Hola!! les comparto un nuevo capitulo, espero se tomen unos minutos para conocer a Jason, estoy segura que l@s atrapará.
Disfruten, como yo lo hice escribieno. Saluditos.
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Después de haberse sometido a rigurosos exámenes, que por fortuna dieron como resultado que la contusión de su cabeza no había provocado daños, Jason pudo descansar. No se inmutó cuando le informaron del accidente, y se alivió al saber que Jeff se encontraba en una pieza. Cuando había visto ese andamio venirse abajo, el único pensamiento que cruzó por su mente, fue que no podía permitir que Jeff no volviese a ver a sus nietos.
Actuó por impulso, y lo último que recordaba era nombrar a Keyla, antes de que la oscuridad lo engullera. Los analgésicos lo sumergieron en un letargo imposible de ignorar, aunque lo que quería era permanecer el mayor tiempo posible despierto, para poder hablar con ella. Con su ángel.
Cuando retomó la conciencia, habían pasado dos días y era de mañana. A su lado Keyla se hallaba dormida, con la cabeza apoyada sobre su camilla. Estiró su mano y acarició esos sedosos cabellos, gratificándose con la sensación de serenidad que ese simple gesto le daba. Sabía que Jeff la había encontrado, y le estaría agradecido de por vida, ya que desde ahora no podía concebir la idea de separarse de ella.
Un movimiento en la puerta lo alertó de que no se encontraban solos. Dos personas vestidas con uniforme ingresaron, seguidos del doctor Hills.
—Señor Mallory, los detectives quieren hacerle unas preguntas. ¿Se siente en condiciones de responderlas? —inquirió su médico.
Ante la resonancia de las palabras en la habitación, Keyla despertó sobresaltada y el primer impulso de Jason fue capturar su mano para indicarle que todo estaba bien.
—¿Por qué los detectives quieren hablar conmigo? —preguntó enarcando una ceja. Tal vez fuera por el accidente, pensó. Pero de cualquier modo, la presencia de los oficiales no lo reconfortaba.
—Buenos días, señor Mallory. Soy el detective Coulders y éste es mi compañero el detective Fritzman —ambos hombres se presentaron y Keyla los observó sin entender qué sucedía —. Si nos permite, quisiéramos hablar con usted sobre su identidad.
Jason frunció el ceño. ¿Estarían aquí por lo sucedido en casa de sus padres de acogida? ¿Pero por qué después de todos estos años estarían buscándolo por su huida?
—No entiendo a qué se refiere con mi identidad —espetó confuso.
—Si le parece bien nos gustaría hablar en privado —argumentó el detective Fritzman mirando de reojo a Keyla.
Ella asintió con la cabeza, dándose por entendida de que la situación era más seria de lo que pensaba. Le dio un ligero beso en la mejilla a Jason y salió de la habitación acompañando al doctor Hills.
—Bien, ahora me gustaría que me dijeran por qué están aquí —pidió perdiendo la paciencia. Nunca le había gustado involucrarse con los agentes de la ley, y menos ahora que se encontraba postrado en la cama de un hospital.
—Señor Mallory, ¿qué sabe usted de sus padres? —inquirió el oficial Coulders.
—Sólo que no eran mis padres biológicos, viví con ellos hasta que escapé de sus malos tratos —farfulló Jason dejando claro el motivo de su huida —. Ellos no eran padres ejemplares, y antes de irme tuve una pelea, ¿es por eso que están aquí?
—No nos interesa el motivo de su huida. Solo necesitamos comprobar la versión de sus hechos para verificar su verdadera identidad. Estuvimos investigando y creemos que pudo haber sido secuestrado —explicó uno de ellos, aunque no pudo averiguar quién, ya que estaba en shock ante la mención de la palabra secuestro —. Comprenderá que vamos a necesitar su colaboración, que nos aporte datos de domicilio y descripción de sus apropiadores. De ese modo podremos llegar a descubrir quiénes son sus verdaderos padres.
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En Brazos de un Angel
General FictionKeyla es un alma caritativa, Jason subsiste gracias a la caridad. Ella ha perdido a su familia, él nunca ha tenido una. A pesar de que su inocencia fue robada, Jason cree en la existencia de los ángeles y está seguro de que Keyla es uno. Pero hay ve...