El vecino de en frente - Rubius Fanfic

Capítulo 7.

Me desperté poco a poco con el mayor dolor en el cuerpo que había tenido en mi vida.

Abrí los ojos y sin saber porqué, Rubén estaba dormido al lado mío en el sofá. Se había quedado dormido mientras me acariciaba un brazo, que mono.

El se despertó también, estábamos cara a cara. Rubén, avergonzado, se sentó en el sofá y yo hice lo mismo, estábamos al lado, con una conversación pendiente y sin saber como empezar.

-No fue por dolor de tripa. ¿Cierto? -Me preguntó Rubén.

Yo no contesté y empecé a llorar nuevamente. Le miré a los ojos con mucha rabia y a punto de otro ataque de ansiedad.

-¿No has comprendido nada aún verdad?

-¿El qué? -Dijo el.

-¿El qué? Que te quiero más que a mi vida. -Dije llorando cada vez más. -Que no puedo vivir sabiendo que tu estás aquí haciéndome sentir que todo está bien pero tienes a otra chica que te llama "novio" esperándote cuando te vayas de mi casa.

Comencé a respirar cada vez más rápido, las lágrimas se amontonaban en mis mejillas pero me pude controlar.

Me saqué las lágrimas y tomé aire.

-Lo siento... -Le dije.

Rubén se avalanzó sobre mi y me besó. Un beso húmedo debido a que yo lloraba más por momentos.

Nos separamos y nos quedamos a centímetros. Yo le miraba la boca y el mis ojos llorosos.

-¿Qué significa esto?

-Significa que yo también te quiero más que a nada. -Me dijo Rubén.

-No es verdad.

-Si estaba con Alicia ha sido para poder olvidarte. Porque somos amigos desde hace tiempo y no quería perderte.

-Oh dios... -Le besé y a continuación me senté encima suya mirando hacia el con mis piernas a sus costados como "montando a caballo" y le abracé.

Duramos así unos segundos.

Me levanté, eran las 00:24, habíamos dormido de más.

Le cogí de la muñeca y le llevé a mi habitación. Se sentó en la cama y me preguntó:

-¿Puedo quedarme a dormir?

-Claro.

Me giré, me quité el pantalón corto y me quedé con la camiseta de tirantes negra.

-¿Vas a dormir con ropa? -Añadí.

-N-no... -Dijo el con vergüenza.

-Que tonto eres. -Reí. -Ahora vengo.

-¿Vas a cenar?

-Si... -Mentí.

Fui al baño a lavarme la cara, después fui a la cocina y tomé leche ya que el zumo se había gastado.

Llegué a la habitación y el estaba en boxers. Estaba tan sexy así y con su pelo despeinado que me sonrojé.

Cerré la puerta. y me metí en las sávanas, el hizo lo mismo.

-Me sigue encantando ponerte nerviosa. -Rió.

-Idiota. -Dije dándole la espalda.

-No te enfades... Tengo algo bueno que decirte. -Dijo el sonriendo. Me giré y le miré a los ojos. Estaba tan guapo...

-Sorpréndeme.

-Acabo de dejar a Alicia.

-¿Por móvil?

-Exacto.

-¿Y cómo se lo ha tomado?

-Bien, tampoco llevábamos tanto tiempo. Se va a pasar mañana para que le de un juego que me dejó.

-¿Aquí?

-Si, bueno... Tu y yo vivimos en frente, ella vendrá por la mañana así que llamará a tu puerta.

-¿Y si me dice algo?

-Estás conmigo, que te va a decir.

-Si tu lo dices...

-Anda, descansa, que mañana tendrás los ojos como tomates. -Reí sin ganas, el lo notó y me besó.

-Joder Doblas, me encantas. -El sonrió y me abrazó.

-Tu a mi también. -Me susurró.

Nos quedamos dormidos.

Esto era tan perfecto y había pasado tan rápido... pero no tardaría en joderse todo para mí.