Enzo. #MT2

-44- Intentarlo.

Maratón (3/3)

Kayla (POV):

Suspire pesadamente esperando ansiosa que esa maldita puerta se abriese mostrando a mi bestia. Se tuvo que ir hace dos horas por problemas en la frontera oeste de Trisquel, donde un grupo de vampiros sin clan habían intentado entrar, sin éxito, lógicamente. En cuanto Enzo se fue, una histérica y llorona Talía apareció por la puerta sollozando como una magdalena

Trisquel era una de las manadas más fuertes, grandes y letales del mundo. No me había involucrado mucho en ella, por no decir nada. Sabía que dentro de muy poco tendría que ser presentada, y hacer lo que sea que hacen las Lunas.

Mire al frente viendo unos dibujos pegados en el armario y pared, sonrei inconscientemente al verlos. Tenía ganas de ver a Kyle y preguntarle qué tal ha estado estas...estas tres semanas.

Escuche alguien acercarse lentamente, hasta que la puerta se abrió por completo. Sabía que no era Enzo, sentía que no era él, de echo podía sentir su furia por el ataque. Una Jolie bastante pálida y ojerosa entro mostrándome una pequeña y tímida sonrisa.

Mordí mi labio nerviosa por su visita, sabía que iba a venir pero pensaba que iba a ser más tarde.

-Hola Kayla.-Su voz suave hizo que mis nervios se disipasen poco a poco.-¿Como te encuentras?

-Yo...hola, estoy bien.-Le dedique una rápida sonrisa encogiéndome de hombros mientras ella se sentaba en una orilla de la cama, muy cerca de mi.-El abdomen apenas me duele, y la herida está totalmente curada. He intentado levantarme pero mi bes...Enzo no me ha dejado.-Rode los ojos riéndome junto con ella.

-El te ama, muchísimo, como tú a él.-Asenti clavando mis ojos en los suyos, algo no andaba bien con ella.

-¿Que pasa? ¿Kyle está bien? ¿Y...y Steve?-Trague duro al ver como sus ojos se cristalizaban.

No había pasado nada, ¿no? Enzo me lo habría contado, estoy segura.

-Lo...lo siento tanto.-Soltó un sollozo tapándose la cara con sus manos.- Esa bala iba para mi, si la hubiese recibido yo tus bebés estarían aquí, sanos a salvo junto contigo.-Senti un pinchazo en el pecho al ver el dolor en ella.-Todo fue mi culpa.

-Y tú estarías muerta.-Aquello hizo que volviese a mirarme.-Yo decidí interponerme entre la bala y tu, nadie me obligo.-Elevo su mano limpiando sus mejillas.-Los...mis bebes, yo bueno, no creo que estuviese lista y...igual no era el momento. Apenas eran dos garbanzos.-Hice una mueca triste.-Si tuviese que volver a elegir, te salvaría Jolie.-Declare sincera, observando que de sus ojos seguían cayendo lágrimas a borbotones.

-Hija, lo siento mucho...-Negué varias veces incorporándome para dejar la espalda apoyada en la pared, así quedándome sentada en la cama.

-Jolie, no fue tu culpa, fue del hijo de perra que tengo por abuelo y tú por padre.-Algo dentro de mi me decía quien le había metido eso en la cabeza.-Ha sido Enzo, ¿verdad?-Sus ojos me miraron alarmada, mientras volvía a limpiarse la cara.

-No te enfades con él por favor.-Suspire debatiéndome si agarrar su mano o no hacerlo.

Me mordí el labio pensando en mis padres, en el sueño que tuve con ellos, y lo que me pidieron antes de que despertara. Dentro de mi sabía o al menos quería creer que fuese cierto.

Finalmente extendí lentamente mi mano posándola encima de la suya. La agarre con mis dedos alzando la vista para observarle a ella. Era muy bonita, pese a tener cuarenta años o así, se mantenía en perfecto estado. Cuando ella alzó la vista estaba sorprendida, mostrando un brillo en sus ojos.