Capitulo 40

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Cuando salimos de la pizzeria nadie dice nada hasta que llegamos al auto.

-No puedo creerlo.- exclama Dylan.

-Somos dos.- digo sin saber como reaccionar.

Es increible como te puedes encontrar gente que no creias que lo harias. La persona que nos hablo es nada mas y nada menos que uno de ex amigos de Dylan. ¿Porque ex amigo? bien, les explico; una vez cuando todavia estabamos en el colegio, este chico con su grupo de amigos comenzaron a molestarme y claro, yo andaba solo con mis amigas y aveces con Nash, pero ellos se faltaron un dia dejandome totalmente sola y como era de esperarse, ellos no desperdiciarron su oportunidad. Yo estaba tranquila comiendo en el patio, donde siempre solia sentarme con los demas, y este chico al verme sola se acerco para molestar como siempre y al ver que no le hice caso, llamo a su amigos entre ellos Dylan quien todavia no me hablaba y me atacaron en el pasillo donde no habia nadie. Al parecer todo comenzo como un juego pero uno de ellos se quiso pasar de listo, lo que hizo que Dylan lo golpeara, de tal manera que ellos lo botaron de grupo, desde entonces ya no se hablan. Aaah una cosa mas, este chico era mi crush en ese entonces.

-No ha cambiado mucho.- comenta Dyl mientras enciende el auto.

-Hay que admitir que esta mas guapo.

Dylan me mira con enojo al escuchar eso y acelera.

-Para mi sigue igual.- dice indiferente.

- Dyl no te enojes.

- Despúes de ver  que te comio con la mirada.

-No exajeres.

-Es verdad y tu no te quedas atras, pareciera que te olvidaste de todo cuando lo viste.

-Tengo que admitir que tenia miedo al comienzo queria salir corriendo, no me esperaba volver a encontrarlo.

Él no dice nada y conduce en silencio hasta mi casa, cuando llegamos estaciona frente a la casa mientras seguimos en este incomodo silencio.

-Ya llegamos.- se limita a decir.

-Gracias.- respondo y me saco el cinturon de seguridad para poder bajar.
Antes de abrir la puerta del auto me doy media vuelta y deposito un beso en su mejilla.

-Tu estas mas guapo que el.- digo y se forma una sonrisa timida en mi rostro.

Dyl sonrie y asiente.

(…)

Cuando entro a casa no veo a nadie lo cual es raro, asi que salgo hasta el patio de donde se escucha murmullos, entonces me encuentro con una fiesta organizada por mi madre.

-Hija llegaste.- me recibe mi madre.

-Si, que es esto?.- le pregunto dudosa.

-Una pequeña reunion con algunos amigos cercanos.- me responde feliz.

-___!.- dice mi hermana regalandome un abrazo.

-Liz, sabes a que se debe esto?.

-Hay alguien que quiere verte, ven.- responde mi hermana omitiendo mi pregunta.

Me guia hasta la donde la multitud termina y de ahi me envia sola hasta mi parte favorita del jardin. Voy intrigada hasta mi pequeño jardin secreto y cuando cruzo la "entrada" no veo a nadie hasta que alguien me tapa los ojos delicadamente.

-Te acuerdas de mi?.- me pregunta y sonrio al reconcer su voz.

-Scott?.- respondo y el me suelta.

-Sorpresa.- dice el con una gran sonrisa.

Es inevitable no emocionarme al verlo y lo abrazo con todas mis fuerzas como para que no se vaya.

-Enana, me vas afixiar.- dice él.

Me rio ante su comentario y lo suelto.

-Te extrañe mucho.- le digo jugando con mis manos.

-Yo igual enana, cuando me entere lo de tu accidente casi se me sale el corazón.- responde él con preocupación.

-Perdón.- le digo agachando la mirada.

-No tienes de que disculparte.- me dice con ternura.

-Te quedaras en casa?

-Si, por que?.- responde como si supiera lo que le voy a decir.

-Tengo tanto que contarte.- le digo y el sonrie.

-Si es asi de arto mejor comenzar ya, no crees.

Le relato todo lo que me paso en este tiempo y el escucha con atencion, tardo casi dos horas en contarle todo o bueno, lo mas importante. Ya cuando termino, él propone salir del jardin para ir con los demas y acepto. Asi pasa el tiempo hasta que finalmente todo se termina y llega la hora de dormir, entonces me despido de todos y subo hasta mi habitación.

Ya en mi habitación me lanzo a mi cama feliz por la sorpresa que recibi al llegar a casa, como el sueño esta por ganarme me levanto para ponerme el pijama y me vuelvo a lanzar a mi cama pero esta vez abrazo una de mis almohadas.

El Lugar Donde Estes Tu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora