-50- ¿Es una maldita broma?

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Kayla (POV):

*5 meses después*

Mire a mi derecha observando el perfil relajado de mi bestia. Ambos nos habíamos quedado dormidos después de una sesión fogosa de sexo. Acaricié su mejilla sin poder dejar de verle, joder, quien me diría que estaría así, enamorada hasta las trancas y dispuesta a dar mi vida por la suya.

Maldito y sexy Enzo Deasley.

Había terminado el instituto por fin, y hace dos meses cumplí mi mayoría de edad. Había decidido meses atrás darle la custodia a mis padres biológicos, después de todo eran mis padres.

Al final no publicaron mis fotos en la galería de fotografía por no confirmar mi asistencia, y la verdad es que me daba igual, en esos momentos estaba un poco ocupada como tratando de no morir. Tampoco iba a ir a la universidad, después de pensarlo llegue a la conclusión de que tomaría cursos de dos años a distancia para poder hacerlos desde aquí, desde la manada, simplemente tendría que ir una vez al año a exponer mi trabajo final, pues el primer curso que empezaré en septiembre será sobre Fotografía Profesional. Además, sabía de sobras que a mi bestia esa decisión le había gustado demasiado.

Mire el reloj digital que había en la mesilla verificando que íbamos a llegar tarde como no despertarse al gran dormilon de mi lado.

-Enzo...-Susurre en su oído, llevándome un gruñido.-Venga bestia despierta.-Gruño de nuevo provocando que rodase los ojos.-Tendré que andar desnuda por toda , absolutamente toda la mansión.-Fui a girarme cuando un enorme cuerpo cubrió el mío poniéndose encima.

-Que mierdas estás diciendo pequeña..-Gruño con los ojos somnolientos y la voz ronca.

-Necesitaba que espabilases perro pulgoso. Son las doce de la mañana y hemos quedado con mis padres en media hora.-Rozo su nariz con la mía dándome un lento y magnífico beso al final.

-Esta bien...-Agarro mi cintura haciendo que me levantase con él.-Ponte ropa si no quieres que te folle de nuevo.-Senti mi piel arder mientras reía.

-Eres un salido..-Caminé hacia el armario sintiendo una palmada en mi culo.-¡Ey!-Me gire mirándole divertida, mientras él levantaba las manos de forma inocente.

-Ha sido un impulso..-Mordí me labio negando divertido, volviendo a ver que me iba a poner de mi armario.

(...)

Entrelace mi mano con la de Enzo antes de salir de casa dirección casa de mis padres. Hacia un día estupendo, típico caluroso de verano, por eso me había puesto una camiseta negra de tirantes finos y unos short vaqueros. Paseamos con tranquilidad durante unos diez minutos, pues ese era el tiempo que tardábamos en llegar a la casa donde vivían mis padres y mi pequeño monstruo.

Sin soltar la mano de mi enorme bestia llame a la puerta, para a los segundos ser abierta por Kyle, quien se lanzó a mis brazos.

-¡Tata!-Me dio un abrazo seguido de un beso en mi mejilla.

-¡Monstruo! ¿Que tal estás?-Ahora bese yo su mejilla haciéndole reír.

-¡Genial! ¡Hola Ezno!-Ambos chocaron la mano, pues Kyle decía que así debían saludarse siempre.

-¿Que hay Kyle?-Este se encogió de hombros antes de dejarlo en el suelo.

Dos cuerpos más aparecieron en la entrada. El primero en saludarme fue el de mi madre, quien me dio un abrazo, el cual correspondí.

-Os estábamos esperando cielo.-Sonreí dándole un beso en la mejilla.

-Si, lo siento. Estábamos durmiendo.-Reímos antes de recibir un abrazo paternal.

Enzo. #MT2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora