❥ ᴋɴᴏᴡ ᴍᴇ {ғɪɴɴ ᴡᴏʟғʜᴀʀᴅ & ᴛú}

CHAPTER SIXTEEN "undeserved"

___(t.n) POV

Desde que topé mi mirada con Finn todo se volvió hermoso y perfecto, se que puede sonar cursi pero aquel beso me atrapo en un transe tan fuerte que tuvieron que golpearme para sacarme. Cuando estaba fuera; las cosas pasaron demasiado rápido y ese encanto desapareció por unos instantes, los paparazzi nos tenían rodeados al igual que el par de guardaespaldas de Finn, detrás de nosotros venían los padres del nombrado quienes intentaban cubrirnos lo mayor posible y con ellos Nick (el que me había golpeado). Subimos a un auto que esperaba a la familia Wolfhard y en cuanto todos los integrantes estuvieron dentro, avanzó de inmediato.

Mi respiración estaba agitada y mi pulso a mil pues nunca había estado en el centro de una multitud y para ser honesta no me agrada demasiado estar encerrada en personas. De echo, no creo que a nadie le guste. — Nos alegra tanto que hayas vuelto. — Allí estaba la señora Wolfhard, abrazando a el menor de sus hijos.

— Te extrañamos. — Le siguió el padre y de ahí Nicolas, podría decir que me sentía excluida pero era lindo ver una reunión familiar, o al menos de esa familia.

[...]

Trascurrió el viaje y llegamos a la residencia Wolfhard, no se me hizo extraño ya que tenia planeado quedarme con Finn el mayor tiempo posible, claro que con el permiso del subjefe de mi casa (mamá era la jefa y ya deben de saber quien era el siguiente al mando). Comenzaron a bajar e hice lo mismo, allí fue cuando Finn volvió a prestarme atención. — ¿Quieres entrar? Normalmente diría que fuéramos a algún otro lado pero enserio estoy agotado. — Suspire posando una sonrisa en busca de hallar conformidad en él.

— No pensaba pedirte ir a otro sitió, vayamos adentro. — Me devolvió el gesto y tomó mi mano haciendome entrar.

— Iré a desempacar y ¿___(t.n) podría quedarse un rato? Ya saben, como compañía. — Dijo Finn a sus padres yendo escaleras arriba dirección a lo que parecía ser su habitación.

— ¡Por supuesto! Se disfruta mejor una comida con amigos cerca. — Contestó el mayor de la casa.

— ¡No pongan seguro pubertos! — Habló Nick desde la planta baja justo cuando el pecas estaba haciendo esa acción.

— Ni lo notara. — Encogió sus hombros seguido de dejar su maleta sobre la cama. — Se que mi habitación es un desastre, lo lamento pero no había otro lugar privado. — Dijo dándome la espalda para comenzar a desempacar sus cosas mientras que yo me sentaba en la silla giratoria de su escritorio.

Aguarden.

Jamas había entrado a la habitación de Finn, acaba de llegar y me comporto como si nada ¿qué clase de novia me creo que soy?

Ah ¿qué?

Mi rostro empezó a tornarse rojo y los nervios ya habían llegado, para mi mala suerte Finn se giro a verme y obviamente lo notó. — Eh... — Se quedó privado por un segundo tratando de comprender el por qué de mi enrojecimiento, demostrándolo con su seño fruncido. — ¿Qué pasa? — Término por preguntar.

— Yo... — Me costó mucho menos contestarle de lo que creí. — Nunca antes había entrado a la habitación de un chico. — Pensé que se avergonzaría pero hizo lo contrario; comenzó a reír. Mi sangre estaba hirviendo y aun así sonreí. — ¿De qué te ríes? — Era como si esparciera su empatía por el aire.

— ¿Tú crees que no me puse nervioso cuando estuve en la tuya? — Desvío la mirada intentando dejar de sonreír pero solo consiguió muecas de ello, esos gestos me hacían sentir un cosquilleo en mi estomago y ni siquiera sabía el por qué de que reía.