Kayla (POV):Sentía mi cuerpo recuperarse, como si todo lo que había pasado cuatro días atrás no hubiese sucedido nunca. Suspire pesadamente mientras abría de poco a poco los ojos, lo último que recordaba era quedarme dormida en los brazos de la bestia, y ahora me encontraba tumbada en una acolchada cama, tumbada en una nube muy blandita.
Me incorpore en la cama llevando mi mano directamente a la cabeza, pues un gran pinchazo me recorrió del cerebro al cerebelo habiéndome cerrar los ojos de inmediato.
A decir verdad, todavía sentía mi cuerpo débil, pero comparado con los días atrás, estaba perfectamente.Mire mi cuerpo viendo que, estaba vestida con un pantalón largo de pijama y una camiseta de manga corta, seguramente de Enzo, pues me venía todo extremadamente grande.
Suspire posando mis pies en el frío parque, poniéndome lentamente de pie. Peine un poco mi pelo hacia atrás cuando de repente escuche diferentes susurros abajo, aunque intente afinar el oído, fui inútil, así que abrí la puerta y recorrí todo el pasillo hasta las escaleras.
Mi corazón comenzó a bombear ferozmente, pues podía escuchar la voz de mis padres y de Enzo, pero había dos voces más.Una la reconocía, la otra no.
Cogiendo una buena bocanada de aire, baje los escalones que me faltaban, dirigiéndome al gran salón de la mansión.
Quede petrificada al ver quienes estaban ahí, Jolie y Steve, mis supuestos padres.
Mis labios amenazaban con temblar, y como si Enzo lo supiese, se acercó a mi sin dudarlo y me aprisionó entre sus brazos. Extendí los míos abrazando su cintura, mientras enterraba mi cabeza en su pecho, inhalando su aroma.
-¿Como estas pequeña?-Susurro en mi oído consiguiendo que se erizase mi piel.
-Bien.-Suspire.-¿Que hacen aquí, Bestia?-Se separó sin quitar sus manos de mi, para poder mirarme a los ojos.
-De alguna manera se enteraron de todo, y ayer por la noche cuando llegábamos a la manada, estaban escondidos en la mansión, Talía les ayudó a entrar.-Frunci el ceño provocando que una sonrisa se ladease en su rostro.-Hay algo más pequ...-Mi padre interrumpió a Enzo.
-Bailarina.-Mis ojos se cristalizaron, sin embargo no pensaba llorar.
-Papá.-Corrí hasta mi padre refugiándome en sus brazos.
-Cariño.-Sonreí al sentir a mi madre abrazarme por la espalda, notando como su cuerpo se sacudía mientras lloraba.-Pensaba que te perdía Kayla, oh cariño.-Abrace a mi madre con el otro brazo mientras su respiración se tranquilizaba.
-Soy un hueso duro de roer, mamá.-Mis padres rieron junto conmigo.
-Kayla.-Me tense por completo al escuchar la voz de aquella mujer.
Me separé levemente de mis padres para observar a las dos personas que tenía en frente, a decir verdad me parecía más a Jolie sin duda, en cambio, muchos rasgos también eran de Steve, sin embargo, eso no fue lo que llamó mi atención, sino el pequeño cuerpo de un niño que se escondía tras las piernas del hombre.
Mire al niño varias veces, antes de volver a levantar la vista hacia los señores.
-El es Steve, tu padre.-Mis ojos se quedaron anclados a los del hombre, verificando que, eran totalmente idénticos a los míos.
Mi respiración de inmediato comenzaba a acelerarse, no sabía que decir, que hacer, no sabía nada en ese momento.
-Y este pequeño de cinco años es Kyle, tú hermano.
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Enzo. #MT2
Hombres LoboEnzo Deasley, 21 años, Alpha de la manada Trisquel. Frío, arrogante, mujeriego, sin escrúpulos. Si tiene que matarte lo hará sin pestañear. Esto tiene una explicación, no encuentra a su mate, a quien controle su ira y le enseñe a amar, hasta ahora. ...