—Es hora de irnos Abraham.
Pongo los ojos en blanco.
—Tengo que irme Augusto, eres un gran chico, sigue así, me inspiras.
Le doy un abrazo rápido, fraternal.
Susurra a mi oído.—¿El profesor de álgebra?
—Vámonos Abraham...—Esteban habla con voz gruesa.
—Si—Le contestó muy despacio.
Me separo de él, le sonrió y Camino hacia Esteban. Esteban me mira confundido, está tratando de reprimir su coraje. Se lo agradezco, no tengo ganas de tener otra "Pelea". Me toma con posesión de la mano, Lo dejo, Estoy cansado de todo. Bajamos rápidamente, pasamos derecho, muchos hombres se acercan a saludar a Esteban, pero este los pasa por alto. Entramos al elevador en silencio, me observa a través del espejo que está frente a nosotros.
—¿Qué hacia el aquí? ¿Porque estabas teniendo contacto físico de nuevo con el?.
—¿Porque es mi amigo?—Contesto desganado.
—Parecía mucho más que un abrazo fraternal, ademas, ¿Porque desapareciste? Me voy un momento y tú decides escaparte con el.
—Basta Esteban, Es increíble que desconfíes de mi, cuando no te doy razones para hacerlo.
—Escabullirte por ahí con ese tipo ¿no es una buena razón?.
—No, no lo es.
La puerta del elevador se abre, llegamos al estacionamiento. Esteban va a buscar al chico del valet Parkin, me recargo en el muro. Mateo a sido tan duro conmigo, me a revuelto mi interior, todas las inseguridades que mantenía escondidas, el las sacó a relucir de nuevo, todas mis imperfecciones, mis miedos, el no merecer a Esteban. El BMW de Esteban se para a un lado de mi, se abre la puerta y me subo al auto. Permanezco en silencio, incómodo. Hay tanto en mi, necesito ajustar mi mente, necesitamos superar el pasado, pero es difícil.
—Esteban...—Habló despacio y tembloroso.
—¿Qué pasa, Abraham?—Su tono de voz me revuelve el estómago.
—Creo...Creo Q-qué, que no soy suficiente para ti—Mis ojos se llenan de lágrimas, mi mundo se está cayendo. Esteban queda pasmado, mirando al frente, aprieta el volante con más fuerza de la necesaria— No siento estar a tu altura, tú eres mucho más, a pesar de estar conmigo, Siento que estás fuera de mi alcance, eres una figura angelical, Una belleza fascinante y cautivadora que merece estar con alguien igual que el, Eres algo mágico Esteban, pero siento que cada vez que intento llegar a ti, completamente, un muro se interpone entre nosotros, ahí es cuando me doy cuenta cuál lejano e irreal eres para mi, Mírame y luego mírate, No tengo nada que ofrecerte, ni siquiera soy sumamente guapo o delgado—una lagrima cae por mis ojos, siento el estómago tenso— Soy inferior, duele decirlo, es un acto de poca autoestima, pero es la realidad...
—¡Cállate Abraham!—Grita. Trago saliva, miro al frente, un aire helado me recorre el cuerpo. Desperté uno de los tantos demonios que Esteban trataba de reprimir. Todo por mi falta de autoestima—Todo lo que dices es una mierda, Una gran pendejada—Habla con rabia—Para nada eres inferior, ¡Joder Abraham!—Sale de la carretera, entra a una calle vacía, iluminada por los faroles. Estaciona el carro—Es una completa mierda, ¿Lo sabes, no? Yo no soy superior a ti, el dinero no me vuelve más que tú, la inteligencia mucho menos, deberías saberlo, Creí que eras más analítico—Golpea el volante con los puños—¡Ahhhh! Todo esto debe ser por ese chico, ¿Verdad?, el es más Joven, el puede darte esa vitalidad, la diversión que tú necesitas, Es eso ¿Cierto? Debí suponerlo, Jamás debí creerte, ¿Jamás me dejarías? Y ahora, vienes con toda esa porqueria—cierra los ojos, se lleva las manos a la cíen—Todo esto fue un error. Espero retomes tu vida de adolescente.
—¿Q-Qué fue un error?—Estoy esperando lo peor, estoy transpirando, me siento mareado, todo se mueve a mi alrededor.
—Esto, lo nuestro fue un error, debí suponerlo desde el principio, Un adolescente no es capaz de tomarse algo en serio, así uno lo intente.
—No digas eso Esteban—Hablo desesperado, con lágrimas en los ojos, las manos me tiemblan, las muevo en dirección a sus mejillas.
Cuando están a punto de llegar, detiene rápidamente mis manos.
—No me toques, no podría soportarlo. Sabía que esto no funcionaría, sabía que sacarías algún pretexto—Comienza a reír sarcástico—Para mi eras lo mas bello en este jodido mundo, te lo dije tantas veces, lo demostré, ahora resulta que soy superior, eso es pura mierda. todo esto de acabo. ¿Es lo que querías? Pues ahí lo tienes Abraham, disfruta de tu libertad, espero vivas una vida plena y llena de diversión con ese chico.
Mi alma se cae al suelo hecha pedazos. Mi subconsciente cruza los brazos y me responde «¿Esto es lo que querías?, pues gózalo». Más lágrimas salen de mis ojos, estoy exhausto, es demasiado.
Tomo todas las fuerzas que tengo, abro la puerta del auto, salgo corriendo de ahí, corro lo más rápido posible, me escabullo entre las calles de la ciudad. Cuando me encuentro lo más lejano de donde se encuentra Esteban, me pongo a llorar, lloro con toda mi alma. Espero Esteban encuentre a alguien más maduro, inteligente y audaz que pueda estar con el. Me dirijo a una banca, me siento en ella, subo mis piernas, recargo mi cabeza en ella, comienzo a llorar aún más, soy el más pendejo, soy un idiota con falta de autoestima y confianza. Esa es la razón por la que no puedo estar con Esteban. Me quedo llorando en medio de la noche, lejos de casa, el frío nocturno entrando a mi cuerpo a base de la respiración. Me quedo una hora ahí. Un silbido me hace cobrar vida de nuevo, es el mismo silbido que escuché en el baño de aquel evento.—Joder, ¿eres tú Abraham?—Analiza mi figura, acurrucada en la banca—Mierda—Corre hasta donde me encuentro, pasa sus brazos Por mi espalda—no puedes estar solo aquí, la ciudad es bastante peligrosa para ti—Toma mi mano entre la suya—Ven, tomemos un taxi y volvamos a casa.
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Placer Entre Lineas: Bajo Tú piel. #3
RomanceADVERTENCIA: contenido maduro y explícito como lenguaje fuerte y sexual Libro número 3. Tercer Libro de la Serie Placer Entre Lineas. Placer Entre Lineas: Bajo Tú Piel #3, Es el desenlace de Guarda Silencio y Todo de Mi. «Hicimos el amor bajo la lun...