Capítulo 35

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Estoy sentado bajo mi árbol favorito, cubriéndome del estruendoso calor. La deliciosa brisa golpea mi espalda. Pienso en todo lo que he vivido en los últimos dos años, me alegra y desanima a la vez pensar en ello. Me dejo llevar por mis pensamientos, uno cubre mi alma, me hace sentir confundido. Pienso, lo mejor que nos pudo pasar a Esteban y a mi era alejarnos. Tal vez yo necesite vivir aún más mi vida, conocer más personas, ir de fiesta, disfrutar lo poco que queda de mi adolescencia; El necesita disfrutar su entrada a la madurez, viajar, conocer miles de personas. Fue hermoso mientras duró.


                                —•—
Las malditas vacaciones por fin terminan. Necesitaba regresar al ambiente escolar. Es gracioso, cuando estás en las escuela, la odias por completo; cuando no estás en ella, la extrañas terriblemente.
Augusto y yo quedamos de vernos para caminar juntos a la preparatoria, mientras lo espero sentado en una pequeña banca situada en el parque de mi colonia, me quedo mirando a la nada, pensando cuantas cosas sobre la vida he aprendido en estas dos semanas. Aprendí a darme valor como persona,  a apreciar todas las personas que me conforman y a vivir la vida sin límites. Es graciosa la forma en la que pude "superar" o sobrellevar mi situación con Esteban. En los últimos días de descanso, pensé muy poco en el, pero cuando lo hacía, era con cariño, sin rencor o algún pensamiento sobre lo que yo debería ser para él y él para mi.

Augusto llega puntual, lo abrazo con fuerza, mis ojos lo analizan. No puedo creer que el haya sido ese tipo de chico malo, el que juega con tus sentimientos y te pisotea. Ahora en su rostro sólo veo bondad, arrepentimiento y muchas ganas de salir adelante.

—¿Listo para empezar de nuevo?.

—No completamente de nuevo, pero si, estoy muy entusiasmado con regresar a "estudiar".

—Yo también, la primera semana de vacaciones fue todo una locura, la segunda fue un completo aburrimiento.

—Te comprendo.

—¿Quieres un helado?.

—Me encantaría.

—¿Fresa, verdad?.

—Por Favor.

Caminamos hasta la heladería, Augusto se encarga de comprar los helados, Yo me quedo afuera del local, mirando a la nada como de costumbre. mientras pienso en los miles de sabores que existen de helado y como entre miles no puedo dejar de pedir de fresa, siento la mirada de alguien sobre mi. Observo por todos lados, en busca de alguna mirada misteriosa. Mis ojos chocan con los de Erick. Está a unos metros de donde me encuentro, sentado sobre la banqueta. Hace tanto tiempo que no lo veía por aquí, se me encoge el corazón de verlo, Me hace sentir lastima, me duele el hecho de sentir lástima. Su mirada se torna triste, Augusto se pone detrás de mi, me tiende un helado, analiza mi expresión.

—¿Pasa algo con aquel chico?.

Erick se levanta decepcionado de la banqueta. Sigue su camino.

—No pasa nada, es solo un viejo amigo al que no veía desde hace tiempo.

—¿Porque no te habló?.

—Terminamos mal.

—¿Fueron más que amigos?.

—Si, pero ya no importa.

—Bien.

Pruebo mi helado, su frialdad me hace volver a la vida, el maldito calor me estaba jodiendo la existencia. Caminamos juntos, platicando de cosas absurdas y sin sentido. Cuando estamos a punto de entrar a la preparatoria, alguien toca mi espalda. Me giro de inmediato; me vuelvo a encontrar con los lindos ojos de Erick, ahora lleva una septum y un piercing en el labio.

—¿Puedo hablar contigo?—Su voz suena desesperada.

—Tengo clase de literatura.

—Será rápido.

Observó a Augusto, el me mira confundido.

—Entra, nos vemos en el almuerzo.

—Perfecto, te veo ahí—Entra sin apartar sus ojos de mi, tanto que estuvo a nada de caer por las escaleras de entrada.

Comenzamos a caminar, perderé mi primer clase por un momento incómodo, ¡Genial!.

—¿Ya terminaste con tu novio el profesor?.

—¿Ya terminaste con tu novio el psicópata ex de mi maestro?.

Voltea los ojos.

—Te veías muy feliz con el profesor.

Ahora yo volteo los ojos, doy media vuelta. A punto de irme, el es rápido, me alcanza tomándome por el hombro.

—Perdóname, fuí un cabrón, todo un pendejo, todo este tiempo no he hecho mas que cargarla.

Me quedo en silencio. No se que decir.

—En verdad, aquella vez, consumí una fuerte cantidad de drogas, sumándole todo lo que Isaac me dijo, fue una maldita bomba.

—Lo entiendo.

—Tú novio se encargó de no poner cargos en mi contra, y también le dio mucho dinero a mi familia para que yo no hiciera lo mismo. El mundo se mueve con dinero.

Trago saliva.
—¿Ya no vendrás a estudiar?

—También se encargó de cambiarme de preparatoria.

—¿En Verdad?.

—Si, pero bueno, el punto de que no te haya dejado entrar a tu clase de Literatura es por que tengo que decirte algo—Ahora esta más nervioso.

—¿Qué?.

—Ten mucho cuidado con las personas al rededor de Esteban, por favor, Mucho cuidado. Pueden ser personas muy tóxicas. No podría soportar que algo te pasara, que te hicieran daño como yo te lo hice.

—¿Porque lo dices?.

—Eso no importa, prométeme que tendrás mucho cuidado, Abraham, prométemelo.

—Te lo prometo.

—En verdad, hablo en serio—Su tono es desesperado—¿Juras alejarte de ellos?.

—Me mantendré a distancia. Tranquilo.

—Me alegra oírlo, Abraham—Mira el reloj de su muñeca—Tengo que irme, fue grandioso encontrarte de nuevo. Cuídate mucho.

Sale corriendo. Me quedo nervioso.
¿Cuidarme de Isaac, Mateo, Andrea?

Camino de regreso a la preparatoria, tardo más de lo necesario para entrar, es todo un problema ingresar después de lo hora de entrada. Cuando entro, Voy directo a la cafetería, pierdo las dos horas de literatura. El tiempo pasa volando, me arrepiento de haber faltado a mi clase, Ya que la siguiente hora es Álgebra. Cierro los ojos.

«Bien, al menos habrá un profesor nuevo, Esteban no regresa hasta finales de este mes»

Camino hasta el edifico donde está el aula de Esteban. Me quedo frío al entrar; mis cálculos y teorías quedaron inválidas. Esteban está sentado en su escritorio, frente a su MacBook. El alma me cae al suelo, mi corazón palpita, siento que estoy a punto de desmayarme.

Editado por DiegoKarel.

Placer Entre Lineas: Bajo Tú piel. #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora