Capítulo 1.

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Llamaron al timre, allí estaban ellos. Rubén, Mángel, Alex, Curricé y JP. Faltaba Chus pero ella llegaría enseguida.

Me saludaron todos y se sentaron directamente, encendieron la televisión del salón para empezar a jugar, iba a cerrar la puerta y apareció Chus.

-¡Hombre!

-Eli! ¿Llego tarde?

-Mmm... muy poco, anda pasa. Nos dimos un beso y cogió el último sitio que quedaba en MIS sofás.

-Qué gochos sois ¿eh? No me dejáis sitio en mi propia casa. Me voy a comer, cuando vuelva ya me estáis haciendo sitio.

-Voy contigo, tengo hambre. -Dijo Rubén

-Vale...

Curricé y Chus se dieron cuenta de que me había tensado, que cuando Rubén se me acercó me puse nerviosa.

-Sólo a comer eh, no vayan a hacer cosas guarras sin nosotros. -Dijo Currice

Noté como me ardían las mejillas, iba a explotar de un momento.

-Imbécil. -Le dije a Curri con vergüenza, todos rieron, Rubén también.

-¿Qué quieres comer? Le dije a Rubén mirando hacia el suelo. El estaba mirando todo lo que había en la cocina pero se dio cuenta.

-Un batido de chocolate, con mucho mucho chocolate.

Empecé a préparar dos batidos, seguía tensa y nerviosa, saqué la leche de la nevera ante su mirada constante, el ahora estaba apoyado en una encimera y mirándome sin decir nada. Eché la leche al cuenco para mezclarlo todo, cogí la botella y pequé un trago. Rubén se me acercó lentamente.

-Eli, Eli. Tanto tiempo viviendo en frente y todavía te pongo nerviosa cuando estoy a tu lado.

Casi me ahogo bebiendo al escuchar aquello. Escupí todo lo que estaba bebiendo y le calló a Rubén encima.

-¡Oh dios mío! -Grité al verle lleno de leche. Le agarré de una muñeca y le llevé al baño. El se sentó en la taza del wc, cogí una toalla, la mojé, me agaché delante de el y comencé a limpiarle la cara.

-¿Eso es que sí?

-Eso es que eres imbécil.

Ruben abrió los ojos después de que se los limpiase, no los abrió todavía porque también llego ahí la leche. Noté como la mirada se le desviaba. Yo iba en una camiseta de tirantes negra y claro, con estas dos cosas que Dios me había dado, las camisetas de tirantes eran como ir pidiendo guerra, pero estaba en mi casa, no iba a cambiarme, además, me gustaba ponerle nervioso.

-Rubén, Rubén, tanto tiempo viviendo en frente y todavía te pones nervioso cuando voy con una camiseta de tirantes.

Yo reí, el se sonrojó y no dijo nada, se acercaron Mangel y Chus. Quedaron boquiabiertos al verle a el sentado y a mi agachada. No caí hasta que Chus dijo:

-Eh, esperar a que nos vayamos, cerdos

-¿Qué? -Pregunté sin entender nada.

-Pues... -Dijo Chus.

-Mierda. -Lo comprendí y me levanté rápidamente. Rubén y Mángel se miraban y se reían cómplices.

Volvimos los cuatro al salón, Curricé, Alex y JP estaban jugando.

-¿Por qué no vamos al parque de atracciones? -Dijo JP

-¡Sí! -Grité enseguida. Los demás hicieron lo mismo.

_____

Nos estábamos despidiendo, habíamos quedado en ir todos al parque de atracciones, mañana a las 12 quedábamos en el metro, íbamos a ir Alex, Rubén, Curricé, Ro, Chus, Rush, JP, Mángel y yo. Me fui a la cama y empecé a pensar en lo que Rubén dijo antes de que le esupiese. ¿Por qué me puse tan nerviosa?

No comprendí nada, pero no tardaría en hacerlo...

El vecino de en frente - Rubius FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora