____(t.n) Edwards.
Es una chica latinoamericana de catorce años que tendrá que mudarse a Vancouver Canadá gracias a su nuevo padrastro, cosa que a primera impresión no le hizo muy feliz.
Pero, esa mala perspectiva cambiará al conocer a un simpático...
— Hey, Eleanor. Terminé de ocupar el baño. — Me volteó a ver como si hubiera hecho una travesura, seguro porque entré muy en silencio y estaba con solo una bata. — ¿Viejos amigos? — Dije ya que parecía que se mensajeaba con alguien debido al rápido movimientos de sus dedos tocando la pantalla táctil de su teléfono.
— Ah sí. — Se levantó con rapidez y tomó una toalla (que quien sabe de donde la sacó) saliendo de la habitación y dejando sobre la cama su móvil el cual volvió a vibrar. Frunci mi ceño y terminé por encogerme de hombros, al fin y al cabo no es mi asunto.
Fui al armario y saqué un vestido de color pálido con corte V en el pecho y un suéter que me quedaba un poco grande pero que combinaba muy bien.
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Recuerdo cuando compré ésta ropa el día de mi cumpleaños junto Millie y Sadie.
Me vestí y sequé mi cabello dejándolo suelto, me puse unos tacones blancos (soy pésima caminando con ellos) y maquille un poco mi rostro. Luego de un rato Eleanor entró vestida con una camisa larga, un lazo como cinturón y unas mallas de red rojas, hice una mueca con mis labios y ella lo notó por lo que preguntó. — ¿Qué pasa?
— Nada es solo que recordé que necesito ir mañana de compras. — Indirecta mujer, indirecta.
— Oh está bien. — Respondió algo dudosa sacando su maleta de debajo de la cama y de ella unas vans negras.
— ¿Por qué tienes aún tus cosas empacadas? Sé que anoche no fue la primera que te quedaste aquí.
— No quería invadir tu espacio así que esperé... A que dijeras esto. — Reí leve y fui donde ella quitándole las zapatillas de las manos y dejándolas a un lado.
— Okey, quitate eso.
— ¿Qué? ¿Por qué?
— Porque iremos a cenar. Es lindo lo que usas pero no es para todas las ocasiones.
— Pero la mayoría de mi ropa es así.
— Entonces te prestaré algo. — La agarré de la mano y nos llevé al armario comenzando a sacar varios conjuntos de ropa. — No soy una experta de la moda ni nada por el estilo pero hace poco conocí a un par de chicas que me dieron unos cuantos consejos, sería pecado no compartirlos. — Le pasé unas cuantas prendas las cuales observó con ambas cejas levantadas.
— Vaya, esto es demasiado para que yo lo use.
— Pss a cualquier chica le queda cualquier cosa siempre y cuando a ella le guste y sea de su talla. Yo durante un año no usé más que pantalones porque una idiota en el colegio me dijo que tenía unas piernas horribles, incluso los usaba debajo de la falda escolar jaja fue muy tonto haberle hecho caso a su comentario. Pero bueno, ahora tengo buenas amigas que me ayudan con eso, y tú. — Dije lo ultimo dándole un leve golpesito en el pecho. — Una nueva hermanastra. — Ni yo misma me comprendo, hace unas horas no quería siquiera verla.
