Capitulo 28

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Hola!!! les dejo un nuevo capitulo, agradeciendo los comentarios y el apoyo que me dan!!! Espero les guste y recuerden que ya no queda nada para que esta historia acabe :(

Saludos!!

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Keyla había estado durmiendo de manera intermitente y Jason permanecía a su lado, velando su sueño. Una voz de un tanto chillona sobresalió en el murmullo de la sala de espera y la sobresaltó, provocando que despertara de su letargo.

—¿Cómo es que siempre soy la última en enterarme de todo? —exclamó una mujer.

 —¿Qué es eso? —balbuceó Keyla.

Jason suspiró y refregó su rostro con ambas manos, en clara señal de agotamiento.

Eso es mi hermana. Iré a ver qué sucede —se incorporó para abrir la puerta, cuando esta se abrió de un golpe estrellándose contra él.

—¡Oops! Lo siento —Juliette se encogió de hombros y le dio un beso a su hermano en la mejilla —. ¿A ti te parece que deba conocer a tu novia en estas circunstancias? —espetó poniendo los brazos en jarra.

—Juliette, no es momento…

—Está bien —la voz de Keyla atrajo su atención —. No me molesta que esté aquí, además te vendría bien salir un rato, comer algo.

Juliette sonrió satisfecha, haciéndole a Jason señas con la mano para que se retirase. Se encaramó en el asiento que él acababa de desocupar, cuando Micah atravesó la puerta como un rayo.

—Lo lamento, no pude detenerla. Sabes cómo es…

—No hay problema —se las arregló para decir Jason, miró hacia Keyla quien asintió con la cabeza. Teniendo su aprobación, se dirigió hacia la sala de espera —. Iré a la cafetería ¿vienes?

—Claro, madre y Maya están allí —comentó Micah caminando a su lado.

Ambos miraron hacia la izquierda, donde Edward yacía en una silla con la cabeza inclinada hacia delante, sostenida por sus brazos.

—¿No se ha ido? —preguntó Jason cuando estuvieron en el ascensor.

—No, y hay algo raro. Mamá discutió con él y lo amenazó con confesar algo… no lo sé —Micah sacudió su cabeza, confundido. Toda la situación entre sus padres era extraña.

—Bueno, hablaremos con ella luego. Por cierto ¿quién le avisó a Juliette?

—Fui yo, no sabía que nadie le había dicho y se me escapó que estábamos en el hospital. Sabes cómo es ella, empezó a despotricar y a tener uno de sus berrinches. Me amenazó, la pequeña desgraciada. ¿Puedes creerlo? No tuve más remedio que decirle donde estábamos.

—¿Tiene con qué amenazarte? —inquirió Jason alzando una ceja.

—Déjalo ahí, no sé cómo hace pero se entera de todo.

Ambos rieron mientras entraban en la cafetería, sintiendo la confianza de hermanos crecer conforme avanzaban los días. Se unieron a Maya y Catherine, quienes cuando los vieron silenciaron su conversación y bajaron la mirada. Todo muy sospechoso, pensó Jason. Hablaría con su madre, Micah estaba en lo cierto, algo sucedía.

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—Así que… ¿eres o no eres la novia de mi hermano? —inquirió Juliette sonriendo complacida.

En Brazos de un AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora