Comenzamos la Maratón (1/4)Kayla (POV):
-Tienes que abrir los ojos, Bailarina.-Mire a mis padres con los ojos vidriosos sin si quiera poder creer que estaban aquí, conmigo.
Nuestro alrededor se basaba en una ladera llana con miles de flores y vegetación adornándola, el sol pegaba fuerte haciendo que el rostro de mis padres se iluminase más, pues ambos estaban en frente mío agarrados de las manos con una sincera sonrisa adornando sus rostros.
-Papá, mamá.-Dije con un sollozo.-Estáis aquí.
-Nunca nos iremos cariño, pero debes saber que no es todo como parece.-Frunci el ceño acercándome a ellos.
-¿Qué?-Susurre desconcertada.
-Bailarina, piensa, recuerda.-Mire a mi alrededor como todo comenzaba a disiparse negándome a dejarles ir.
-No, no, no por favor, no os vayáis de nuevo, no me dejéis.-Solloce tirándome en sus brazos.
-Cariño, debemos hacerlo, pero jamas te dejaremos.-Me aferre a sus brazos con fuerza mientras sus cuerpos se evaporaban en el aire.
-Os quiero muchísimo.-Cai a la hierba de rodillas mientras lloraba como una niña pequeña.
-Te queremos.-El eco de sus voces sonó al unísono, dejándome el corazón aún destrozado.
-Kayla pequeña despierta.-Mi cuerpo se elevó agitado de la cama en cuanto escuche el tono preocupado de Enzo.
Lleve mis manos a mi cara limpiándome las lagrimas que estaban de nuevo ahí, junto a mucho sudor.
Había sido solo un sueño.
Suspire mordiéndome el labio dirigiendo una pequeña mirada a Enzo, quien me miraba con preocupación. Negué varias veces antes de dejar caer mi cuerpo nuevo a la cama.
Era verdad, se habían ido para siempre.
-¿Por que no te quedas en casa?-Suspire pesadamente mientras negaba.
-No bestia, tengo que ir a clase, he perdido mucho y debo ponerme al día.-Un gruñido salió de su pecho haciendo que alzase una ceja en su direccion.-No gruñas perro pulgoso.
-Bien, pero ahora nos ducharemos.-Solté una pequeña risa, dejando sorprendido a Enzo, pues en estos veinte días después de la muerte de mis padres, no había reído una sola vez.-Joder pequeña, no espero más.-De un ágil movimiento me había colgado sobre su hombre para llevarme al baño, a darnos una corta pero magnífica ducha.
(...)
Mire la entrada del instituto desde el coche de Enzo, procesando lo que iba a ocurrir. Miradas descaradas me recorrían, condolencias faltas sonarian por todas partes. Pero debía ser fuerte, debía mantener la cabeza alta y la actitud fuerte, debía ir con mi mirada de indiferencia que tantas veces he usado para esconder mis sentimientos.
¿Lo mejor? Que con Enzo no me salía ocultar lo que sentía, el me miraba me sonreía y me abrazaba, y esa era la única manera que me lograba reconfortar.
Mire de nuevo sus claros ojos que no dejaban de mirarme, sabía que estaba preocupado porque habíamos recibido una llamada de los servicios sociales, puesto que yo era menor de edad y mis tutores legales habían muerto.
-Todo irá bien Enzo.-Prometí segura de mi misma.
-Soy capaz de secuestrarte pequeña, créeme que lo haré como se atrevan a separarte de mi.-Sus ojos azules expulsaban llamas de furia, y sobre todo me hacían aquella promesa.

ESTÁS LEYENDO
Enzo. #MT2
Manusia SerigalaEnzo Deasley, 21 años, Alpha de la manada Trisquel. Frío, arrogante, mujeriego, sin escrúpulos. Si tiene que matarte lo hará sin pestañear. Esto tiene una explicación, no encuentra a su mate, a quien controle su ira y le enseñe a amar, hasta ahora. ...