Capítulo 67.

2.3K 200 29
                                    

Despierto con un dolor de cabeza intenso, mi vista sigue nublada, lo único que veo es el leve reflejo de algunas lámparas blancas sobre el suelo. Algo huele horrible y no puedo moverme.
Me siento jodidamente cansado y adolorido. Intento mover mis manos, es inútil, todo esta resultando inútil. Me encuentro sentado en algún lugar, mis manos están amarradas a mi espalda, mis pies atados. Siento estar soñando, pero se perfectamente que no lo estoy. La cabeza va a explotarme, no quiero abrir los ojos, no creo estar preparado para mi destino, ¡no quiero!. ¿Es tan difícil poder llevar una vida tranquila?, ¿Porqué tengo que vivir todo esto? ¿Porqué tan sólo no nos dejan en paz?. Un líquido de fuerte olor cae sobre mi cara, obligándome a abrir los ojos. La persona que veo frente a mi hace que sienta repulsión, asco, miedo, pero no me provoca sorpresa. Ver a Isaac con su cara marcada de odio me causa un horror enorme. Veo que en su dedo anular lleva puesto el anillo que Esteban me dió para pedirme matrimonio . Sonríe malvadamente al darse cuenta que observo mi anillo en su dedo. Un escalofrío recorre mi espina dorsal.

—Por fin despierta el bello durmiente—Su sonrisa asquerosa no desaparece de su rostro en ningún momento—¿Te gusta?—Mueve el dedo dónde se encuentra el anillo— El hombre de mi vida lo compró para mi, pero alguien llegó a entrometerse en nuestras vidas y terminó en la mano equivocada. Ahora por fin esta dónde pertenece.

Siento terror. Isaac esta jodidamente loco, es un psicopata. Doy por seguro que no saldré de esta, Isaac hará todo lo posible por verme muerto. Me siento estupido, mareado y asqueado. Observo con detenimiento el lugar, parece ser un cuartucho de algún edificio abandonado. Es demasiado grande, gris, con el revoco cayendo de las paredes, es un lugar sucio, hay tubos y mangueras oxidadas, del techo caen cuatro lámparas. ¡Esta será una manera de morir horrible!.

—¿Te gusta tu habitación? La escogí especialmente para ti, asquerosa y repugnante, cómo tú—Sonríe tierno.

Su locura me desconcierta.

—¿Te vas a quedar callado? ¡habla!, ¡mierda!. ¡Tienes que decir algo!—Su humor cambia—Maldito mocoso de mierda—Se acerca de forma violenta hasta dónde me encuentro. Pone su mano en mi mandíbula, aprieta con fuerza, lastimándome—¿No piensas hablar, puto de mierda?.

Mis ojos se llenan de lágrimas, a causa del dolor y el miedo. No cabe duda que voy a morir.

—Oh Dios, el nenito va a llorar, traigan a su mami, mejor aún, a su novio. Para que pueda defenderlo y salvarlo de su terrible muerte. ¡Ja!—Suelta un puñetazo en mi cara.

Mi rostro escuece, lo siento arder, es como si mi cara estuviera ardiendo en llamas. Mis lágrimas se escapan, estoy a punto de desmayarme. Quiero escapar, pero se que eso no va a suceder, no tengo escapatoria. Este puto loco de mierda va a matarme y no habrá nadie que lo detenga.

Se limpia la mano en sus pantalones, como si hubiera tocado algo asqueroso.

—Tenerte aquí me vuelve demasiado feliz, ¿Sabes? Eres como una maldita plaga, por más que intenten eliminarte, no se puede. Intenté matarte una vez, Intenté apuñalarte, falle, Trate de arrollarte y dejarte muerto, Fui lo más rápido que pude, aceleré , quería arrollarte, dejarte tirado en el pavimento con los malditos sesos embarrados sobre el.—Ahora su cara refleja locura, el miedo aumenta, habla como si quisiera llorar, desesperado, decepcionado, ansioso—Pero no fue así, fuiste demasiado resistente y Esteban demasiado dadivoso al pagarte ese cuarto de hospital, y todo para que no murieras. Lo único bueno es que quedaste lisiado, tuve la esperanza de que no volvieras a caminar, así le darías asco —Lloro más fuerte, escuchar todo aquello rompe mi corazón, me desarma—Pero te recuperaste. Fallé la primera vez al intentar matarte, pero esta vez, no habrá escapatoria—Ríe de una forma macabra. Mete la mano en el bolso de su sudadera y saca una navaja similar a la que usó algún día para amenazarme.

—¡No me mates! ¡Por favor Isaac! ¡No lo hagas! Te lo suplico—Grito entre lágrimas en los ojos. Eso lo hace sonreír aún más.

—No lo haré—Me mira malicioso—Por ahora no.

Lloro aún más. Sabia que no tendría escapatoria. Me duele, no quiero morir. No hay nada más aterrador que el saber que vas a morir.

—¡Erick! trae los juguetitos—Grita Isaac.

Rezo al cielo para que no se trate del Erick que conozco. Sería demasiado, tendría un colapso mental.
El sonido de unas botas chocar contra el acero, lastima mis oídos. Efectivamente y como una estaca directo al corazón, Erick, el Erick de toda la vida, está frente a mi, no puedo descifrar su mirada. En la mano lleva una pistola, una cajetilla de cigarros, un encendedor y una navaja.

—Gracias cariño—Se acerca a él. Se dan un beso "apasionado" y asqueroso. Más lágrimas salen de mis ojos—Listo, ya puedes irte—Habla de manera cortante. Toma las cosas y las coloca en una mesita que está detrás de él.

Toma un cigarro, se lo lleva a la boca, lo prende sin apartar su vista de mi.
Está disfrutando verme sufrir. Comienzo a sudar de forma helada. Quiero largarme de aquí, necesito escapar. Siento ansiedad, terror, y desesperación, se me ocurre la peor idea de todas, gritar aún más.

—¡Erick! ayúdame por favor, ¡ayúdame!, ¡alguien sáqueme de este lugar por favor!.

La cara de Isaac se vuelve diabólica. Se acerca decidido, saca su cigarro de la boca y lo apaga en mi brazo.

—¡Ahhhhhh!—Aúllo de dolor. Más lágrimas en mis ojos. El brazo palpita, mi piel esta quemada. Cierro los ojos y grito.

—¡Nadie te va a escuchar aquí pedazo de mierda!, nadie. Y como sigas portándote mal te va a ir mucho peor Abraham. Así que calla el puto hocico. Me da una última cachetada y sale del lugar. Me quedo hecho añicos, con el brazo y la cara adoloridos.

Editado por DiegoKarel

Editado por DiegoKarel

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Placer Entre Lineas: Bajo Tú piel. #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora