Enzo (POV):Levantarme al lado de mi pequeña no tenía precio ninguno. Su pelo estaba completamente esparcido por la almohada, incluso por parte de mi pecho, su boca medio abierta y sus piernas permanecían enredadas junto con las mias.
Mierda, la amaba mas que a nada, y eso nadie iba a cambiarlo ni a arrebatármelo porque le arrancaría la puta cabeza.
Comencé a besar su cuello, consiguiendo estremecerla. Subí mi rostro para besar sus labios y conducir con suavidad mi mano a su entrepierna, pero esta nunca llego porque sus manos agarraron mi muñeca.
Frunci el ceño molesto.
-Enzo.-Me reprochó con voz ronca y somnolienta.-Estoy con la asquerosa regla, mantén tus manos alejadas de mi horno.-Bufe dejando caer mi cabeza sobre la almohada.
-Pero el día de la coronación no pudimos hacer nada porque te acababa de llegar la reina roja.-Me queje.
-De eso hace dos dias, y como siempre hasta que no paseen mínimo cinco aún hay rastro de ella.-Rode los ojos levantándome de la cama.-Pareces un niño pequeño al que no le dejan comer su caramelo.
-Soy su niño grande al que no dejan comerse su coño.-Esquive la almohada que venía directamente a mi cara para luego reírme junto con ella.-Deberías levantarte, empiezas hoy clases de nuevo.-Me miro haciendo un puchero mientras yo negaba.-No vas a convencerme pequeña, así que mueve ese trasero.
-No es justo, ni si quiera he podido disfrutar de las fiestas de navidad.-Bufo molesta.
Una pequeña punzada atravesó mi pecho, sintiendo culpabilidad. Si hubiese estado a su lado, o si simplemente pudiese haberla protegido mejor ella habría disfrutado de sus pequeñas vacaciones, en cambio no pudo.
-Enzo, deja de pensar eso, ¿quieres? Siento lo que sientes y déjame decirte que eres un idiota.-Frunci el ceño sentándome en la cama a su lado.
-¿Gracias?-Pregunte sarcástico.
-Bestia, no quería decir eso. El año horroroso ya ha pasado y ahora ha comenzado otro nuevo, un nuevo comienzo.-Mire sus bonitos ojos asintiendo con una sonrisa tranquilizadora.
-Antes de nada, ayer por la tarde me llegaron los papeles del asistente social de la manada.-Vi su cuerpo tensarse, e inmediatamente se sentó en mi regazo abrazándome, colocando su rostro en mi cuello.-Me ha dado dos opciones, que tus padres biológicos obtengan tu custodia o que firmes la emancipación. Cumples dieciocho en dos meses, así que no hay problema.-Su respiración golpeaba contra la corvatura de mi cuello, mientras yo acariciaba su espalda de forma protectora.
-Creo que se lo que debo hacer.-Se separo para mirarme con los ojos vidriosos, aunque de forma rápida parpadeo alejando las lagrimas.
-Lo que elijas para mi estará bien. Solo que, ya no te vas a escapar de aquí. ¿Lo sabes, no?-Rodo los ojos antes de besarme divertida.
-No quiero escapar bestia.-Pasó sus brazos por mi cuello antes de juntar su nariz con la mira.-Me tienes atada a ti hasta la eternidad.-Incluyo cariñosa.
-Me parece de cojones. Porque yo estoy atado a ti toda tu vida, y más.
(...)
Camine con las manos en los bolsillos por una de las tantas calles de la manada. Observaba todo a mi alrededor, toda la paz que se respiraba ahora mismo. Saludaba a la gente con un asentimiento de cabeza.
Pare justo en frente del campo de entrenamiento. Hoy estaban mis tres al mando ocupándose de los nuevos guerreros, pues este mes decidiríamos los puestos de cada uno.

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Enzo. #MT2
WerewolfEnzo Deasley, 21 años, Alpha de la manada Trisquel. Frío, arrogante, mujeriego, sin escrúpulos. Si tiene que matarte lo hará sin pestañear. Esto tiene una explicación, no encuentra a su mate, a quien controle su ira y le enseñe a amar, hasta ahora. ...