Enzo. #MT2

-29- Rota.

Kayla (POV):

Toso con fuerza escuchando un horrible pitido en mis oídos. Parpadeé muchas veces seguidas hasta que mi visión se vio más clara, entonces tarde medio segundo en procesar lo que acababa de pasar.

La veterinaria había explotado con mis padres dentro. Con mi mamá y mi papá, ellos se habían ido, me había dejado sola en este mundo de majaras.

No, no, no.

Ellos debían de estar bien.

Me levante rápidamente dispuesta a ir corriendo hacia las llamaradas, pero unos grandes brazos me agarraron con fuerza.

-¡NO! ¡Suéltame!-Comencé a revolverme con fuerza.-¡MAMÁ! ¡PAPÁ! ¡Por favor!-Empuje, con una fuerza inexplicable, el cuerpo de Enzo para comenzar a correr hacia el fuego.

Sentía el fuego arder a mi alrededor, sentía como mi cuerpo comenzaba a arder de calor, a ahogarme en el humo, pero tenía que encontrarlos. Era inútil, el edificio de dos plantas estaba totalmente derruido inundado por las llamaradas, y yo estaba totalmente destruida.

Solté un desgarrador sollozo cayendo de rodillas al suelo, sin embargo, los brazos de Enzo me elevaron sobre su cuerpo mientras me decía innumerables palabras de consuelo, que ni si quiera estaba escuchando.

Comencé a llorar sin control, por mis padres, por el amor que me dieron, escuchando a mi madre llamarme cariño y a mi padre Bailarina.

Ya no me llamarán así más, porque se habia ido.

-Se han ido, me han dejado, se han ido...-Hipé varias veces mientras lloraba, pero sentía tanto dolor en mi pecho que sentía que me moría.

-Pequeña, respira por favor.-Escondí mi cabeza en su pecho mientras seguía con mi incontrolable sollozo.-Si, ha habido una explosión en la Veterinaria Wenner. Si, aquí os esperamos, vengan rápido joder.-Enzo suspiró mientras seguía marcando números de teléfono.-Liam, te necesito en la veterinaria de los padres...de Kayla, ven rápido, avisa a mi hermana.

Ni si quiera era consciente lo que pasaba a mi alrededor, así pues, caí en la inconsciencia sobre los brazos de Enzo.

(...)

Mire por la ventana con los ojos rojos de llorar, ayer mis padres murieron en una explosión por un maldito escape de gas, encontraron sus cuerpos totalmente destrozados, junto al de varios animales, y hoy era su funeral en el cementerio de Trisquel, la manada.

¿Como estaba? Destrozada, devastada, echa una auténtica mierda. Había perdido a mis padres, se habían ido sin poder envejecer, sin poder conocer a sus futuros nietos, sin poder volver a abrazarlos y decirles cuantisimo los quería.

Rota era la palabra perfecta que me describía.

Ahora nada tenía sentido, ¿por que ellos? ¿por que tenían que irse las personas buenas? ¿por que tenían que dejarme sola?

Lleve mis manos a mi cara limpiándome las continuas lagrimas que salían de mis ojos. Coloque unas gafas de sol antes de salir de la habitación. No podía hacerlo, no quería decirles adiós, pero era mi deber.

-Pequeña..-Enzo permanecía delante de mí con aspecto cansado y triste, me miraba con cautela.-Te quiero más que a mi vida, ¿lo sabes verdad?-Deje escapar un sollozo antes de refugiarme en sus brazos.-Vamos, terminemos esto.