si no tuviese remedio.

―Te están buscando por todas partes.

Mis ojos se abren como platos y entro en casa, cerrando la puerta, quedando frente a mi hermana.

―Estoy metida en un gran lío ―jadeo, subiendo las escaleras corriendo, hasta la planta de arriba, seguida por Soo.

Comienzo a dar vueltas por el salón, con mi corazón latiendo a mil y el pavor corriendo por mis venas.

Wicked»  j.jungkook (Saga Bad Guys #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora