Capítulo 59

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Una de las maravillas que tienes que visitar cuando estás en Paris es el museo de Louvre. Es un palacio que alberga miles de obras de arte y arqueología. En nuestro penúltimo día nos decidimos por visitarlo. No puedo evitar pedirle a Esteban que me tome una foto frente a la gran pirámide de Cristal.

Por dentro el museo es sumamente bello, una reliquia de la humanidad. No puedo evitar emocionarme al encontrarme con un cuadro de Frida Kahlo titulado "El marco", dónde muestra una Frida seria, con un fondo azul, girasoles en la cabeza, flores pintadas al rededor de ella y dos pájaros en los costados. Es bastante emocionante saber que algo de tu cultura está entre reliquias de miles y miles de años y países.

—Está es la primera obra de un artista mexicano que el museo de Louvre adquirió.

—Es extraordinario.

—Lo es, aunque siéndote sincero, Frida tiene mejores pinturas que pudieron merecer un lugar en Louvre.

—Puede ser pero, ¡dios Esteban! era el siglo veinte, una época machista y racista en su máximo esplendor y que este cuadro realizado por una mujer mexicana este aquí, es algo grande.

—Tienes razón—Sonríe.

Seguimos explorando las miles y miles de obras y esculturas qué hay en este museo. Es impresionante la cantidad de historia qué hay en este lugar. Una de mis esculturas favoritas es La victoria de Samotracia  Y  La Venus de Milo. 

A pesar de todas las grandes obras que alberga este lugar, la que más me emociona observar (y fotografiar) es La Gioconda o mejor conocida como Mona Lisa, una de las piezas más famosas al rededor de todo el mundo, pintado por el reconocido Leonardo Da Vinci.  Cuando entramos en la sección donde exhiben la pintura, me sorprende ver la cantidad de gente que se amontona para ver de cerca a la Gioconda, todos hacen fila como si se tratase de su artista pop favorito, y lo entiendo, esta pintura es increíblemente famosa.
Después de un largo rato de espera para poder verla, finalmente estamos frente a ella, quedo anonadado por su belleza y su forma, es increíble que esta pintura haya sido realizada en el siglo XVI y aún siga conservada a pesar del tiempo.

Esa noche Esteban y yo hacemos el amor, a la luz de la luna, nos dejamos llevar por la pasión y el deseo a pesar del día tan agotador. Lamo sus labios, marco su piel y él llena mi alma. Nuestros cuerpos desnudos y sudorosos se rozan, provocando miles de descargas eléctricas a través de mi cuerpo. Solo llevo unas calcetas que me llegan hasta las rodillas, al parecer, esto y la lencería femenina son los fetiches de Esteban. No puedo evitar probar su sexo, quiero tener su semilla en mi boca, llenarme de él.  Esteban se acuesta en la cama, como si se tratase de un modelo para alguna escultura.
Yo me acerco a sus pies, meto su dedo gordo a mi boca, comienzo a lamerlo, voy subiendo, plantando besos a lo largo de su pierna, el ligero vello qué hay en ellas me enciende, subo cada vez más hasta tener mis labios entre sus testículos, muerdo con los labios la piel de estos, Esteban gime despacio, lo vuelvo loco. Saco mi lengua y comienzo por lubricarlos, pasó mi lengua húmeda al rededor de estos, también debajo de ellos, muy cerca del ano. Paso mi lengua hasta la base de su miembro, muerdo muy suave y comienzo a masturbarlo a la vez que beso el tronco de su pene, dejándolo erecto y mi mano en el, sigo subiendo con mis besos, sobre su abdomen, su pecho, sus pezones que con mi mano libre los presiono, volviéndolos duros.
El pone sus brazos detrás de su cabeza, aprovechó la ocasión y comienzo a lamer sus axilas, es algo extraño, pero en cuanto las vi, mi fuego interior pidió que las probara, y eso hice. Esteban se vuelve loco, esto parece encantarle, las pruebo, mientras pongo mis dos manos sobre su pecho, presionando sus pezones. En la habitación, pedimos para cenar crepas con crema de avellana y fresas picadas, Esteban pidió un bote extra de aquella crema y en cuanto la vi, recordé aquella fantasía sobre verter un poco de ella sobre su pene. En ese momento me separo de Esteban, busco la crema de avellanas y la cucharita.

—¿Qué piensas hacer, Pequeño?—Pregunta con voz excitada.

—Ya lo verás—Susurro.

Pongo un poco de esta crema al rededor de su pene, mi boca comienza a salivar. Dejo a un lado el bote de crema avellanas.  Lo pruebo lento, sin prisa, su sexo duro y caliente cubierto por crema de avellanas llena mi deseo, paso mi lengua por todo su miembro. Hasta meterlo por completo a mi boca.
Doy varias arcadas hasta hacerlo venir, el sabor a avellana junto a la esencia de Esteban me vuelve loco. Dejo que toda la noche me posea y me haga suyo.

                                 —•—

Italia, la bella Italia. Tan tranquila, bella y pintoresca. Me encantaría vivir en Italia, lugar de la alta moda y la pasta. Visitamos Milán y Roma, la estancia en Italia se pasa más rápida, visitando lugares gastronómicos, leyendo, haciendo el amor, y comprando ropa de marcas italianas.

Lo que más me emociona de visitar Roma, es conocer la capilla Sixtina. Necesitaba ver el arte de Miguel Ángel. Cuando nos adentramos a esta bóveda  religiosa, me enterneció el alma, sentí unas tremendas ganas de llorar y la piel se me puso de gallina, el ambiente de este lugar, con su techo impregnado de divinidad te da una sensación extrema de paz y ternura, seas religioso o no, todas las pinturas en el techo que este lugar aguarda ( La creación de Adam, El Juicio Final, David, Piedad del Vaticano, David y Goliath, el diluvio universal entre otras)

Esta aventura Junto a Esteban resultó ser un acercamiento con el arte y el amor. Sin duda la mejor aventura de mi vida junto a una de las personas más importantes de mi universo.

                                —•—

Cuando llegamos, mi madre me exige saber toda la información sobre el viaje, llora de felicidad al verme después de un mes, le cuento todo y  le muestro las fotos. Ella no podría estar más feliz.

Gracias a la vida, En el quinto semestre, vuelvo a estar en el mismo grupo que Emma. Eso nos emociona a los dos, Estoy encantado con contar con su presencia. Además de que Esteban será mi profesor de Literatura.
¡No más álgebra por un semestre!

—Estoy bastante emocionada, odiaba la idea de que nos separarán.

—Igual yo, pero al menos estaremos juntos.

Es la primera hora del día, Toca Literatura con Esteban. Él me lanza miradas llenas de ternura de vez en cuando, yo me sonrojo como en las primeras veces. Hasta que nos mandan a llamar de la dirección, nos quedamos mirando sorprendidos. De camino a la dirección hablamos casi en susurro.

—¿De que crees que se trate?—Hablo preocupado.

—No lo sé, nada relevante supongo.

Cuando entramos en la oficina del director, la respiración de Esteban se detiene, su estabilidad mental está por derrumbarse. Aprieta los puños hasta que sus nudillos quedan blancos. Hay tres hombres en la oficina del director; un hombre diez años mayor que Esteban, su guarda espaldas y el director. 

Reconozco al instante al hombre que está a un lado del director. Es similar al de la foto que alguna vez encontré, la que alguna vez derrumbó a Esteban. La persona que destruyó a mi chico se encuentra frente a mi, la persona que abuso de él está frente a mis ojos con una sonrisa sarcástica marcada en los labios.

Mi chico está a punto de desbordarse, yo quiero llorar, esto no puede estar pasando.

Editado por DiegoKarel

Placer Entre Lineas: Bajo Tú piel. #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora