-22- Fuego.

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Kayla (POV):

Lleve un trozo de pizza a mi boca observando como Enzo se movía con destreza en la cocina, su bonito y redondo culo desde donde yo estaba se podía observar y admirar de buena manera.

-¿Está buena?-Asenti aun masticando.

Y tú culo también esta bueno.

-Me alegro, toma.-Me extendió un plato de crepes con nata y sirope de chocolate.

Me relamí los labios un par de veces soltando un pequeño gemido.

Tengo que terminarme la pizza y empezar con los crepés.

-Joder Kayla, no sabes como me está poniendo tu reacción ante mi deliciosa comida.-Eleve los ojos para conectarlos con los suyos, que me miraban con excitación.

Oh mierda.

-Yo..-Una chillona voz me interrumpió.

-¡Kay!-Sus delgados brazos me abrazaron por la espalda mientras repetía lo mismo varías veces.-Lo siento, lo siento, lo siento.

Con una mueca en mi cara, me levante quitándomela encima. Gire sobre mis talones cruzándome de brazos.

Por unas horas, se me había medio olvidado lo que había sucedido esta tarde, Enzo ha ayudado mucho en ello, pues me ha llevado a un bar de la manada junto a Liam, y hemos jugado a los dardos.

Ahora, Bestia me estaba haciendo la cena y el postre, y sinceramente, cocina de maravilla.

-No parecías sentirlo esta tarde.-Bufé apretando la mandíbula.

Bajo la cabeza mientras jugaba con sus dedos, pude ver arrepentimiento en su mirada, sin embargo, cuando todos me acusaban ella no dijo nada.

-Yo...después lo sopese, pensé en ti y en Lana, en todo. Te creo a ti Kay, ahora lo sé.-Suspiro volviendo a mirarme.-Se que no fue en el momento, pero me dolió y no pensé claramente.-Gire mi rostro hacia el frigorífico, tragando duro.

Sentía un nudo en mi garganta, algo me decía que la perdonase, pero no podía hacerlo, no aún. Tenía que pensar, asimilar todo y pensar con claridad.

-Bien.-Una sonrisa se extendió en su cara.-Pero, necesitó pensar, ¿vale?-La sonrisa que hace un segundo estuvo se esfumó.

-Me parece justo.-Murmuró desanimada.

Se acercó a su hermano para dejarle un beso en la mejilla, así desapareciendo por la puerta de la cocina.

Me senté en la silla de la cocina apoyando mi cabeza sobre mis manos. Un gran cuerpo se sentó a mi lado, posando una mano en mi muslo.

-¿Estas bien?-Hice un ruido con mi boca afirmando, mintiendo.-Ya...-Una de sus manos agarró mi barbilla alzándola.

Sus labios me besaron de forma lenta y dulce. Los besos de Enzo pocas veces eran así, eso no conllevaba a que ahora mismo me estaba derritiendo.

-¿Ahora?-Solté una pequeña risa apoyando mi frente en la suya.

-Mejor.-Sus ojos se achinaron mientras soltaba una carcajada.

-Comamos estas deliciosas crepés.

-¡AMÉN!

(...)

Era la hora del taller de informática, y allí mismo me encaminaba.

He pasado el día con Sam, a quien le conté lo ocurrido y no dudo en apoyarme. Los frikis me miraban como si quisieran acercarse a mi, pero luego aparecía la asquerosa, y se iban con ella.

Enzo. #MT2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora