SEGUNDO CAPITULO DE LA MINI MARATON!! Espero lo disfruten..Gracias por todo!!!
Saluditos!
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—Señor aquí está el balance diario de sus cuentas bancarias —la secretaria de Edward dejó la información sobre su escritorio y se retiró sin esperar respuesta alguna.
Todos los días revisaba sus cuentas, le gustaba ser precavido, después de todo no había construido una fortuna siendo descuidado. Estaba al tanto de todos los gastos de la casa, así como de cada uno de sus hijos y de su esposa. Juliette gastaba gran parte de su dinero en ropa, Micah en autos y Catherine, bueno ella últimamente solo invertía de su dinero en su hijo mayor.
Jason, suspiró Edward recordando cómo lo había enfrentado y exigido que incluyera a Micah en la empresa. Era un joven necio y tal como él pensaba no había tocado ni un centavo de su dinero. El fideicomiso estaba intacto, así como la cuenta bancaria que tenía a su nombre, que por supuesto Edward había abierto para él, tal y como tenían sus hermanos. Observó los movimientos de los últimos quince días y como esperaba, el balance de las cuentas de Jason estaba igual.
Dejó caer los documentos, que se desordenaron en un montón sobre el escritorio. Se dispuso a continuar su trabajo, cuando una hoja le llamó la atención. Se habían retirado veinte mil dólares de la cuenta de Catherine. Corroboró la fecha y notando que había sido esa misma mañana. De inmediato se irguió en su silla y analizó la situación, no era necesario ser un genio para darse cuenta que era la mima cantidad que comprometía a la muchacha de la librería. ¿Sería posible que Jason hubiera sacado el dinero de la cuenta de su madre? No, desestimó la idea, ya que el banco no se lo entregaría sin la presencia de Catherine.
Solo podía significar una cosa, su esposa había retirado la suma por su cuenta. E intuía que no era para comprar un nuevo abrigo. Lo había traicionado, actuando a sus espaldas, ayudando a una joven que ni siquiera se merecía que la mirada de Jason se posara en ella. Era una muchacha corriente, que ni siquiera tenía estudios, por el amor de Dios. ¿Por qué toda su familia se ponía en su contra? ¿No entendían que lo que él hacía era por su propio bien? Como cabeza de familia tenía el deber de alejar a las caza fortunas y las malas influencias.
Tenía que actuar y rápido. Seguramente la señorita Waters esperaría hasta la mañana para depositar ese dinero, eso le daba la ventaja de medio día. Sonrió y marcó el número de la persona que lo ayudaba en casos de emergencia. Hacía mucho que no había tenido que recurrir a esas estratagemas, pero no le dejaban opción. Al tercer tonó una gutural y ronca voz atendió del otro lado de la línea.
—Sullivan, necesito de tus servicios —exclamó recostándose en el asiento —. Consígueme a alguien que me haga un trabajo. Tiene que seguir a una muchacha y robarle un dinero que me pertenece —aguardó que la persona del otro lado del teléfono le confirmara la asignación y continuó —. No la quiero herida, solo deben quitarle ese dinero. Son veinte mil, y podrás quedártelos como pago del trabajo. Mi principal interés es que ella no los posea.
Después de dar las directrices necesarias para que la persona encargada del trabajo siguiera a Keyla y actuara antes de que ella pudiese llegar al banco, acabó la llamada y sonrió. Nadie trataba de estúpido a Edward Callahan.
Lo que continuaba en su lista de pendientes era hablar con Catherine, saber por qué había actuado de esa manera, clavándole un puñal por la espalda.
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En Brazos de un Angel
General FictionKeyla es un alma caritativa, Jason subsiste gracias a la caridad. Ella ha perdido a su familia, él nunca ha tenido una. A pesar de que su inocencia fue robada, Jason cree en la existencia de los ángeles y está seguro de que Keyla es uno. Pero hay ve...