Capítulo 7

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Terminamos de cenar, la velada a estuvo fantástica, me siento realizado. Me toma de la mano, vamos hacia el balcón. Inhalo una bocanada de aire frío. La sensación que me provoca es de libertad. Esteban se pone a mi lado, coloca su brazo en mi cintura. Me acerca a él. Me fascina como con tan solo su contacto, logra hacerme olvidar todo lo malo que hemos pasado, para darle bienvenida a lo bueno. La conexión espiritual entre nosotros vuelve a encenderse, me giro hacia el, lo miro, sus ojos color verde grisáceos me penetran, entran en mi interior, recorren mi mente. Eso me hace sentir un escalofrío intenso. Pone su muñeca en mi mentón, con su dedo pulgar lo acaricia. Cierro los ojos, dejándome llevar por la sensación que me provoca su contacto. Pongo mi mano en su mejilla, el cierra los ojos, me pongo de puntitas, uno mis labios con los suyos, comienzo a mover mis labios junto a los de el, me deleito por su sabor. Mi beso lo toma por sorpresa, no esperaba para nada que lo besara, ni yo lo esperaba, pero este hombre me tiene loco, más que loco, me llena de sensaciones, emociones, dudo volver a sentir algo igual alguna vez. Me toma de las manos, volemos a bajar, recorremos en silencio las escaleras y el pasillo que da a su cuarto,  mi corazón está desembocado, entramos en silencio a su habitación, la cama que antes estaba a sido sustituida por otra nueva.

—No iba a dejar que durmieras donde estuvo Isaac revolcándose.

Supongo que la anterior cama era la misma en la que dormía Isaac con Esteban. Pero da igual, es un lindo detalle.

Me quedo a un lado de la puerta. Esteban, del cajón saca una caja de cerillas, comienza a encender las velas colocadas a lo largo de la habitación, está de comienza a inundar de un olor a rosas, es un olor sensual envolvente, me tranquiliza y excita olerlo. Toma nuevamente de mi mano, atrayéndome hasta el. Me alza entre sus brazos, mis pies quedan ajustados en su cintura, mis manos quedan enrolladas en su cuello. Me lleva así, contra la pared, comienza a besar mi cuello, sus besos me hacen vibrar, me envuelven, me estimulan. Me agito con fuerza, suspiro, sus besos me llevan a la gloria, cierro los ojos, disfruto la humedad de sus labios, gimo su nombre, despacio. Me lleva de regreso a la cama, colocándome despacio en ella, se acuesta a mi lado, me abraza, su rostro angelical me observa, me sonrojo ante su mirada, acaricia mi mejilla. Baja hasta mi cuello, sus labios se acercan a él y plantan varios besos, electricidad. Ahora su muñeca recorre mi brazo, traza una línea invisible al rededor de él. Un hormiguero sube de mis brazos hasta la frente. Llega hasta el borde de mi playera, comienza a subirla, lento, poco a poco, llega a la parte de los brazos, me la quita. Su dedo índice recorre mi torso, suspiro, el olor a rosas y almendras me hacen sentir sensual. Me acerco a el. Quito su camisa, dejando su torso al descubierto. Tiemblo al verlo así. su cuerpo no es tan tosco, tiene sus músculos inmaculados, no está tan ancho, son unos músculos finos, Es Perfecto. Su mano llega hasta la cremallera de mi pantalón, la desabrocha, me lo quita en un santiamén, un frío entra desde la punta de mis pies, haciéndome suspirar. Arqueo la espalda, me coloca encima de el, mi culo queda por encima de su miembro, comienzo a vibrar, sus grandes manos recorren mi espalda, mi torso, mi pecho. Le desabrocho su pantalón, se lo quito con dificultad, Trae un bóxer Calvin Klein color Blanco, este hace que su miembro quede ajustado. Me excito, estoy agitado, temblando, son tantas las emociones y sensaciones, estoy conectado junto a él.
Ahora puedo sentir mucho más su miembro bajo mi trasero, comienzo a mover mi culo, estimulando a Esteban. Esteban me mira, caliente, lleno de pasión, entre abre la boca, no se esperaba mis movimientos, está extasiado. Me muevo lento, me acerco a su cuello, suspiro bajo su oreja, tomo su lóbulo y lo meto a mi boca, comienzo a besarlo, siento su miembro crecer bajo de mi. Pasó de su oreja a su cuello, gimo despacio, se eriza su piel ante mi contacto, pone sus grandes manos en mi espalda, subo por su cuello hasta llegar a su barbilla, le planto besos hasta llegar a sus labios, probando su sabor. Su miembro se erecta, eso me pone ansioso, es una sensación estimulante. Baja su manos por toda mi espalda hasta llegar a mi culo, mete sus dos manos dentro de mi bóxer, comienza a estrujar mis nalgas.

Ahhh...Esteban.

—Me encanta tu trasero, Pequeño. Me encantas todo tu.

Lleva su dedo índice de su mano derecha a mi hendidura, lo dirige hasta mi ano. Comienza a dilatarme, por encima de este, comienza a moverlo en círculos.

Ohh, Esteban, me vuelves completamente loco.

—Tú a mi pequeño, me dejas el doble de loco.

Mientras me dilata, recuesto mi cabeza en su pecho, mi culo queda arqueado, introduce su dedo, Gimo. Esteban borra mis gemidos con sus labios, su lengua se enrolla con la mía, introduce dos dedos. Sus movimientos son lentos, gimo entre sus labios, es Tan excitante, sus largos dedos en mi interior.

—Te quiero pequeño, más de lo que me gustaria.

Sus dedos salen de mi interior. Me pone a un lado, me quedo acostado, lleno de mil sensaciones, con la entrepierna bombeando sangre.
Esteban va a su cajón, saca un preservativo y lubricante de cereza.
Regresa a donde estoy, me mira ardiente. Baja lentamente su calzón, dejando libre su enorme erección, yo hago lo mismo, bajo lentamente mi bóxer, sensualmente, sus ojos brillan de lujuria. coloca el preservativo en su enorme pene, pone un poco de lubricante en este, lo esparce por todo su miembro. Sube a la cama, pone mis piernas en sus hombros y comienza a penetrarme lentamente, haciéndome el amor...

Placer Entre Lineas: Bajo Tú piel. #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora