El caso de Aomine Daiki (4° Parte)

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—Bien, ya solo me faltaba... me faltaba, ah, sí, ya solo tengo que agregar la sombra a este dibujo pero... ¡N-No puedo! —Pensaba totalmente nerviosa Sakurai al ver y tener cerca de ella a Aomine, después de todo el escondite no era muy amplio. —P-por qué, por qué esta aquí...

Aomine por su parte, a diferencia de ella estaba completamente cómodo viendo las nuevas y sensuales poses de Mai-chan.

—Oe Ryo —Le llamó entonces el moreno sin previo aviso acercándose aun más a ella.

—S-Sí...

Preguntó completamente nerviosa la castaña pegando su block de dibujo a su pecho ocultando lo que estaba dibujando, dejando así paso libre a Aomine para ocupar sus piernas de almohada.

—Lo que me fascina de ti es que no te tengo que decir o explicar las cosas para que las hagas —Exclamo triunfante el moreno acomodándose de acomodar en el regazo de la chica

— ¿¡Eh!?.... —Sakurai no supo cómo reaccionar, estaba completamente nerviosa y sonrojada por el actuar del moreno, sin embargo no dijo nada solo se limito a no moverse para no perturbar su sueño y, después de un leve suspiro solo lo observo con ternura.

Esa fue la relación que comenzó entonces entre los dos, Sakurai llevaba el almuerzo de ambos, después se iban al su pequeño escondite y Aomine siempre terminaba descansando en su regazo. Esta rutina comenzó a ser normal para ambos, y aunque que no estuviesen en la escuela, ya sea en un acampamiento o torneo, Aomine siempre encontraba un lugar a donde arrastrar a su fuente de comida o almohada para continuar siendo consentido de igual forma.

—Oe Ryo, ¿los has traído? —Le pregunto Aomine entre uno de los descansos del partido.

— ¿Eh? ¡Sí! —Respondió enseguida la chica sacando un recipiente el cual contenía limones con miel.

—Gracias —Le dijo el moreno comenzándolos a comer —Oh son deliciosos...

—Aomine, maldito, por qué estas comiendo si ni siquiera te has esforzado hoy, y Sakurai, no actúes como si solo fueras la manager exclusiva de Aomine —Les reclamo Wakamatsu arrebatándoles enseguida el recipiente.

—L-lo siento... ¡ah! —Se disculpaba Sakurai hasta ver que ahora Wakamatsu quien se comía los limones sin invitar a nadie.

—Yo estoy más cansado —Le dijo el chico sin dejar de comer los limones.

—Pero Wakamatsu-san...

— ¡Están muy buenos! —Expreso fascinado aun Wakamatsu quien, sin prestar atención a lo que le decía la chica, volteándose a ver a Aomine le dijo: — Ya no hay más, idiota

—Ya no quiero de todos modos —Le contestó el moreno mientras se estiraba un poco, dándole así a entender a su compañero que no le importaba en absoluto, cosa que hizo molestar Wakamatsu.

Sin embargo la verdad era otra, una que Aomine no quiso pensar ni darle importancia, y es que en ese momento había sentido una "leve" molestia de que le rebataran su comida o que Sakurai le prestará más a tención a otra persona que a él. Así que para quitarse esa incomodidad solo se limitó a expresar que en el siguiente tiempo del partido haría sus tiros de siempre.

Aomine en verdad era imparable, gracias a él su equipo siempre salía avante y ganaban todos los partidos, dando la impresión que realmente "él era el único que podría vencerse" como siempre decía, cosa que cada vez lo sumergía más en su arrogancia, si no fue hasta que fue derrotado en uno de los partidos por el actual novio de su ex compañera Kuroko, Kagami Taiga.

MIDOTAKAFEM - Dulce SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora