Se acerca a mi, alza su mano a la altura de mi cara y con la yema de sus dedos acaricia mis mejillas.
—Eres terriblemente Sexy, Pequeño.
Me da un beso corto en los labios.
—Ponte de pie—ordena.
Me levanto con dificultad, quedo de pie frente a él. Nos quedamos mirando, la forma en que me observa me provoca un escalofrío en todo mi cuerpo, esas miradas que lo dicen todo sin tan solo hablar. Puedo notar toda la conexión qué hay entre los dos. Es una conexión espiritual fuera de este mundo, nuestras almas unidas más halla del sexo y la dominación. Besa mis hombros, sube por mi cuello hasta llegar a mi boca. Me da un enorme beso, une su lengua contra la mía, impregna su delicioso sabor en mi.
Se aleja de mi, toma el azotador, regresa.—Date la vuelta.
Lo hago. Vuelve a posar el azotador por mi espalda, la recorre, en círculos, Lineas. Mis piernas flaquean ante su contacto. Da un azote a mi espalda. Cierro los ojos, el dolor es excitante, vuelve a a azotarme. El sentir el cuero contra mi piel desnuda, me hace sentir un cosquilleo por mis piernas.
—Ahhh...
—¿Quieres Más, Pequeño?
—Si, Maestro.
—Soy tú maestro sexual.
—Si que lo eres...
Vuelve a azotarme. Mi espalda está marcada. Es sensual.
—Recuéstate en la cama, de espaldas.
Me pongo en cuatro sobre la cama. Estoy ardiendo en deseo.
—Junta más las rodillas y baja más el pecho—Ordena con su voz varonil, Sensual.
Eso hago. Dejando mi culo al descubierto ante el. Pasa la punta de cuero por encima de mi ano. Lo azota.
—Ohhh....
Mi interior arde y se desintegra en placer. Mi vista se nubla a causa del placer que me provoca el dolor. Es una manera distinta de sentir placer que me encanta. Después azota mis nalgas, una y luego la otra, hasta que quedan al rojo vivo. Esteban va hasta su escritorio, toma un artículo de color rojo y una botella pequeña de lubricante.
—Lubrícalo con la boca.
Acerca el artículo a mi boca, son unas bolas anales de color rojo. Las introduce a mi boca, comienzo a lamerlas, lubricando cada perla. Las saca de mi boca para después aplicarle un poco de lubricante. Acerca las bolas a mi mi ano, juega con estas sobre el, haciendo círculos. Introduce la bola más pequeña. Gimo su nombre. Gira en mi interior la pequeña perla. Me encantaría poder tocarlo, las esposas me lo impiden. Necesito tocarlo.
Introduce las dos bolas siguientes.—Ahhh... Esteban.
Las gira en mi interior, me retuerzo de placer. Esteban suelta una nalgada, reprimo un gemido. Cuando todas las bolas están en mi interior, sin previo aviso, las saca de un tirón. Un Orgasmo me envuelve, es la sensación más deliciosa que jamás había sentido. Mi ano queda dilatado y adolorido.
—Ahora, voy a amarrar Tus tobillos Pequeño, te quiero inmóvil para mi—Pone una mano en mi nalga derecha, comienza a estrujarla, sus caricias me vuelven loco—¿Qué más quieres hacer?
—Lo que tú quieras—Digo sin pensarlo.
—No, las relaciones se basan en un común acuerdo, ¿Qué es lo que quieres hacer?
—Amárrame y azotame— Me sonrojo al decirlo.
—Me parece perfecto, Pequeño.
Se acerca y me da un beso cálido en mi nalga derecha. Su beso me provoca una oleada de mariposas hormonales golpeando y recorriendo mi Esto. Esteban pasa una cuerda al rededor de mis tobillos, la aprieta ligeramente. Ahora si estoy completamente desarmando. Pasa un látigo al rededor de mis nalgas, comienzo a respirar más rápido, quiero que descargue su ira en mi.
—¿Quieres que lo haga?.
—Si...—Digo en un susurro.
Alza el látigo para luego azotarlo en mi culo. Arqueo la espalda, reprimo un grito. Mi entrepierna comienza a bombear sangre.
—Más...—Habló aún más despacio.
—¿Más, Qué?—Habla con voz gruesa.
—Quiero que vuelva a anotarme, Profesor.
Sonríe perverso.
—Me gusta mas como suena, Profesor.
Pone su mano en mi culo. Comienza a estrujarlo, tocarlo con perversion y morbo. Me prendo a un más. El chico perverso sale a relucir.
—¿Si, Profesor?
—Si...—Su voz es rasposa.
—quiero que vuelva a azotarme, Profesor. Hágame todo suyo, quiero que se venga en mi.
Eso parece prenderlo aún más. Va hasta su escritorio, toma un pequeño vibrador, tiene el grosor de un lápiz escribir. regresa hasta donde estoy.
—Tu placer, es mi placer...
Lo introduce en mi interior, pulsa algún botón desde un pequeño control. El artículo comienza a dar pequeñas descargas eléctricas en mi interior. La piel se me pone helada, el vello de mis brazos se eriza.—Ahhh...Ahhh...Ohhh...
—¿Te gusta?—habla con voz ronca a causa de la excitación.
—S-s-Si.
Pulsa de nuevo el botón y el aparato empieza a vibrar, cada vibración manda una onda de sensaciones por todo mi cuerpo, mis piernas se tensan, hay una presión acumulada en mi entrepierna que exige salir. La vibración que produce es deliciosa, necesito tocarme.
—Esteban...
—¿Mas?
—S-s-si, Profesor.
Pulsa de nuevo el botón. Las vibraciones comienzan a ser más intensas, cierro los ojos a causa
De lo que me provoca, hasta este punto estoy completamente mojado, necesito más que esto, necesito a Esteban. Vuelve a cambiar la presión del vibrador, ahora causa pequeñas descargas eléctricas, junto a la pequeña vibración. Mi cuerpo convulsiona, tiembla, se sacude, es una sensación nueva, me dejo llevar.Esteban saca el pequeño vibrador de un tirón. Dejándome agotado. El acerca sus labios, comienza a besar mi espalda, son besos cargados de emoción y romance. Desata mis muñecas y mis tobillos. Quedan pequeñas marcas rojas al rededor de estas. Abro los ojos, veo que está completamente desnudó y erecto. Me dejo caer en la cama, acostándome, las vibraciones me han dejado agotado.
Se recuesta detrás de mi, pasa su pene erecto por mi ano, lo dilato, pone su cara en mi cuello, comienza a respirar en mi, se coloca un preservativo, pasa una de sus manos por mi cintura y comienza a penetrarme. Primero arde, después es una sensación completamente placentera.—Esto apenas comienza, Pequeño...
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Placer Entre Lineas: Bajo Tú piel. #3
RomanceADVERTENCIA: contenido maduro y explícito como lenguaje fuerte y sexual Libro número 3. Tercer Libro de la Serie Placer Entre Lineas. Placer Entre Lineas: Bajo Tú Piel #3, Es el desenlace de Guarda Silencio y Todo de Mi. «Hicimos el amor bajo la lun...