Capítulo 2.

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Me desperté porque mi perro Bubalú, un pomerania de 3 años se me subió encima, eran las 10:50. Que perro más listo, ahora funciona de despertador.

Me duché y me recogí el pelo en una coleta muy larga. Me puse un bikini negro, una camiseta blanca casi transparente y unos leggins negros. Cogí mi bolso y sólo llevaba el móvil, las llaves, dinero para la entrada y un poco más por si a caso y zapatos de repuesto.

Rubén llamó a mi puerta, quedamos a las 11:40 para ir al metro ya que viviamos a un metro de distancia. Nos saludamos y nos fuimos caminando a la parada mientras grabábamos vídeos para su canal. Llegamos y saludamos a todos. 

Estaba siendo el viaje en metro más divertido que había tenido. Había poca gente y la gente que había estaban aplaudiendo a Rush, JP y Curri que se pusieron a cantar. Alex, Ro, Chus, Rubén, Mángel y yo nos sentamos en 6 asientos mientras les mirábamos cantar. Me levanté para estirarme, yo estaba en medio de Alex y Rubén, y cuando me quería voler a sentar, ellos ya habían ocupado todos los asientos.

-Apartar de mi sitio, gordos.

-Eli, lo han hecho para verte en la barra del medio, ya sabes... -Dijo Ro.

Todos nos echamos a reir, entonces dije:

-¿No os vais a quitar, no? -Ellos negaron con la cabeza. -Está bien. Yo avisé. 

Me tiré encima de ellos dos y me tumbé. Tenía de cintura para arriba sobre Alex y de cintura para abajo apoyada en Rubén. 

-Uy, que calor de repente, eh chicos... -Dijo Chus. Ro, Chus, Mangel y yo nos empezamos a reír sin casi parar.

Se acercaron Rush, Curricé y JP.

-¿No nos dejásteis sitio? -Dijo Curri

-Que va, me han quitado el mío, así estoy.

-Vamos a sentarnos allí.- Dijo Curri a JP y Rush señalando los sitios de al lado.

-Voy con vosotros. -Dije yo.

Curri y yo nos sentamos juntos de modo que estábamos apoyados en nuestros lados y las piernas en el asiento del medio, así estábamos en frente. Grabábamos vídeos y reíamos un montón.

Sólo nos quedaba una parada, fuimos JP, Rush, Curri y yo al medio de los seis asientos donde estaban los otros. 

Arrancó el metro hacia la última parada y yo me caí a las piernas de Rubén, sentada encima suyo, todos se reían y nosotros no nos mirábamos por la vergüenza que nos dio.

Llegamos y el metro paró. De nuevo, me volví a caer del frenazo que dio, pero esta vez, a los brazos de Curricé, los dos nos caímos al suelo y todos nos reíamos, Mangel y Chus grababa y Rubén sólo sonreía.

Noté que se puso... ¿celoso? Y me miraba de reojo. Me puse a su lado mientras caminábamos a la puerta del parque de atracciones y empecé a reírme, los dos sabíamos porqué.

-Tonta. -Dijo el mirando al suelo y sonriendo.

-Imbécil. -Dije riéndome aun.

El vecino de en frente - Rubius FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora