Extra 6: Días de Descanso.

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—Has escuchado, el doctor Mikigiza se va divorciar...

— ¿Eh? ¿En serio, y eso por qué?

—Pues, su esposa lo engaño, dicen que ella le gritó que estaba harta de que no le pusiera atención, que tuviese que hacerse cargo de los niños y de la casa todo el tiempo ella sola y que ya no le cumplía... ni en la cama —Dijo esto último una enfermera a otras dos en voz baja mientras tenían su hora de comida.

—Espera, ¿se lo grito?

—Sí, fue todo un escándalo lo que ella vino armar y por ende todo el turno de la tarde se enteró.

—Qué horror de mujer, qué acaso no sabe la vida tan difícil que llevan los doctores, mejor no se hubiese casado con uno. —Infirió una de las enfermeras.

—Es un buen punto, pero aunque sea difícil, también no es como para que desatiendan a su esposa de esa forma, también las mujeres casadas llevan difícil y mira que para que él no supiera que su esposa llevaba tiempo engañándolo frente a sus narices tampoco habla nada bien de él.

— ¿Ya llevaba tiempo engañándolo?

—Ella grito que uno de sus hijos y el que venía en camino no eran de él. En sí, él se entero de su engaño ya que ella vino a consulta por su embarazo y pues... la ginecóloga que la atendió, felicito al doctor cuando lo vio, pero él puso una cara de ofendido...

—Supongo que el doctor sabía que no había tocado a su mujer desde hace tiempo y por ende era imposible que el bebé fuera de él...

— ¡Exacto!...

Ese día en el hospital no se escuchaba otra cosa que no fueran los chismes sobre ese tema, ya hasta los familiares de los pacientes lo sabían y solo guardaban discreción al ver al doctor Mikigiza quien no tuvo otra opción más que pedir días de asueto.

—Espero usted lleve una mejor relación con su esposa doctor... —Le dijo entonces una anciana a la que el Doctor Midorima estaba atendiendo.

—Usted no debería preocuparse por eso más que por su salud-nanodayo. —Le dijo el peli verde terminando de hacer unas anotaciones.

—No me gustaría verlo decaído, así que cuide a su esposa, quien seguro lo ama. —Le dijo sonriendo la señora.

—Así lo haré.

Fue lo último que dijo Midorima, mientras seguía con sus rutinas y recordaba lo que el propio doctor Mikigiza le había comentado antes de que todo se supiera, después de todo él ya tenía sus sospechas:

—"Ella a últimas fechas no me dice nada, se comportaba extraño, antes me reclamaba, ya no me deja tocarla, comenzó a decirme mentiras y a recibir extraños mensajes y llamadas..."

—Bueno, Kazunari nunca me ha reclamado nada...Excepto esa vez cuando... —Comenzó a pensar Midorima preocupado, mientras regresaba a casa, después de todo, el pronóstico de Oha Asa no había sido muy alentador y quisiera o no, lo que había pasado con su colega, lo había hecho reflexionar. —Comportarse extraño...

— ¡Shin-chan!

— ¡Nanodayo!

Lo recibieron sus dos pequeños como ya era su costumbre, a diferencia de su madre quien parecía no llegaría recibirlo.

—Ya les he dicho que me digan Papá —Les dijo como siempre Midorima esperanzado que algún día pudiese llegar a escuchar esa palabra de alguno de sus dos hijos. — ¿y su madre?

MIDOTAKAFEM - Dulce SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora