Finn POV
Fui el primero en despertar, lo supe pues el cielo aun estaba oscuro, miré a mi lado y ___(t.n) me tenía atrapado con sus brazos y piernas, no podía ver su rostro con claridad gracias a la oscuridad pero aún así se apreciaba su ternura. La posición era algo incomoda por lo que me moví un poco y ella "despertó"... O por lo menos se quedó a mitad de eso. — Finn. — Habló suave y adormilada.
— ¿Si? — Contesté igual de bajo.
— ¿Te casarías conmigo? — Sabía que estaba aturdida por el sueño pero se me hizo inevitable enrojecerme.
— ¿No creés que primero deberíamos ser una pareja oficial? Tal vez ir por un helado.
— Ay anda. — Comenzó a besar mi brazo y abdomen haciendome soltar una corta risa muda. — Dejame enredarte.
— Aun somos muy jóvenes. — Lamento si esto suena cruel; se me está haciendo divertido que me ruegue por algo tan absurdo.
— Entonces esperaré. — Bostezo creando una pausa. — A que seamos unos viejos arrugados.
— No tiene que ser tan lejano, solo hasta que nos conozcamos mejor y pueda hablarlo con tu yo consciente.
— Sí, pienso lo mismo... Descansa... Te a-hmmmm. — Se quedó completamente dormida y estoy casi seguro de que iba a decir algo bastante fuerte. Besé su frente abrazándola y pegandola más a mí cuerpo, empecé a acariciar su cabello y cerré los ojos intentando dormir pero ya era muy tarde, estaba lo suficientemente despierto. Suspire y me levanté de la cama con cuidado para no despertarla, salí de la habitación y bajé a la cocina aprovechando en hacer el desayuno, aunque no se cocinar.
___(t.n) POV
Abrí mis ojos despertando, Finn no estaba a mi lado y eso me desánimo un poco. Me puse de pie descalza y gracias a eso me dieron escalofríos por lo que me robé unas pantuflas del armario, me dirigí a la primera planta encontrando una mesa adornada con comida y una cocina semi destruida. — Oh, ___(t.n). — Era Finn. — Buenos días. — Quien estaba echo un desastre.
Me acerqué a él y quité crema de maní de su nariz mostrándosela, sonrió estúpidamente y hice el mismo gesto para luego besar su mejilla. — Buenos días, veo que te esforzaste con el desayuno.
— Pff no fue nada. — Dijo modesto sonriendo y llevándome a la mesa para que me sentase.
— Ah ¿de verdad? Entonces puedo comer simplemente cereal. — Bajó la sonrisa poniendo una cara larga.
— No, atascate. — Reí leve y lo tomé del brazo jalandolo a una silla a mi lado. — ¿Cómo dormiste? ¿Me moví al igual que antier?
— Más o menos. — Ladeó su cabeza haciendo muecas con su boca mientras me servía un vaso de leche y lo entregaba.
— ¿Cómo es eso?
— Digamos que... — Agarró una rosquilla de sobre un plato. — Estuviste muy cariñosa.
— ¿Qué? — El tono de mi rostro subió lo que me provocó una risa nerviosa. — Jaja ¿qué hice o qué?
— ___(t.n), ¿podrías darme tu mano? — Dijo extendiendo la suya y evitando mi anterior pregunta. Hice lo que me pidió y introdujo mi dedo anular en el hoyo de la rosquilla. — Tomalo como un anillo de anticipación.
— ¿Disculpa?
— Hahah esperaba algo como "¿y el beso?"
— Espera, espera, ¿de qué estás hablando? ¿Dormiste en buena posición?

ESTÁS LEYENDO
❥ ᴋɴᴏᴡ ᴍᴇ {ғɪɴɴ ᴡᴏʟғʜᴀʀᴅ & ᴛú}
Hayran Kurgu____(t.n) Edwards. Es una chica latinoamericana de catorce años que tendrá que mudarse a Vancouver Canadá gracias a su nuevo padrastro, cosa que a primera impresión no le hizo muy feliz. Pero, esa mala perspectiva cambiará al conocer a un simpático...