-18- Eres su luz.

65.8K 3.3K 443
                                        


Enzo (POV):

Mire directamente a los señores Wenner analizar todo lo que había soltado por mi boca.

Y joder, no podía evitar sentir el rechazo por parte de los padres de Kayla.

Me cagó en el diablo.

-Asi que...ya eres loba y...ya sientes en totalidad la conexión con Enzo.-Su madre seguida todavía en un claro estado de shock.

-Has aparecido tú, y la vida de nuestra hija a cambiado en menos de dos meses. ¿Eres consciente del peligro en el que la estás sometiendo?-Las duras palabras acompañadas de un gruñido por parte del señor Wenner llegaron a mis oídos.

Inmediatamente ambos nos levantamos enfrentándonos.

Este jodido gilipollas intentaba separarme de ella, y eso nadie va a conseguirlo, por mi puto cadaver que no.

-Ella es mi vida y la protegeré con esta.-Solté con frialdad, notando como mis ojos cobraban un color rojo brillante.

Tense los hombros apretando los puños a mi lado.

-Tu vida para mi no vale nada.-Aprete la mandíbula.

Hijo de puta.

-Cuidado con lo que dices señor Wenner.-Escupí eso último.-Si me contengo para no partirle la mandíbula es por su hija.

-Cariño porfavor...-Susurró su mujer, relajándolo.

-Enzo...-Una voz, tan dulce que me sorprendió, me sacó de la batalla de miradas, dirigiéndola rápidamente a ella, quien agarró mi mano.-Vamonos, me pongo la ropa de deporte y nos vamos a tu casa a entrenar, ¿si?-Asenti lentamente sin poder emitir palabra.

¿Esto era normal?

Jamás en mi puta vida he dejado que me hablen así, pero ella conseguía eso, conseguía que mis músculos se relajasen.

-¿Donde crees que vas Bailarina?-Kayla rodó los ojos, mientras yo bufaba molesto.

-Mira papá, si no he dicho nada mientras hablabais era por respeto a los dos, pero ya me cansaste.-Cogió airé acercándose a sus padres.-Los quiero, de verdad que lo hago. Pero Enzo no ha hecho nada malo, Enzo me ha cambiado la vida si, pero gracias a él he descubierto cosas. Cosas que vosotros dos me ocultasteis por diecisiete años, y todavía tengo el presentimiento que me ocultáis algo más, ¿sabéis? Pero lo estoy dejando pasar, porque de alguna manera empecé a ser más feliz, y hoy he experimentado sentimientos magnificados y multiplicados por mil.-Me miro de reojo sonriéndome, sin evitar corresponder a su sonrisa.- No me pienso alejar de Enzo y vosotros deberías entenderlo.

Sus padres la miraron entre sorprendidos, orgullosos y enfadados.

Mi chica había dejado las cosas claro haciendo que mi pechos se inflase como un pavo, teniendo unas irremediables ganas de besarla, hacerla mia y marcarla.

Pero sabía que no era todavía el momento.

Y que me jodiesen por eso, maldicion.

-Ahora bajo Enzo.-Asenti en su dirección cruzándome de brazos.

En verdad que su padre mediría un par de centímetros menos que yo, bastante corpulento. Se notaba que se ejercitaba lo suficiente.

Una parte de mí entendía esa protección hacia su hija, sin embargo, el más que nada debería saber que cuando encuentras a tu mate necesitas estar con el. ¡Ya me costaba no dormir con ella, no vivir con ella! Para que luego me vengan jodiendo con separarme.

Jamás lo permitiré, ella es mía.

-Ya estoy.-Mire hacia las escaleras, recorriendo su cuerpo con una sonrisa socarrona.

Enzo. #MT2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora