Capítulo 69

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Erick desaparece por quince minutos para después volver con una pequeña bolsa. De ella saca gasas y alcohol. Se acerca a mi brazo y comienza a curarlo. Cuando pone la gasa con alcohol sobre mi brazo, Cierro los ojos, es un ardor horrible.

—Deberías dejarme así, todo esto es inútil. De todas formas voy a morir.

—Tienes que resistir un poco más—Limpia desesperado la herida—Sólo resiste un poco.

—¿Para qué ? es inútil—Comienzo a llorar. Por milésima vez.

—No lo es. Dios Abraham, perdóname tanto. Me odio a mí por todo lo que está pasando. Perdóname—Su mano tiembla.

Deja aún lado el alcohol y las gasas. No deja de mirarme. Siento lástima por él l, se ve tan vulnerable, es como un perro de la calle que se va con cualquiera que le ofrezca un pedazo de carne. Analizó su cara, se ha vuelto más madura y más demacrada a causa de las drogas.

—¿Porqué volviste a recaer Erick? ¿Porqué volviste a la misma mierda?.

Su cara se tensa.

—No sabes lo que es ser adicto. No sabes lo que es tener ansiedad y desesperación. Es una locura, es lo mismo que le pasa a Isaac. Él es adicto a Esteban, cuando lo perdió se volvió loco.

—Pudiste superarlo, estar en rehabilitación. Podías pedir ayuda.

—¡No sabes ni una mierda!.

—¡Mírate Erick, mira lo que eras antes y lo que eres ahora!—Suspiro—Eres joven, tienes toda una vida por delante llena de oportunidades, si luchas por lo que quieres lo lograras, no tienes porque desperdiciar tu juventud en las drogas y en la locura.

—Es mi única alternativa. No tengo otro camino Abraham, estoy sólo en esta jodida vida, no tengo a nadie. Me encantaría poder superarme, pero es una idea abstracta, es algo bastante lejano. Sabes, alguna vez oí decir a alguien que «Lo fácil sólo los pendejos lo hacen» y soy el más pendejo, siempre tomando el camino fácil en la vida. Las drogas, estar escondido dentro de un closet, ayudar al secuestro de mi ex novio. Soy tan patético.

—Si lo eres, aún estás a tiempo de poder salvarte. Yo no corro con la misma suerte.

—Sí, si tienes suerte. Sólo tienes que resistir.

—No creo que eso sirva de algo.

—Hazlo.

Da la vuelta y de la bolsa saca una leche de chocolate y un paquete de galletas. Le sonrió y me devuelve el gesto.

—Tenemos que ser muy rápidos, Isaac puede llegar en cualquier momento.

—Si.

Comienza a darme de comer en la boca. Resulta extraño, tierno y vergonzoso. A pesar de que Erick me causaba un estrés tremendo, logro entenderlo aunque no del todo, me preocupa mucho que me tenga retenido, pero entiendo cómo debe sentirse, tan vulnerable. Termino y él se lleva toda la basura para que no quede rastro alguno de que me haya ayudado.

Isaac llega,sarcástico y engreído cargado de energía negativa,tan típica de él .

—¡Hola pedazo de mierda! ¿Cómo se siente que  hoy sea tu último día de vida? va ha ser todo un festín, puede que primero te vuele los sesos y quemé este lugar junto con tus restos—Comienza a reír de una forma desquiciada.

Mi estómago se revuelve. Saber de que forma morirás y no poder hacer nada, no poder intentar defenderte, que tratar de dar lucha es imposible, es una sensación espantosa, muy similar a la muerte.

—No sé como puedes estar tan tranquilo, estas hablando de terminar con la vida de un ser humano.

—Se trata de tu vida, así que no importa tanto—Ríe sarcástico.

Placer Entre Lineas: Bajo Tú piel. #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora