Kayla (POV):-¿Y cuando pensabas decírnoslo, hija?-El tono frustrado de mi padre ya por la mañana me cansaba.
-Se me paso.-Respondí encogiéndome de hombros.
-¿Se te paso decirnos que Jolie intentaba comunicarse contigo, y que el fin de semana pasado la viste?-Me mordí el labio asintiendo.-Al menos podías habernos llamado.-Se cruzo de brazos mientras me miraba con el ceño fruncido.
Por otro lado mi madre se había mantenido callada durante todo el rato que había soltado la bomba.
¡Ah! ¡Y tanto Enzo como mis padres me obligaron a quedarme descansando hoy en casa! En eso si que se ponían de acuerdo.
Estaba ya perfectamente bien, dolorida, pero bien.
-Increíble.-Rode los ojos llevándome una uva a la boca.
-Ya, lo siento, ¿vale?-Mi padre suspiro pasándose una mano por la cara.
-Bien. Nosotros debemos ir a arreglar los asuntos de la casa.-Fui a abrir la boca para decir algo cuando mi madre me interrumpió.
-No Kayla, no te preocupes por la casa, demasiadas cosas tienes que asimilar para tener diecisiete años.-Pestañeé ante sus palabras.-Nos vemos luego.
Ambos me dieron un beso en la frente justo antes de irse por la puerta principal.
Note como la voz de mi madre era realmente triste, y es normal, pero aún así pude notar como el tema de mis padres le afectaba de gran manera.
Reaccione mal al saber que era adoptada, pero sinceramente, mis padres fueron los Wenner son y serán, mis verdaderos padres.
Un inconfundible olor inundó mis fosas nasales. El cuerpo sudado de Enzo se hizo presente en la cocina. Su respiración estaba agitada, se veía perfectamente como había estado horas haciendo ejercicio.
Se acercó a mi dudoso, pero al final lo hizo, dejó un beso en mis labios antes de abrir el frigorífico y beber un gran trago de agua de la botella.
Me dediqué a observarle. Enzo está bueno, muy bueno. Su cuerpo estaba lleno de tatuajes, sus músculos eran grandes y fuertes, su mandíbula remarcaba sus rasgos duros de su cara, sus ojos hipnotizarían a cualquiera y su culo...bendito culo, benditas sentadillas y bendita genética.
Menuda calenturienta estoy hecha.
-¿Quieres una foto, pequeña? Dura más.-Dijo con burla. Rodé los ojos, no podía ser una frase más cliché.
-No la necesito, tú ya eres mío.-Me encogí de hombros llevándome otra uva a la boca mientras le sonreía orgullosa.
Mis palabras le sorprendieron, y lo entendía, hace unas horas habíamos discutido, y ayer por la noche me fui a dormir cabreada con él, pero eso no quitaba que lo que decía era cierto.
-No se si follarte ahora mismo o no.-Sus palabras hicieron que me atragantase con una uva.
Empecé a toser dando un trago de agua al vaso que yacía a mi derecha, mientras posaba sus manos sobre mis mejillas.
-Eres un animal, Bestia.-Bufe alejando sus manos de mi cara.-Estoy enfadada. Ayer trataste mal a mi padre y hoy me obligas a quedarme aquí, cuando estoy perfectamente.-Su semblante de burla cambio a uno totalmente diferente, de enfado. Su mano agarró mi brazo apretandolo, provocando dolor en el.-¡Ah! ¿Eres idiota o que?
-No siquiera te he apretado fuerte, ahí es donde estaba la quemadura de tercer grado. Y si, tus heridas están curadas por fuera, pero las más graves tardarán al menos otro día más en curarse por dentro.-Bufe molesta bajándome del taburete.-Y respecto a tu padre, te dije que lo sentía anoche, me cabreo que no me permitiese dormir contigo.-Sus ojos evitaron mi mirada mientras su mandíbula y puños se apretaban con fuerza.

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Enzo. #MT2
WerewolfEnzo Deasley, 21 años, Alpha de la manada Trisquel. Frío, arrogante, mujeriego, sin escrúpulos. Si tiene que matarte lo hará sin pestañear. Esto tiene una explicación, no encuentra a su mate, a quien controle su ira y le enseñe a amar, hasta ahora. ...